Hay "personas mágicas" rodeándonos por todos lados. Son aquellas con las que usted conoce la felicidad, las que le ayudan a volar, a brillar ya aliviar su mochila. Ellas, las personas con las que comparte la complicidad, la permanencia.
A veces no es necesario decir "estoy a su lado" porque sobran palabras. A veces usted se da bien con una persona y de la nada usted se guía por la melodía del "me quiera bien". Es un vínculo sano, claro en los contenidos, abierto a experiencias. La amistad es de éstas de miradas sinceras que alivian las tristezas y nos ayudan a librarse de los obstáculos que aparecen. "Hay personas mágicas. Yo juro, ya las vi. Están escondidas por todos los rincones del planeta. Disfrazadas de normales. Disfrazando su manera especial de ser. Se buscan comportarse como los demás. Por eso a veces es tan difícil encontrarlas. Pero cuando las descubres, ya no hay camino de vuelta. Usted no puede deshacerse de su recuerdo. No cuentes a nadie, pero dicen que tu magia es tan fuerte que si te toca una vez, lo hará para siempre. "
CompartirContamos a las personas mágicas en los dedos de una mano
Contamos los verdaderos amigos en los dedos de una mano.
Esta es una gran verdad que probablemente nadie puede negar. Esto es normal, pues no podemos encajar expectativas, sentimientos, emociones, pensamientos y gustos con todas las personas que pasan por nuestras vidas. Hay personas con las que nos conectamos de forma especial y las experiencias nos vinculan, sirviendo para sostener uno de los planes más importantes de nuestras vidas: el social. Como dijo Aristóteles, somos animales sociales y, por lo tanto, necesitamos esas uniones para sentirnos completos.
Las "personas mágicas" son aquellas que tienen grandes cualidades sociales y emocionales, las que nos dan su apoyo, nos rescatan y nos encaminan. En otras palabras, las que poseen inteligencia social, prima de la inteligencia emocional.
La inteligencia social y sus dos principales ingredientesLa inteligencia social se define como la capacidad de las personas para relacionarse.
Según Daniel Goleman esta tiene dos ingredientes fundamentales:
La conciencia social: es la capacidad de ser sensible al estado interior de la otra persona, de percibir las señales emocionales no verbales y comprender sus sentimientos, pensamientos e intenciones. Se trata, por lo tanto, de:
- Sintonizar y oír de verdad. Dar espacio para que el otro diga lo que quiere decir.
- Permitir que la conversación siga un rumbo definido para todos.
- Para ello es fundamental un conocimiento verdadero de cómo funcionamos a nivel social, pues sin éste no podremos decodificar los signos sociales que se revelan.
- La aptitud social:
- es la habilidad que nos permite establecer buenas relaciones y vincularnos considerando las necesidades de los demás. Es decir, además de ser socialmente consciente, hay que saber cómo construir cambios fluidos y eficaces. Para ello es necesario:
- Saber presentarse. Preocuparse con las necesidades de los demás y actuar de acuerdo.
- Tener amigos que se preocupan por ti.
- En resumen, la inteligencia social no es sólo tomar el tiempo para oír a la otra persona, sino sintonizarse profundamente con los sentimientos ajenos y dar margen a un contacto más íntimo que sostiene.
- Las "personas mágicas" son inteligentes social y emocionalmente, lo que les concede ese status, un don de expresividad que atrae a los demás.
En este sentido, como dijimos, existen relaciones que son forjadas y potencian la posibilidad de lo que nos conmueve. Estas uniones nos atan a la vida, nos alentamos a ser mejores y traer a la luz las zonas oscuras de nuestras almas. Aunque quizá pueda parecer lejano, la inteligencia social y emocional son cosas que están a nuestro alcance.Por eso, no descarte la posibilidad de cruzar con una "persona mágica" hoy mismo y, principalmente, no descarte la posibilidad de que usted desprenda magia a alguien.
Ilustraciones de Kristina Webb y Anne Soline.