¿Sabía usted que tiene el poder de cambiar su propia mente y que una de las mejores maneras de lograrlo es a través de la meditación?
Es lo que revela un artículo interesante publicado en la revista Scientific American, escrito por Matthieu Ricard, un monje budista y biólogo celular, junto con Antoine Lutz, líder en el estudio de la neurobiología de la meditación y Richard J. Davidson, pionero en el estudio de la neurobiología de la meditación ciencia de la meditación.
Se realizó una investigación durante casi 15 años por la Universidad de Wisconsin, en Estados Unidos, en colaboración con otras 19 universidades, en más de 100 monasterios de monjes budistas. El estudio comparó imágenes de cerebros escaneados de personas con miles de horas de práctica de la meditación, y las conclusiones fueron sorprendentes:
- Los niveles de ansiedad y depresión son menores
- Las zonas del cerebro asociadas a los sentimientos de empatía, compasión y amor altruista son más activos
- Es menor el tamaño de la amígdala, la región del cerebro involucrada en el proceso del miedo
- Posee efectos positivos sobre la molécula telomerasa, la encargada de alargar los segmentos de ADN en las extremidades de los cromosomas; es la enzima que facilita la inmortalidad de las células en la mayoría de los procesos cancerígenos.
Increíble, no? Frente a esto, deberíamos preguntarse si la meditación debería ser un hábito en nuestra rutina diaria, si queremos tener mayor calidad de vida; de la misma manera que poco a poco, todos vamos ganando conciencia de que debemos tener una dieta sana, hacer un poco de ejercicio cada día en la medida de nuestras posibilidades, y abandonar hábitos nocivos como el cigarrillo y el alcohol. Quizá también deberíamos pensar en empezar a practicarla, considerando los beneficios de la meditación. La ansiedad, el estrés, la depresión y el cáncer son los grandes males de nuestro siglo. Por otro lado, haciendo referencia a los beneficios de la meditación anteriormente citados, el hecho es que todos sentimos cada vez más la necesidad de ser un poco más altruistas y empáticos en una sociedad competitiva que muchas veces nos devora.¿Cómo puedes comenzar a practicar la meditación?
Aquí van algunas sugerencias que pueden ayudarle: Leer un libro sobre el tema escrito por un buen especialista en meditación puede ser un primer paso importante. Recomiendo "La Meditación Budista" de Ramiro Calle, maestro y escritor de yoga y pionero en la introducción de esta disciplina en España. Actualmente es una de las principales autoridades en el tema; con más de 100 obras escritas, producto también de su centenar de viajes a la India con la misión de estudiar y comprender el modo de vida de sus habitantes, es un escritor que tiene mucho que decir. Su libro "100 viajes al corazón de la India" fue un homenaje a toda una vida dedicada a conocer a los pueblos, las costumbres, y la filosofía de ese país fascinante.
Participar en un curso de meditación.
Hay numerosos cursos gratuitos que incluyen comida y alojamiento. Si la persona considera que el curso realmente valió la pena, una vez finalizado, sólo dará una donación de acuerdo a sus posibilidades.
Aprender a meditar por sí mismo:- Escoja un lugar tranquilo donde nadie vaya a interrumpirlo.
- Siéntese en una postura bien cómoda con la columna bien recta. - Haga respiraciones profundas, soltando el aire lentamente. Para concentrarse usted puede mantener la atención en su respiración o su vientre. Si usted es una persona curiosa, aprenda y escoja cuál es el tipo de meditación que puede ser más adecuado según su personalidad: la meditación Zen, la meditación Vipassana, etc.
Te animamos a explorar los diferentes tipos de meditación.
Sea constante, pruebe, intente cada día hacer un poco de meditación.
Usted puede comenzar con 5 o 10 minutos, y percibirá poco a poco que va incorporando esa práctica a sus hábitos de vida y notará los resultados.
Entre los beneficios de la meditación, también podemos mencionar el hecho de sentirnos más relajados, aceptarnos a nosotros mismos y no caer tan fácilmente en pensamientos negativos y / o repetitivos.