¿Qué es el sesgo? Es la tendencia del cerebro a dar mayor relevancia y procesar cierto tipo de información en detrimento de otra.Puede parecer algo complicado de entender, lo sé. Por eso, en este artículo voy a explicar de forma agradable y concreta cómo los sesgos influyen en nuestras emociones.
Así, vamos a ver las diferencias entre los sesgos normales y los negativos. Estos últimos van a hacer que la incomodidad que sentimos sea mayor. De esta forma, para evitar sus efectos indeseables, es imprescindible que sepamos cómo surgen y cómo actúan en nuestros procesos de pensamiento.
"La verdad es lo que es, y sigue siendo verdad, incluso si usted piensa lo contrario." -Antonio Machado-
¿Qué son los sesgos cognitivos?
Todos los días nos encontramos con una cantidad considerable de información, que procede tanto del exterior como de nuestro interior. Si nuestro cerebro tuviera que procesar toda esa información, no habría tiempo para nada más. De esta forma, él no podría cumplir el resto de las funciones sobre las cuales tiene competencia y responsabilidad.
Es por eso que nuestra mente toma algunos "atajos" a la hora de interpretar la información que recibimos. Son los sesgos cognitivos. Así, todos nosotros presentamos una cierta tendencia a atender, interpretar y recordar ciertas informaciones en detrimento de otras. A partir de eso, tenemos tres tipos de sesgos: Atención: es la tendencia a atender a un tipo de estímulo en comparación a otros cuando se presentan al mismo tiempo.
- Interpretativo: es la tendencia a interpretar las situaciones de una determinada manera.
- De memoria: es la tendencia a recordar ciertos eventos para interpretar la situación actual.
- El sesgo atencional
A priori,
presentar sesgos es normal, necesario y benéfico, ya que nos ahorra una cantidad considerable de recursos mentales. Como ya se ha comentado, ahorran tiempo y energía a nuestro cerebro en el procesamiento de la información y permiten que este enfoque en el resto de las tareas que debe realizar.Entonces, ¿cuándo se hacen perjudiciales para nosotros? En relación al sesgo atencional, esto ocurre cuando está relacionado a estímulos negativos. Es decir,
cuando una persona se fija más en la información que pueda ser amenazadora o perjudicial en detrimento de la neutral o benéfica.Por ejemplo,
una persona tendría un sesgo atencional negativo si se concentrase en el oyente que está con la cara cerrada, cuando hay otro que está prestando atención, en una situación en la que está hablando en público. Un ejemplo de una persona que presenta sesgo atencional que no va a perjudicarla sería concentrarse en otros aspectos, como en el hecho de que hay alguien con el mismo ordenador que ella en medio de los oyentes.Ante esta situación, la persona con un sesgo negativo va a quedar con la sensación de que la gente hacía expresiones de extrañeza mientras ella hablaba, desencadenando un proceso de pensamiento que resulta en una serie de emociones negativas. Por otro lado, este sesgo emocional negativo puede ser una consecuencia natural del sesgo de confirmación: un sesgo mediante el cual buscamos activamente informaciones que confirmen nuestra tesis anterior.En este caso, la persona puede haber buscado confirmar que no tiene aptitudes para hablar en púbico y, por lo tanto, prestó especial atención a la información que estaba en sintonía con su tesis. Por otro lado,
ella ignoró la información contraria o la desconectó de su aptitud.
La persona puede pensar que quien aplaudió lo hizo más por cortesía que por una reacción sincera a la presentación. Este es precisamente el sesgo interpretativo, sobre el cual hablaremos a continuación. "La mente es un espejo flexible, fije para ver mejor el mundo." -Amit Ray-
¿Y el sesgo interpretativo? Ocurre algo similar con los otros dos tipos de sesgos que definimos.
El interpretativo es perjudicial cuando evaluamos las situaciones como peligrosas o amenazantes, aunque en realidad sean neutros o ambiguas.
Un ejemplo de esto puede ser derivado de lo que colocamos anteriormente. Una persona con un sesgo normal no tiene motivo para pensar que los oyentes no les gustó su discurso. Ella puede creer que ellos simplemente tienen alguna duda. Sin embargo, alguien que presenta ese sesgo negativo interpretaría esto como un mal orador, que el tema que está exponiendo no es de interés de los oyentes, que ellos piensan que él es ridículo, etc. ¿Cómo funciona el sesgo de memoria?
Por último,
el sesgo de memoria nos hace mal cuando tendemos a recordar situaciones negativas pasadas para interpretar las actuales,
en lugar de recuperar de la memoria otras que sean neutras o positivas. En relación al ejemplo que estamos desarrollando para explicar los sesgos, una persona que recuerda que hizo una presentación desastrosa hace algunos años y que evalúe el momento actual en función de aquel evento va a pensar que la presentación actual también va a correr mal. En contraste, una persona que también pasó por una situación similar en la que tuvo una mala presentación, pero que se acuerda de otras que corrieron bien, no hará una presentación invadida por las emociones negativas que nacieron en ella recordar sólo la presentación desastrosa.Son varios los estudios que demuestran la presencia de sesgos cognitivos negativos en relación a innumerables trastornos psicológicos.
También existen diversos estudios que hablan de personas sin ningún trastorno, pero para las cuales los sesgos son una enorme fuente de emociones negativas. Finalmente, todos hemos caído alguna vez en sus redes a lo largo de nuestras vidas.
De esta forma,
es interesante saber cómo funcionan, así como trabajar para mejorarlos de forma que su poder sea reducido.Así, esperamos que este artículo le sea útil a la hora de identificarlos y de realizar una intervención rápida para que condicionen lo mínimo posible sus pensamientos y emociones.