Anton Tchekhov fue uno de los mayores escritores de la literatura rusa. Sus cuentos, en particular, marcaron un antes y un después en todos los países occidentales. Su mayor virtud fue dar relevancia al comportamiento de sus personajes ya la interacción entre ellos, en lugar del argumento de la historia en sí.
Era, por lo tanto, un gran observador del comportamiento humano. Tenía la capacidad de capturar una atmósfera con absoluto realismo y destacar esos detalles que para otros autores pasarían desapercibidos. Su intención no era moralista, pero aún así, dentro de su legado se encuentra una carta que dirigió a su hermano mayor, donde indicaba una serie de consejos. La carta fue escrita durante una de sus estancias en Moscú, y en ella
Tchekhov compila lo que considera las características de las personas verdaderamente cultas . Es también un texto que sirve de guía y guía sobre las virtudes más elevadas del ser humano. A continuación, mostraremos cuáles son esos consejos y compartiremos algunas partes de su texto.1 - La bondad, unas de las virtudes valoradas por Tchekhov
Para Tchekhov, las personas verdaderamente cultas:
"Respetan la personalidad humana y, por eso, son siempre amables, gentiles, educadas y dispuestas a ceder ante los otros . [...] Si viven con alguien que no consideran favorable y lo dejan, no dicen "nadie podría vivir con usted".Una característica distinta de la cultura elevada es la consideración en el trato con las otras personas
. Por mayores que sean las diferencias entre las personas, eso no es excusa para iniciar un conflicto o incurrir en malos tratos. En verdad, es prudente evitar el conflicto y alejarse en el caso de que las contradicciones sean irreconocibles.2 - Empatía con aquellos que sufren
Tchekhov afirmaba que las personas cultas:
" Tienen simpatía no sólo por los mendigos y los gatos.Sus corazones duermen por lo que sus ojos no ven". Esto significa que son muy sensibles al sufrimiento de los demás, incluso si no lo expresan. Un alto nivel de cultura quiere decir un alto nivel de comprensión por las personas que sufren. Incluso la palabra "cultura" deriva del latín "cultus" y significa "cultivo del espíritu humano". Una persona cultivada no es indiferente a los dolores de sus semejantes.3 - Capricho en la economía
Con respecto a los bienes materiales, Tchekhov afirma que las personas cultas"Respetan la propiedad de los demás y, consecuentemente, pagan sus deudas"
. Al principio, adquirir una deuda supone un pacto de buena fe. Una persona presta dinero a la otra con la expectativa de que sea devuelto en las condiciones y en el tiempo acordado.
La forma en que una persona maneja sus deudas revela mucho sobre su personalidad . Se adquieren como una excepción y en función de una necesidad real y se pagan religiosamente, porque en el fondo lo que está en juego es la palabra.4 - Rechazo a las mentiras y al fingimiento
Sobre la mentira y el fingimiento, las personas verdaderamente cultas, según Tchekhov, poseen las siguientes características:"Son sinceras y temen la mentira como al fuego. No mienten incluso en las pequeñas cosas.
Una mentira significa insultar a quien la escucha y ponerlo en una posición más baja a los ojos de quien habla.
No aparentan: se comportan en la calle como en casa y no juzgan a sus amigos más humildes. No son susceptibles al bullicio, ni obligan a los demás a confidencias impertinentes. Por respeto a los oídos de los demás, se callan más a menudo de lo que hablan. Las mentiras y el fingimiento son una forma de fraude con otras personas. La sinceridad, por su parte, es una manera de expresar respeto por el otro. La autenticidad, a su vez, es un signo de valoración propia y de dignidad. Sin embargo, los rumores y el chisme no deben estar en la agenda de alguien culto, pues esas actitudes son una forma de disminuir a los demás.
5 - Rechazo al victimismo
Para Tchékhov, una persona culta se aleja de comportamientos victimistas, que también son una cara del engaño. Con respecto a eso él afirma: " No se menosprecian por despertar compasión. No aprieta el cordón del corazón de los demás para que se quejen y hagan algo (o muchas cosas) por ellos. "Sembrar compasión en los demás puede traer algunos beneficios visibles inmediatamente. Pero, a largo plazo, se revela como una estrategia equivocada, que refleja sólo el poco respeto que se tiene por sí mismo y que alimenta la desconfianza en los demás.
6 - Rechazo a la vanidad y la presunción
Tchekhov llama la atención de aquellos engaños que aparecen cuando una persona tiene más dinero o poder que los demás. Sobre este punto, afirma:"No tienen vanidad superflua. [...]Si ganan unos centavos, no se pavonan como si valieran cientos de rublos
, y no ostentan el poder frecuentar lugares donde otros no son aceptados ". Dejar que aflore un sentimiento de superioridad, por razones tan pasajeras y arriesgadas como el dinero o los privilegios sociales, es sólo una muestra de una evolución pobre. Este tipo de persona da más valor al tener que al ser
y depende enteramente de factores externos para valorarse a sí mismo.
7 - Respeto por el talento propio Cada persona en el mundo tiene un talento propio. Buena parte de la tarea en la vida reside en descubrirlo y cultivarlo. Tchekhov afirmaba que quien es culto: "Si tienen un talento, lo respetan. Sacrifican el descanso, las mujeres, el vino, la vanidad
[...] Se sienten orgullosos de su talento. El talento es uno de los grandes tesoros del ser humano. No es necesario ser un artista célebre, ni un comerciante de éxito para decir que tiene un talento. A veces ese don está en las cosas pequeñas, como saber apreciar a los demás o tener facilidad para comprender o ayudar. Cuando se descubre el talento propio, es necesario conferirle un valor máximo y luchar para desarrollarlo.
8 - Control y delicadeza en acciones
Tchekhov afirmaba que quien es culto: "Desarrolla para sí la intuición estética [...] Pretenden tanto como sea posible contener y ennoblecer el instinto sexual. [...]Quieren, especialmente si son artistas, frescura, elegancia, humanidad y capacidad de maternidad . [...] No beben vodka en todo momento, día y noche, no huelen los armarios porque no son cerdos y saben que no lo son.
Estas declaraciones son un llamado al control y una voz de rechazo ante los excesos físicos y biológicos. Los seres humanos no son organismos, sino personas que pueden y deben dar sentido a lo que hacen, incluso a las acciones más básicas.