¿Se preocupa o se ocupa cuando tiene algún problema? Todos nos enfrentamos a varias situaciones en el día a día. Lo que nos diferencia es que algunas personas se dejan llevar por la preocupación excesiva, mientras que otras se concentran en buscar una solución y actúan cuando la encuentran.
Ya he escuchado a varias personas diciendo que si no se preocupan y sienten que no están haciendo nada. Por supuesto, es necesario concentrarse en el problema, analizarlo y encontrar una salida. Pero pasar todo el tiempo dando vueltas con el problema no va a traer cambio alguno.
Además, la preocupación excesiva genera diversos contratiempos físicos: dolores de cabeza, insomnio, estrés, mareo, etc. A continuación enumeramos algunos consejos para que esta situación no sea capaz de vencerlo.
Véase el problema de forma objetiva
Sé muy bien que ese consejo va a parecer absurdo. Después de todo lo que pasó ahora el problema se volvió gigantesco, ¿no es así? Bueno, esa es justamente la razón por la que la preocupación excesiva te está consumiendo. Este es un círculo vicioso: cuanto más atención se da al problema, mayor parece ser.
Por eso, nuestra recomendación es que usted se olvida por un momento que el problema es suyo. Trate de imaginarlo como algo que está pasando con otra persona y piense en lo que usted diría. ¿Cuál sería su solución? ¿Cómo usted recomendaría atacarlo? Desconecte por un momento
Estar encarcelado en casa o en la oficina viendo, respirando y entrando cada vez más en el problema que causa la preocupación excesiva no será de gran ayuda. Tira un minuto para buscar una distracción.
Lo importante es que usted tenga la oportunidad de desconectar su mente por un momento. Muchas veces caemos en la preocupación excesiva porque fijamos el problema con toda nuestra atención. Cualquier cosa que te ayude a relajarte vale la pena: salir y dar un paseo, cerrar los ojos y dormir por un momento, conversar con alguien. No es ni un poco inusual que, al regresar a la casa después de salir a tomar un café con un amigo, usted encuentra la solución a su problema casi de forma mágica. Esto sucede porque nuestra mente tuvo un tiempo para relajarse y buscar nuevas soluciones.
Piense en ustedEn el inicio comentamos que la preocupación excesiva genera varios problemas físicos y psicológicos. Una buena forma de combatir estos síntomas es concientizándose de los riesgos que vienen junto con la preocupación excesiva.
Si ahora parece complicado encontrar una solución, será aún más difícil si su situación física está mal.
Usted necesita estar bien para concentrarse en lo que requiere su atención: sus hijos, los problemas, la vida diaria, etc.
Busque ayuda de un profesional ¿La preocupación excesiva está generando un problema que usted no puede solucionar solo? Entonces busque ayuda de la forma apropiada. Conocí a personas que, en su deseo de parecer fuertes, buscaron solucionar todo sin ninguna ayuda. Por supuesto, usted tiene muchas capacidades, pero a veces simplemente no será posible hacer algo.
La ayuda de un contador, un abogado, un médico o cualquier otro profesional siempre está disponible.
No trate de solucionar cosas que realmente no entiende.
Si usted da una oportunidad, tal vez descubra que la solución no es tan compleja como usted piensa, pero usted puede necesitar a alguien para guiarle.
En otros casos, dejar el problema en las manos de un profesional puede ser la cura final para su preocupación excesiva. Cambie los pensamientos negativos Una vez que un problema surge en su camino, usted tiene dos opciones: buscar la solución de forma tranquila o dejarse llevar por ideas negativas.
Si el camino elegido es el segundo, el problema se convertirá en una bola de nieve y la preocupación excesiva tomará el control de la situación.
En lugar de dejarse llevar por los pensamientos negativos, luchar contra ellos y buscar algo bueno. No diga que no es posible porque usted creerá en eso. Si alguna idea así aparece, piense que sí, es posible, y que sólo necesita encontrar la solución correcta.
Hable con alguien La preocupación excesiva no le dejará ver las alternativas de soluciones que están disponibles. Llegando a ese punto, darse a sí mismo la oportunidad de hablar con alguien. Un amigo, su pareja, sus padres o cualquier otra persona.
No importa si no es un profesional en el tema porque lo que usted necesita es sólo una nueva perspectiva.
Hablar le ayudará a ver más allá de lo obvio, y con eso será posible encontrar soluciones que no habían pasado por su cabeza anteriormente.
No sea llevado por la preocupación excesiva Es muy fácil concentrarse en el problema y olvidar que hay más opciones. No caiga en ese error; es mejor buscar alternativas para ir adelante.