Tengo miles de amigos en las redes sociales. Algunos de ellos con nombres que no puedo pronunciar y que nunca he visto personalmente. Sin embargo, me ofrecen unLikecada vez que puse una foto de esta vida que ni siquiera conocen.
Las relaciones sociales de hoy en día son diferentes de las de nuestros padres. Sin embargo, ni por eso son peores. Digamos que contienen otra esencia, otra forma de construir vínculos, a veces tan fugaces, variables y que cambian con mucha facilidad, como el agua que contemos entre las manos.
Las redes sociales "inundan" el día de muchas personas, llegando incluso a un punto en el que, si no twittar algo, o publicar una foto ... es como si no existimos.Compartir
Sin embargo, es posible que muchos de nosotros"no existimos"o no"frecuentemos"de modo tan intenso el espacio virtual de las redes sociales pero, a cambio,seguimos siendo importantes para aquellos que realmente son significativos para nosotros.Aquellas personas que, ciertamente, pueden ser contadas con los dedos de una mano. Ellos dan el auténtico sentido a nuestra vida y no necesitan ver nuestro "status" en las redes sociales para saber si estamos bien o mal.Las redes sociales y el poder del "Like"Todos somos muy conscientes de los grandes beneficios de las redes sociales en los días de hoy:son una auténtica arma de poder. Todas las noticias saltan en pocos segundos a ellas para obtener una aceptación o un rechazo. La reacción es inmediata y el mecanismo del "Like" o el "compartir" son cosas infalibles.
Con las redes sociales el mundo se vuelve más pequeño y todo parece estar al alcance de nuestras manos. La llaman de la quinta potencia, aglutina conciencias y establece interconexiones entre personas, donde la actitud o el acto de un solo individuo puede llegar a influenciar a otros miles.
CompartirAlgo así no deja de asombrar, y por qué no decirlo, de enriquecernos, en especial de las siguientes formas:Nosotros, personas, nos vinculamos en redes sociales donde compartimos intereses afines.
Interagimos, aprendemos, conocemos a las personas que, al mismo tiempo, comparten los mismos intereses. Muchas veces podemos, incluso, iniciar ciertos cambios a nivel de crecimiento personal gracias a estas motivaciones que, con frecuencia, recibimos en nuestras redes sociales.No se trata, entonces, de renegar las nuevas tecnologías y de evitar a toda costa las redes sociales. Es algo inevitable.
En los días de hoy la sociedad está interconectada.
- Es como un gran cerebro lleno de conexiones y sinapsis donde las nuevas tecnologías son extensiones de los nodos mismos.
- Se trata de establecer prioridades. Se trata de no depender, de
- no
llegar a un extremo de pensar que, si no publicamos algo, dejamos de existir en la vida real. De hecho, como se suele decir de broma,
- "una persona puede ir y volver de un lugar sin tener que publicarlo".
- La energía del "Like" nunca debe ser una necesidad de recibir refuerzo positivo en el día a día. Nadie debería tener que publicar una foto para saber si es o no atractivo.La aceptación de sí mismo nunca debería depender de la cantidad de"Likes" obtenidos en un día.Una mesa con las personas más bonitas que conozco: la mejor red socialLa gran mayoría de nosotros sabe claramente quiénes son estos pilares en nuestras vidas.
- Aquellas personas que van más allá de las redes sociales(aunque también forman parte de ellas).
- Apreciamos su proximidad, el sonido de su risa y el calor de sus abrazos.Las personas más importantes son las que se inscriben en los detalles cotidianos. Son una mirada inquisitiva que advierte sus tristezas sin que sea necesario decir una palabra, susurra un "te amo" cuando menos lo esperas, sin necesidad de que nadie más sepa ... Compartir
Podríamos decir que la mejor red social está formada por no más de cinco personas, aquellas por las que decidimos dejar el teléfono de lado y asumimos una grata conversación, hasta que la noche caiga. Sin embargo, los expertos indican que, en la actualidad, el mayor riesgo de dependencia absoluta por las redes sociales está, sin dudas, en las generaciones más jóvenes:
Son muchos los adolescentes que se caracterizan por una baja autoestima, se sienten "desechables" en la propia pero dependientes, a su vez, de ese refuerzo positivo que las redes sociales fingen tener, como el clásico "Like" o "compartir".La falta de una auténtica calidad en sus propias relaciones sociales genera una necesidad básica de acumular seguidores
y amigos en sus redes sociales. Estas amistades son, en general, vacías y muy efímeras. Sin embargo, la sensación de pérdida no dura mucho tiempo, porque cada "amigo eliminado", se pueden agregar otros más.
La adolescencia debería ser un momento en que las relaciones sociales marcan un antes y un después.Deberían ser pilares emocionales que ayudar a los adolescentes a crecer y madurar. Sin embargo, hoy en día, son muchos los adolescentes que generan una especie de "anomalía social"
- , donde son muy pocas las cosas que llegan a consolidarse, y donde no pueden construir un verdadero compromiso con sus semejantes.Es algo importante que, como padres o educadores, deberíamos poder reorientar. Las redes sociales son, sin duda, un arma de poder, pero existen otras propiedades que pueden llegar a ser más enriquecedoras.