La historia del niño que sobrevivió en la naturaleza entre los lobos

"Tengo la sensación de haber aprendido mucho con los lobos y poco con los hombres". Esta es la frase que define perfectamente gran parte de la vida de Marcos Rodríguez Pantoja, el niño de Cazorla, que vivió durante el período post-guerra en medio de la naturaleza, teniendo los lobos como única compañía.

Durante doce años de su vida Marcos fue forzado a sobrevivir y consiguió: aprendió a cazar su propio alimento, a hacer sus ropas y vivir en bando.Compartir

Su padre, que no tenía medios para mantenerlo, lo vendió a un pastor que murió en el bosque, dejándolo completamente solo cuando tenía siete años. Nadie podría imaginar que doce años después este niño hubiera podido sobrevivir y convertirse en un hombre fuerte de diecinueve años.

Hasta hoy, Marcos siente que no se adaptó completamente a la sociedad y cree que el mundo de los hombres es muy superficial: "las personas se preocupan por las ropas que vestimos, si hacemos o no una buena combinación de las piezas".

Él no puede entender por qué los seres humanos se quejan tanto , cuando en realidad tienen todo para seguir adelante, sobrevivir y ser feliz. Él dice que el período que pasó en el bosque fue la época más feliz de su vida, especialmente porque él aprendió a cazar y nunca le faltaba comida.Los lobos eran su única familia

Cuando Marcos se quedó solo en el bosque, jamás imaginó que encontraría a otra familia para acogerlo. Sin embargo, una alcata de lobos decidió adoptarlo.

Comenzaron por ceder las sobras de la comida que habían cazado. A los pocos, los lobos más viejos comenzaron a tratarlo como un cachorro. Al contrario de lo que usted puede creer, el pequeño Marcos no quería volver a la sociedad.

Cuando era niño, él había sufrido con los maltratos de su madrastra y la negligencia de su padre. Él sintió en la piel el odio, la crueldad, el hambre, la pobreza y, por lo tanto, rechazaba todo lo que tenía que ver con ese mundo. En la naturaleza, se sentía amado por los animales: los zorros, las ratas, y sobre todo, los lobos, cuidaban de él como nadie había hecho antes. Compartir El antropólogo que escribió la tesis sobre este caso, Gabriel Janer, dice que Marcos no está inventando nada, sino imaginando un amor que pueda cubrir su necesidad de afecto, el amor que no recibió cuando era niño.

Y los lobos lograron suplir. Gracias a ellos,Marcos se sentía amado, cuidado y, eso contribuyó para que fuera feliz en la naturaleza.

Cuando se acuerda del día en que la Guardia Civil lo encontró y lo trajeron de vuelta a la sociedad, no sabe si ellos hicieron algo bueno o malo, porque a partir de allí comenzó a él la dura vida del hombre; en su opinión, más difícil que en la naturaleza.

La vida en sociedad Volver a la sociedad significa hacer cosas que tal vez no quieras hacer: trabajar para ganar dinero y comprar comida, sufrir con la envidia, el resentimiento y la burla de los demás hombres. De acuerdo con Marcos, viviendo con los lobos él no necesitó enfrentar nada de eso. Desde que llegó al mundo de los humanos, siempre están tratando de engañarlo, sacan provecho de su ingenuidad. "Yo no sabía lo que era el dinero y no me importaba con él. Yo no entendía por qué necesitaba dinero para comer una manzana. La sociedad, como la conocemos, se caracteriza por inculcar en el hombre una serie de necesidades que realmente no tiene. Son las falsas necesidades. Compartir

Las personas sufren a causa de estas pseudonecesidades, cuando en realidad ya tenemos todo que es necesario para vivir bien.

La publicidad engañosa con la que estamos bombardeados tiene una gran parte de culpa, pero nosotros potenciamos su efecto cuando apoyamos las ideas que otros defienden y que sólo favorecen sus intereses.Marcos no entiende por qué la gente se queja tanto en un mundo de tanta abundancia. No es necesario cazar, comprar ropa listos, tenemos agua limpia y es fácil vivir bajo un techo. ¿Y entonces?

Vivimos en una sociedad que busca controlar, manipularnos para que hagamos lo que ella quiere: consumir, decir la hora en que debemos levantarnos, cómo debemos vestir o qué trabajo podemos ejercer. Es por eso que sufrimos. Esta desnaturalización del ser humano trae profundos sentimientos de ansiedad.

Marcos dice que con él esto no sucedía, él vivía solamente el presente. "Yo sólo sabía que el sol nacía y, después de un tiempo, llegaba la oscuridad, nada más." Este modo de vivir el día lo hacía libre y por lo tanto una persona feliz ".Compartir

Es verdad que ninguno de nosotros vivirá la vida de Marcos, pero nos haría bien si comenzáramos a librarse de necesidades absurdas ; podemos caminar más rápido con un equipaje más ligero y observar la abundancia que tenemos a nuestro alrededor. Todo esto nos dará alas y lucidez para descartar mucho sufrimiento innecesario.