Este cuento de transformación relata la historia de una mariposa que creía que todavía era una oruga. Esta historia nos habla de transformación y falta de aceptación de sí mismo. La verdad es que algunas veces tenemos más poder de lo que queremos ver y así desperdiciamos nuestra energía resistiendo a los cambios, mirando hacia el pasado e intentando seguir siendo quienes ya no somos.
Hace mucho tiempo nació una pequeña oruga que, con alguna dificultad, se arrastraba en el suelo de un lugar a otro. Hasta que un día, cansada de arrastrarla, decidió subir a un árbol. Pero no en ningún árbol. Ella eligió subir en un árbol de tronco y hojas muy grandes, bajo la cual había jugado, crecido y vivido durante años.
"Lo que usted niega lo subordina. Lo que usted acepta lo transforma. "
-Carl G. Jung-
La oruga subió y subió, pero a veces resbalaba, caía y no conseguía avanzar. A pesar de eso, ella no desistió y, paso a paso, poco a poco, logró finalmente subir. Ella llegó a una rama del que podía ver todo el valle. La vista era maravillosa. En el horizonte, un amplio mar pintado de azul intenso. En el horizonte, se veía a otros animales, admirando el cielo azul con nubes blancas de algodón y, en el horizonte, un extenso mar pintado de azul intenso. En aquella rama, la oruga respiraba paz.
Ella se quedó inmóvil, observando el mundo a su alrededor y sintió que la vida era muy bonita para no transformarse con ella. Ella estaba cansada y, al mismo tiempo, agradecida por su vida como oruga. Pero sabía que había llegado el momento de transformarse en otro ser.
"El mejor regalo que podemos dar al mundo es nuestra propia transformación."
-Lo Tsé-
Un cuento de transformación de una oruga en mariposa
La oruga se durmió, sintiendo una gran paz a su alrededor y pensando que su destino era ser más que una simple oruga. Ella durmió y durmió, haciendo crecer un capullo a su alrededor, un escudo que conservó la sensación de paz durante el tiempo suficiente para que ella se transformara en otro ser.
Cuando se despertó, se sintió presa en una armadura en la que no podía moverse. Ella sintió que en su espalda había crecido algo extraño. Con mucho esfuerzo, movió lo que parecían ser enormes alas azules y el capullo se rompió. La oruga ya no era una oruga, era una mariposa azul. Sin embargo, ella había sido una oruga por tanto tiempo que no percibió que ya no lo era más.
La mariposa azul descendió del árbol usando sus pequeñas patas, aun teniendo alas ahora.Ella cargaba el peso de aquellas grandes alas azules, un peso que poco a poco consumía sus fuerzas. La mariposa azul se movía usando sus patas como siempre había hecho. Ella creía que seguía siendo una oruga y seguía viviendo como si fuera una. Pero sus alas hacían que fuera difícil moverse en el suelo con la misma agilidad de antes.
"Lo que para la oruga se llama el fin del mundo, para el resto del mundo se llama mariposa."
-Lo Tsé-
El peso de las alas
La mariposa que creía seguir siendo una oruga no entendía por qué su vida tenía se complicó tanto. Cansada de cargar el peso de sus alas, decidió volver a la rama en la que había pasado por su transformación. Pero esta vez, al intentar subir al árbol, creyó que sería imposible.
Una corriente de viento o cualquier otro pequeño imprevisto la hacía retroceder. La mariposa que creía seguir siendo una oruga se quedó inmóvil y miró hacia arriba, hacia aquella rama que parecía tan lejana, al mismo tiempo que empezó a llorar desesperada. Al oír su llanto, una hermosa y sabia mariposa blanca se acercó, se posó en una flor y durante un momento observó la mariposa azul sin decir nada. Cuando el llanto disminuyó, la mariposa blanca dijo:
- ¿Que tienes?
- No puedo subir hasta esa rama. Una cosa que antes, incluso con dificultad, yo podía hacer.
- Incluso si no puedes subir hasta la rama ... tal vez puedas volar hasta él. La mariposa azul que creía seguir siendo una oruga miró de manera extraña a la mariposa blanca y luego se miró hacia sí misma y hacia sus grandes y pesadas alas. Como el día en que salió de su capullo, movió con fuerza las alas y las abrió. Ellas eran tan grandes y tan bonitas, de un azul tan intenso que la oruga transformada se asustó y las guardó rápidamente.
Usted está usando sus patas por no usar sus alas. - dijo la mariposa blanca
- levantando vuelo mientras abría sus lindas alas y se alejaba con elegancia. Levantar vuelo
La mariposa azul observó impresionada cada movimiento de la mariposa blanca y reflexionó sobre las palabras que oyó. En ese momento, empezó a entender que ya no era una oruga, que tal vez aquellas pesadas alas pudieran servir para algo.
Ella las abrió de nuevo y esta vez las mantuvo abiertas. Cerró los ojos y sintió cómo el viento las tocaba. Ella sintió que las alas ahora formaban parte de ella y aceptó que ya no era una oruga, por lo que no podía seguir viviendo como tal, arrastrándose en el suelo. La mariposa azul abrió aún más sus alas y cada vez se sentía más mariposa y menos lagarta. Ella observó el hermoso tono azul, casi mágico, de sus alas. Y, sin darse cuenta, estaba volando, estaba subiendo lentamente hasta aquella rama. Volar era mucho más simple que arrastrarse, aunque aún necesitaba perfeccionar su vuelo. Ella descubrió que el miedo de volar no había permitido que ella aceptara quién realmente era: una oruga transformada en mariposa azul. Este cuento de transformación relata la historia de una mariposa que creía que todavía era una oruga. La historia de la hermosa mariposa azul, con alas grandes, fuertes y resistentes, capaces de ir contra la corriente, de volar en medio de tempestades y de enfrentar el más fuerte de los vientos. La mariposa azul tenía grandes y lindas alas de un azul brillante. Un azul que contiene una amplia gama de tonos azules, desde el azul del cielo más claro hasta el del mar más furioso. Pero ni ella misma lo sabía.
Las enseñanzas del cuento de transformación de la mariposa azul
La transformación de oruga en mariposa es una de las metáforas más utilizadas para hablar de resiliencia .
Las mariposas son un símbolo de transformación, un símbolo de fragilidad y grandeza simultáneamente
. Por eso, es fácil encontrar una mariposa como protagonista de un cuento de transformación.Este cuento de transformación nos recuerda que vivimos en un mundo cambiante, en un mundo en constante evolucióny que formamos parte de ese mundo dinámico, formando parte de esta evolución. Pero a veces, a pesar de habernos transformado y tener fuerza para evolucionar, no podemos aceptar por varios motivos: miedo, vergüenza, culpa ..."Es imposible ser siempre la misma persona, porque vivimos."-Eloy Moreno-
En este caso, una hermosa y fuerte mariposa azul no podía aceptar que ya no era una oruga y que, por lo tanto, no podía vivir como si fuese. Una parte de ella deseaba evolucionar, pero otra parte temía los cambios e intentaba agarrarse al pasado y seguir viviendo de la misma manera, incluso tratando de ser otro ser. Ella tardó algún tiempo para aceptar y descubrir para que sus alas servían y cómo podía vivir a partir de entonces. Para ello, ella necesitó ayuda. En ese sentido, debemos pensar que los demás suelen ver con más claridad nuestros puntos positivos que nosotros mismos.