Hay momentos en que deseamos quedarnos, en que daríamos cualquier cosa para tener motivos para hacerlo. Sin embargo, no sobra más remedio que volar.
El "adiós" es una palabra madura.Pensar en llegar a un punto de "no retorno" nos causa angustia, entonces quedamos hartos de los "hasta logos", de colocar reticencias donde debería ir un punto final y decir adiós, aunque nos dona en el alma.
Digamos que es una cuestión de salud emocional. De ninguna manera, si queremos que todo siga igual, debemos permitir que todo cambie. Decir adiós resuena en nuestra alma, pero es la única forma de cerrar la ventana para el dolor, la desilusión y el desencanto.
Y un día, sin que usted esperase, me fui
Sin despedida, sin previo aviso, ni censuras
Porque a veces, quedarse es ir muy lejos
- La luz de Candela -
A veces en la vida hay que escoger, en otras es la vida que te elige. Ahora me voy.
Iré de un momento a otro.
Creo que usted se dará cuenta, creo que se preguntará en lo que ha fallado.
No es que yo haya escogido eso, pero ya no tengo fuerzas para luchar. Decidí esto desde hace mucho tiempo. Decidí anoche ...
Cuando la serpiente necesita desprenderse de su vieja piel, escoge transitar por dos piedras cercanas que la apriete, la rasguen y la ayuden a eliminar su piel.
Este camino provoca dolor, pero ayuda a deshacerse del viejo para dar lugar al nuevo.
Es el final de un proceso y el comienzo de otro. Y sufrimos en ese camino. Si resistimos a atravesar ese camino, la angustia aumentará, pues no soltaremos aquello que no contribuye más en nada, que ya no necesitamos, ni damos espacio, para el nuevo nacer.Es curioso cómo "quedamos desnudos" cuando más frío.
No nos permitimos conocer más que el fuego abrasador y el frío intenso. La cuestión es que sabemos lo que tenemos que hacer mucho antes de tomar la decisión, incluso antes de empezar a pensar en ello.
Es normal que resistimos a dar el primer paso, pero lo que está claro que es cuando nos atrevemos a decir adiós, empezamos a construir relaciones saludables y positivas, a no sentir ese vacío emocional que devora las entrañas y valorar de verdad las cosas las personas que merecen estar en nuestra vida.
Dejar ir es dejar llegarSiempre hay que saber cuando termina una etapa de la vida. Si usted insiste en permanecer en ella más tiempo de lo necesario, perderá la alegría y el sentido del resto. Cerrando ciclos, o cerrando puertas, capítulos, como desee llamar.
Lo importante es poder cerrarlos y dejar ir momentos de la vida que van a encerrarse.
No podemos estar en el presente ansiando el pasado. Ni siquiera nos pregunta el por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, desprenderse. No podemos ser eternos niños, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quienes no quieren estar vinculados a nosotros.
Los hechos ocurren y hay que dejarlos ir!
- Paulo Coelho -
Imagínese que usted reduce al tamaño de un globo de gas helio las cadenas que están apretando su cuerpo y manteniéndolo preso. Entonces, déjelo ir; usted lo observa mientras él se dirige al cielo y lo pierde de vista, sonriendo y sintiendo una gran paz interior.
Es probable que, al decir adiós, algo dentro de ti se rompa
, pero esa es la única manera de conseguir dar la bienvenida a lo que realmente vale la pena. Bueno, no la pena, la alegría.
Porque si eres tan valiente como para decir adiós, percibirá que es precisamente de este peso que te librarás. Tal vez sea porque usted se ha permitido alcanzar la temperatura ideal y no ese frío intenso o ese calor abrasador al que viene siendo sometido.