El poder de los elogios "No hay mayor placer que los elogios de los sabios y capaces" (Selma Lagerlof)Compartir

Recuerde que, para que esta máxima funcione, como primera medida tenemos que ser honestos. No vale andar por la vida alabando sin motivo, sólo para estar bien. Si no le gusta la falda que su amiga usa, no le diga "qué bonita, donde compró?". Si crees que tu amigo debería ser más esforzado en tu trabajo, no te diga "en poco tiempo vas a ser promovido a jefe".

Podemos pensar de qué manera podemos hacer feliz al otro diciéndole algo importante, pero que realmente sentimos. Por ejemplo, en lugar de elogiar la falda de su amiga, dígale gracias por su amistad. En vez de decirle a su amigo que será promovido, sería mejor decirle, "es muy bueno tener a mi lado cuando lo necesito". ¿Sabías que con estas simples frases te alegrarás mucho el día de una persona querida? ¡Debería ser siempre así!

Los elogios son una herramienta muy usada para la seducción y también para convencer o manipular a alguien. Por eso, debemos ser muy cuidadosos en cuanto a cuán elogiosos y cuán elogiosos.

Los elogios hacen que nos sintamos mejor y aumentan nuestra autoestima: "Pero qué lindo está tu cabello, María", "Junto, tengo que decir que tu coche está muy bien cuidado", "Ester, eres la mejor cocinera del mundo "," Carlos, qué suerte tiene la empresa de contar con un empleado como usted ". ¿Cuántas veces hemos dicho algo similar y sin sentir, sólo para agradar al otro?

Es necesario encontrar el punto de equilibrio entre quedarnos callados y hablar demasiado.

En este caso, entre no hacer ningún elogio y "plantar flores" por todos lados, sin pensar en nuestras palabras.

Ser una persona que elogia moderadamente puede ser muy beneficioso. La persuasión a través de regalos y elogios

Los elogios pueden tener dos metas: agradar a los demás y convencerlos a hacer algo.

Está comprobado (pero saca tú mismo la prueba), que nos atraen más a aquellos que nos tratan bien y nos dicen cosas bonitas que los que nunca nos elogia, ni siquiera cuando teníamos el mejor vestido de la fiesta o golpeamos el récord de ventas en la compañía.

Por otro lado, existe una teoría que indica que cuando damos algo (un regalo o lindas palabras) a alguien, éste automáticamente se siente ausente con nosotros;

como así? Si por ejemplo, usted hace a un cliente potencial un elogio sobre su aspecto o ropa, será más probable que compre lo que tiene para ofrecerle. Pero atención, no se equivoque con sus palabras . Si llega una hermosa mujer a la tienda donde usted trabaja, usted no debe usar la belleza de ella a su favor. Mejor enfocarse en cosas como su estilo, su ropa, su buen gusto, etc. De otra forma, usted conseguirá el efecto contrario ... ella podrá irritarse con usted! (y obviamente no comprar nada).

Todo el mundo sabe elogiar, lo hacemos todo el tiempo. El secreto está en saber cuándo es el momento y el lugar apropiado.Y no se olvide de usar siempre las palabras adecuadas. No pase dos horas listando cada una de las cosas que le gustan en el otro, su mejor arma será una composición integral (para dar un nombre) sobre esa persona. Así que sólo necesitará un minuto para generar un buen efecto en el otro.

Tenga en cuenta también cómo el otro recibirá el elogio , porque mientras podemos pensar, "bueno, pero a quien no le gusta que le digan cosas bonitas? "Hay muchos que se sienten incómodos ante un elogio. Esto no quiere decir que se deba dejar de hacer, sino enfocarse en su actitud y sus sentimientos.

No se entusiasma demasiado con sus elogios ni sea omiso con ellos.Ellos aumentan la autoestima de quien los recibe y mejoran la impresión que tienen sobre usted. Ya que estamos en una época donde nos centramos más en lo negativo que en lo positivo, reconocer los méritos de los demás ya es un acto de rebeldía. Por último,

preste mucha atención para no sobrepasar la línea tenue que diferencia un elogio verdadero de un acto de manipulación o intento de convencimiento de algo. Delimite sus intenciones desde el principio. Y abra los ojos si alguien lo elogia demasiado ... él puede estar queriendo algo.