La tercera ola, una experiencia sorprendente

Steve Conigio era un estudiante de segundo grado como cualquier otro. Un día, en la clase de historia que tenía con el profesor Ron Jones, formuló una pregunta interesante: "¿Cómo fue posible que el pueblo alemán, los ciudadanos comunes, alegrar ignorancia sobre lo que estaba pasando con los judíos?".Su profesor se rumoreando; no sabía qué responder. Este fue el comienzo de una experiencia desconcertante con la mente humana, que fue llamada "La Tercera Onda".

Ron Jones decidió tomar una semana de sus clases para enseñar a los estudiantes en la práctica como había sido posible que una sociedad libre se transforme en un régimen fascista.Siguió un plan cuidadoso y así logró probar su punto: sometidos a ciertas presiones constantes, muchos seres humanos terminan aceptando el totalitarismo como norma de vida.

La disciplina

El profesor comenzó el proceso usando la persuasión.Primero intentó convencer a los alumnos sobre la belleza y la grandiosidad de la disciplina. les ordenó que asumir una postura corporal muy rígida en sus carteras y corregía severamente hasta la más mínima falla.

Los alumnos asimilar rápidamente los nuevos parámetros y Jones se preguntó hasta dónde sería capaz de llevarlos. Entonces introdujo nuevas normas, como la exigencia de dirigirse a él llamándolo "señor", o la obligación de ponerse de pie y dar un paso al lado antes de hablar a la clase.

Lo curioso es que la productividad del grupo ha aumentado significativamente. Los alumnos más pasivos pronto se mostraron más interesados ​​y participativos.Todos parecían responder de forma positiva frente al autoritarismo.

El sentido de pertenencia

En el segundo día, el profesor Jones escribió en la pizarra un lema que resumía lo que había aprendido el día anterior: "Fuerza a través de la disciplina". Y agregó una nueva frase: "Fuerza a través de la comunidad". Luego les habló de la importancia de pertenecer a un grupo. Inventó historias para reforzar la idea.

Más adelante hizo que cada estudiante repetía los dos lemas aprendidos, en dos ocasiones. Ellos se mostraban muy satisfechos y parecían experimentar cada vez más el sentimiento de pertenencia del grupo. Al final, el profesor inventó un saludo con la mano para que los miembros se reconocier entre sí. Fue entonces cuando otros estudiantes supieron de esta nueva "comunidad" y pidieron entrar. El paso a la acción

El tercer día,

se implementó una cartera obligatoria para pertenecer al grupo de la Tercera Onda y más de 200 estudiantes pidieron ser admitidos. También se definió un ritual de iniciación, en el que los nuevos integrantes deberían jurar fidelidad a los principios del grupo. También se alertó a todos sobre la necesidad de vigilar a los demás para que no infringieran las normas. No pasó mucho tiempo para que comenzara a llegar acusaciones. Proliferaron "a los informantes", pero la idea estaba creciendo a pleno vapor.

Los alumnos que antes más se sobresalen ahora se veían desorientados y pasivos. Quien anteriormente estaba aislado, de repente se integró al grupo sin mayores problemas. Incluso el rector de la escuela comenzó a usar la longitud de la "Tercera Onda".El orgullo Al día siguiente el profesor Jones llegó a su clase y encontró un grupo de 80 alumnos, completamente silenciosos y atentos a lo que tenía que decir. El profesor

habló del orgullo nacional, de la importancia de hacer del país la mejor nación del planeta

. Luego los invitó a una reunión pública, exclusiva para los miembros de la Tercera Onda, en la que un candidato a presidente anunciaría un programa de gobierno para la nación. Todos estaban entusiasmados y empezaron a preparar la actividad sin ningún cambio. Se descubre la experienciaEl último día de la experiencia comenzó con los preparativos para la manifestación.

En el auditorio, Jones saludó a los alumnos que respondieron con el gesto combinado.

También se pidió que repitieran el mantra(Fuerza a través de la disciplina!) y lo hicieron varias veces, con plena convicción. Entonces, Jones llamó a una televisión para que todos conocieran al líder esperado. La imagen permaneció en blanco. Poco a poco comenzó a propagarse la angustia y se impuso un largo silencio. Entonces Jones cogió el micrófono y dijo estas palabras: "Oigan con atención, tengo algo importante para decirles. No hay ningún líder. No hay ningún movimiento nacional llamado Tercera Onda. Ustedes fueron usados, manipulados, y no son mejores que los nazis alemanes que estudiaron. "

Luego pasó una película sobre el Tercer Reich. Algunos lloraron; otros simplemente se levantaron y se fueron en silencio, decepcionados.