Los problemas, los malditos problemas! Pasan toda la vida rompiendo nuestra cabeza. Desde los que nos daban en la escuela para aprender matemáticas hasta los que encontramos en nuestro propio día a día. Lo bueno es que, antes de enfrentarse a los primeros, teníamos profesores que nos enseñaban el procedimiento para poder solucionarlos.
¿Pero qué podemos hacer para enfrentarnos a la vida real? Estos carecen de fórmulas establecidas que siempre tienen un resultado exacto, ¿no es así? ¡No se desespere! Aunque no existe un método exacto que nos diga que si hacemos tal cosa tendrá una determinada consecuencia, podemos guiarnos mediante la técnica de la solución de problemas que nos ayudará a tomar la decisión más adecuada. "No soy un producto de mis circunstancias, soy producto de mis decisiones."
-Steven Covey-
¿Qué es la terapia de solución de problemas?
Los conflictos forman parte de la vida y todos somos afectados por ellos. Los seres humanos son por naturaleza solucionadores de problemas, aunque algunas personas tienen más de esta "naturaleza" incorporada que otras. ¿Qué sugiere esto? Que es una habilidad que se puede desarrollar.
Por eso, D'Zurilla y Golfried idearon la terapia de la solución de problemas en 1971. Esta técnica facilita el trabajo de identificar los problemas, crear diferentes alternativas de solución y seleccionar la respuesta que pueda ser más eficaz entre las propuestas elaboradas . De esta forma, contar con una herramienta más para controlar las emociones negativas que puedan surgir ante diferentes obstáculos.
Para ello, es necesario seguir un método compuesto por cinco fases que explicaré más detalladamente a continuación. El procedimiento es largo, pero vale la pena ser puesto en práctica para situaciones problemáticas importantes. Los pasos siguientes son: Orientación para el problema. Definición y formulación del problema.
Generación de soluciones alternativas.
- Toma de decisiones.
- Ejecución y verificación.
- Fase 1: orientación al problema
- El primer paso que hay que dar antes de intentar solucionar un problema es
- adoptar una actitud positiva con respecto al conflicto y las habilidades que poseemos para enfrentarlo
de forma eficaz. Es necesario fomentar las creencias de autoeficiencia, asumiendo que podemos resolver el problema e identificando aquellos lostros con los que partimos, como la falta de seguridad en nosotros mismos. Por otro lado, es importante cambiar la visión que tenemos sobre el problema. En vez de pensar negativamente en él, lo que dificultará encontrar la solución,
necesitamos considerarlo como un desafío que nos ayudará a crecer personalmente, haciendo nuestras propias habilidades mejores. "Las personas con buen estado de ánimo son mejores en el razonamiento inductivo y en la solución creativa de problemas."
-Peter Salovey- Además, necesitamos ser capaces de parar y pensar antes de actuar
para poder completar esta primera fase del proceso, proceso. Esto es importante, ya que si actuamos de forma impulsiva cometeremos errores tratando de resolver el problema.
Fase 2: definición y formulación del problema
Una vez que asumimos que hay problemas y que podemos encontrar las soluciones adecuadas, pasaremos a la siguiente fase. En esta fase vamos a buscar definir y formular el conflicto adecuadamente. Esto es muy importante, ya que una vez que tengamos claridad en cuanto al desafío de forma precisa, habremos recorrido buena parte del camino.
Entonces, una buena idea es
comenzar compilando la información relevante, describiéndola en términos reales y específicos. Es muy importante basarnos en los hechos objetivos, es decir, en cómo quedarían retratados por una cámara de vídeo, que no puede grabar nuestros pensamientos, sino sólo lo que sucede, más allá de nuestras consideraciones. También es necesario identificar por qué esa situación que se creó es un conflicto. Además, es necesario reevaluar el significado de éste para el bienestar personal y social. Por último, necesitamos ganar conciencia de que
no todos los problemas son solucionables, y que los que no implican diferentes grados de dificultad. Es necesario establecer una meta realista de solución. Incluso podemos descomponer un problema que sea más complejo en diferentes "sub-problemas" cuya solución sea más fácil de ejecutar. Fase 3: generación de soluciones alternativas Cuando conseguimos realizar los pasos anteriores y sabemos cuál es el problema exacto que enfrentamos, llega la hora de generar tantas soluciones alternativas como sea posible. Esto puede ser una tarea difícil, ya que estamos acostumbrados a responder de forma automática ante situaciones conflictivas, pero hay que dedicar tiempo para trabajar en esto: tanto como primera tarea, como pensando mientras realizamos otra tarea. De hecho, está comprobado que el cambio de aires ayuda a encontrar soluciones más creativas.
Cuanto más soluciones alternativas produzca, más ideas estarán disponibles y tendremos más probabilidades de encontrar la mejor respuesta para nuestro propio conflicto. También seremos capaces de encontrar ideas de mejor calidad. Es importante recordar que en esta fase no evaluamos la calidad de las soluciones , ya que el juicio inhibe la imaginación, de modo que las evaluamos en el punto siguiente.
Fase 4: Toma de decisiones
Ahora ha llegado el momento de comparar y evaluar las diferentes alternativas que generamos en el paso anterior. Con base en la evaluación que hagamos, seleccionaremos la mejor o las mejores para ponerlas en práctica para el problema que tenemos.
¿Cómo haremos esto? Para cada solución propuesta, indicamos los costos y beneficios a corto y largo plazo para seleccionar la solución o conjunto de soluciones que creemos que nos ayudarán a conseguir los resultados esperados. Para ello, nos basamos en cuatro criterios: Resolución del problema:probabilidad de alcanzar la solución.
Bienestar emocional:
calidad del resultado emocional esperado. Tiempo / esfuerzo: el cálculo de la cantidad de tiempo y esfuerzo que creemos que requiera.
Bienestar personal y social en conjunto:
- relación costo / beneficio esperado total. Con los resultados que obtenemos necesitaremos comprobar si el problema es solucionable, si se necesita más información antes de poder poner para funcionar una alternativa y cuál debería elegir. Si no es así, será necesario volver a las fases previas del proceso para poder conseguir una solución satisfactoria.
- Fase 5: Ejecución y verificación Una vez elegida la solución adecuada, ¿qué queda por hacer? ¡Colocarla en práctica! Sólo así sabremos si es la alternativa adecuada para superar la situación problemática. Una vez que la realizamos, será preciso observar de forma objetiva y comparar el resultado obtenido con lo previsto.
- Si descubrimos que no era lo esperado, necesitamos encontrar el origen de esta discrepancia para poder corregirla. "La acción es la clave fundamental de cualquier éxito."
- -Pablo Picasso- Finalmente, cuando resolvimos un problema complicado, nos olvidamos de hacer una cosa importante que es premiar a sí mismo.
Hay personas que pasan la vida de angustia en angustia, y cuando no tienen ninguna la anticipan. Hacer esto es, sin duda, una de las mejores formas de acabar sepultado bajo la piedra del estrés.
Lo importante de todo esto es que es necesario parar de enrollar con los problemas en la cabeza
, buscando soluciones pero sin poner ninguna para funcionar, lo que provoca un alto grado de malestar o incluso lleva a padecer de trastornos de ansiedad o la depresión. Es necesario arriesgarse y tomar una decisión, dar un paso adelante. No hay problema en errar!
¿Quién es perfecto? Ninguno! Por lo tanto, es mejor tomar una decisión equivocada que pensar y pensar sin hacer nada. Ahora que ya sabes cómo, te invito a encontrar la solución de los desafíos que se presenten en tu vida.