Hay personas crueles disfrazadas de buenas personas. Son seres que lastiman, que agreden por intermedio de un chantaje emocional maquiavélico basado en el miedo, la agresión y la culpa.Aparecen ser personas altruistas, pero en realidad esconden intereses ocultos y frustraciones profundas.
Muchas veces se oye decir que "quien lastima lo hace porque en algún momento de la vida también ha sido herido". Que el que se lastimó, lastimar. Sin embargo, aunque detrás de estas ideas exista una base verídica, existe otro aspecto que siempre nos cuesta admitir: La maldad existe.Las personas crueles, a veces, disponen de ciertos componentes biológicos que las empujan hacia ciertos comportamientos agresivos. "No hay maldad más cruel que la que nace de las semillas del bien." -Baldassare Castiglione- El científico y divulgador Marcelino Cereijudo nos señala algo interesante. "No existe el gen de la maldad, pero hay ciertos aspectos biológicos y culturales que la pueden propiciar".
La parte más compleja de este tema es que a menudo tendemos a buscar rótulos y patologías en comportamientos que simplemente no entran dentro de los manuales de psicodiagnóstico. Los actos maliciosos pueden ocurrir sin que exista necesariamente una enfermedad psicológica subyacente. Todos nosotros, en algún momento de nuestra vida, ya conocemos a una persona con este tipo de perfil. Seres que nos regalan con adulación y atención. Personas agradables, con éxito social, pero que en privado delinean una sombra oscura y ampliada. En la profundidad de sus corazones respira la crueldad, la falta de empatía, e incluso la agresividad.
Las personas crueles y la molécula de la moral Como dijimos anteriormente, hasta hoy nadie ha podido identificar la existencia del gen de la maldad. Sin embargo, en los últimos años han aumentado los estudios sobre un aspecto fascinante: la denominada "molécula de la moral".Para comprender mejor lo que es esta estructura, vamos a contextualizar a partir de una historia real. Una historia terrible, que lamentablemente sucede con mucha frecuencia.Hans Reiser es un programador norteamericano famoso por haber creado los archivos ReiserFS. Actualmente, y desde 2008, está en la prisión de Mule Creek por haber asesinado a su esposa. Él no tuvo problema en declararse culpable y en revelar dónde enterró el cuerpo de Nina Reiser. Como dato curioso, vale la pena decir que
este especialista en programación dispone de una inteligencia prodigiosa, hasta el punto de haber iniciado sus estudios universitarios aún adolescentes. Después de un juicio rápido y de haber ingresado en la cárcel de San Quintín, decidió preparar él mismo su recurso. A través de 5 hojas escritas a mano, argumentó que su cerebro funcionaba de manera diferente. Reiser tenía conocimiento de los estudios que se estaban realizando sobre la oxitocina y la utilizó como argumento. Según él, había nacido con el siguiente problema:su cerebro no producía la llamada molécula de la moral. Carencia de empatía. Obviamente, y como era de esperar, este argumento no le impidió cumplir la pena perpetua. Sin embargo, el tema sobre el origen de la maldad volvió a entrar en debate. En los días de hoy, se da pleno valor al hecho de que
la oxitocina es la hormona que hace de nosotros seres "humanos" en su vertiente más auténtica.
Personas educadas y preocupadas en ayudar, cuidar y empatizar con nuestros semejantes.Cómo defenderse de la crueldad camufladaEn nuestro cotidiano, no siempre nos relacionamos con personas tan crueles como la anteriormente citada. Sin embargo,
somos víctimas de otro tipo de interacciones: las de falsa bondad, la agresividad encubierta, la manipulación, el egoísmo sutil, la ironía más dañina, etc."El mundo no está amenazado por las personas malas, sino por aquellas que permiten la maldad."-Albert Einstein-
Estos comportamientos pueden ser el resultado de varios aspectos. Carencia de inteligencia emocional, un ambiente poco afectivo donde la persona creció o incluso un déficit en la liberación de la oxitocina. Todo esto tal vez determinará esa agresividad más o menos encubierta. De cualquier forma, no podemos olvidar que cuando hablamos de agresividad, no nos estamos refiriendo exclusivamente al daño físico.La agresión emocional, la instrumental o la verbal son heridas menos denunciables debido a la necesidad de ser probadas, pero son más corrientes y por eso tenemos que defendernos. Explicaremos cómo.
Personas crueles: saber reconocerlas y evitarlasTodos podemos ser víctimas de las personas crueles. No importa la edad, el estado o nuestras experiencias anteriores. Este tipo de persona puede encontrarse en medio de la familia, en entornos de trabajo y en cualquier otro escenario. Sin embargo, podemos identificarlas de varias maneras.La persona de corazón oscuro nos seducir con la mentira. Se van a camuflar detrás de palabras bonitas y actos nobles, pero poco a poco surgirá el chantaje. Y más tarde, la creación del miedo, la culpa y la violencia mental.
Ante estos mecanismos, sólo cabe una opción: la no tolerancia.
No importa que sea nuestra hermana, nuestra pareja o un compañero de trabajo. Los perturbadores de la calma y del equilibrio sólo buscan una cosa: acabar con nuestra autoestima para tener el control.Tendremos la sensación clara de que no hay salida. De que ellas nos tienen bajo sus redes. Sin embargo, vale recordar que"es más poderoso el que es dueño de sí mismo". Por eso, es importante acabar con el juego de la dominación y la agresividad con determinación.
Los juegos de la dominación y de la agresividad encubierta son muy complejos. Sin embargo, es necesario actuar con rapidez para eliminar trampas y reaccionar ante amenazas veladas. En el momento en que sentimos incomodidad o preocupación en relación a ciertos comportamientos, sólo existe una opción: la distancia.