Las horas pasan muy rápido, así que queremos las cosas ahora mismo, en el acto. No sabemos esperar. Esto nos deja muy nerviosos y estresados.Estamos acostumbrados a satisfacer nuestras necesidades sin tomar nuestro tiempo.Sin embargo, ¿qué sucede cuando no podemos controlar esto? ¿Qué sucede cuando nuestros problemas lo mandan?
"El tiempo que tarda para un problema salir de su vida es el mismo tiempo que lleva para entender y reconocer que sólo vino para hacer de usted una persona mejor." -Luis Spinoza-
Todos tenemos problemas. Algunas veces surgen en nuestra relación amorosa, otras en relación a nuestro trabajo, ya menudo por conflictos internos. Así que surge un contratiempo, queremos luego resolverlo. En este corre-corre, acabamos por actuar de la forma menos adecuada. Porque no se trata de resolver el problema, sino de superarlo.
Los problemas no se resuelven, se superan
Cuando hablamos de solucionar un problema, nos referimos a su superación. ¡Cuántas veces ya ignoramos nuestro problema! Y cuántas otras esperamos que desapareciera en cuestión de días ...Una dificultad es una oportunidad de mejorar, de aprender y de derribar esa barrera que levantamos o que fue levantada ante nosotros.Vamos a tomar un ejemplo bastante común. Cuando perdemos un ente muy querido, pasamos por un proceso de duelo en el que aprendemos a aceptar que esa persona nunca más estará con nosotros. La duración del duelo dependerá de nuestra forma de ser. Por eso, jamás podemos determinar el tiempo que necesitaremos para vencer esa experiencia tan negativa y triste.
Como podemos ver en este caso, no se trata de resolver lo que está pasando con nosotros, sino de superar. Por supuesto que no va a ser agradable. Usted va a estar triste, esa emoción puede afectar incluso sus huesos ... pero
desear que todo esto acabe puede hacer que usted "finja" o cree que todo está bien, cuando en realidad no está.Es más fácil creer que ya está bien que reconocer que algo todavía te deja triste. Pero eso no soluciona problemas.
CompartirNadie podrá decirle cuánto tiempo usted necesitará. Tal vez sean algunas semanas, un mes o incluso un año. En este período, es necesario que usted aprenda a aceptar lo que pasó, analizar sus emociones, no mentir para sí mismo repitiendo que "está todo bien".
No hay nada malo en estar mal, ni todo lo que sucede con nosotros y que nos afecta será positivo. Por eso es indispensable aprender a dar un espacio necesario para ese dolor para que podamos curarnos y para que los problemas sean resueltos.El tiempo es sabioTal vez la prisa en superar sus problemas lo más rápido posible sea porque usted se comparó con otras personas.
Personas que pasaron por el mismo que tú y tardaste menos para estar bien. Pero la verdad es que usted no es esa gente. Cada uno de nosotros es diferente. Nuestra sensibilidad es distinta, así como todas las experiencias que han sido confirmando lo que somos actualmente.
Además, no se olvide que el tiempo es sabio.Si usted está demorando un poco más para solucionar esta dificultad, tal vez sea porque usted no está preparado.
Tal vez usted necesita madurar, y el tiempo le permitirá madurar. Tal vez sea importante que usted aprenda para no volver a caer en el mismo error, o simplemente significa que usted está retrasando esa ida al psicólogo que le haría tan bien.¿Ha estado mal durante un año o dos? ¿Todavía sigue sin sentirse bien? Entonces qué usted está esperando para pedir ayuda?
Cuando sentimos dolor de vientre, no dudamos en ir al hospital para ayudarnos, porque nosotros mismos no somos capaces de parar el dolor. Pero cuando el problema se encuentra en nuestra mente, ponemos obstáculos y "aguantamos". Un psicólogo es un profesional que puede ayudarle y darle las llaves que usted desconocía para aprender de lo que sucedió y superarlo. También puede ayudarle a madurar, a ver la circunstancia desde otra perspectiva. ¿Ya percibió que damos más importancia al dolor físico que al dolor emocional? Y, curiosamente, es esa última que nos causa más problemas ...
"Todo termina bien para aquel que sabe esperar."-León Tólstoi-
Las adversidades van a suceder y no tenemos por qué temer la duración que podemos necesitar para superarlas . En algunas ocasiones no estamos preparados, y en otras, el hecho de creer que ya estamos bien hace que el obstáculo continúe allí. Ignorar el problema nunca será la solución.
Podemos aplazar el momento de afrontarlo, pero probablemente también será mayor.Recuerde la gran cantidad de veces en que hablamos de los errores y de cómo sirven para que aprendamos, no para sentirnos vergüenza o dejarnos de ir detrás de lo que queremos. Lo mismo sucede con los problemas.Ellos no se resuelven, se superan, y gracias a eso, saldremos más fortalecidos.