Consejos para enseñar a los niños cómo pensar

Hace algunos días, salió en los medios un artículo polémico diciendo que casi el 90% de la población mundial no sabe pensar.

Esta afirmación es del médico y filósofo Robert Swatz. Quien conoce su trabajo y las escuelas que administra en varios lugares del mundo sabe que él no pretende solamente preocupar a los padres, sino ayudarles a mostrar a sus hijos esas técnicas de aprendizaje.

Este famoso filósofo pretende destacar algunos datos polémicos de ese artículo. La mayoría de la gente percibe los acontecimientos de una forma muy subjetiva y racional; perdemos la flexibilidad y la capacidad de pensar de un modo más crítico y creativo.

Es posible que, debido a este enfoque de pensamiento más "vertical que lateral", hemos perdido la espontaneidad que nos permitiría, por ejemplo, controlar mejor el estrés diario y lidiar con los problemas del día a día.

Un pensamiento que sabe hablar de emociones, que las identifica, comprende y prioriza la curiosidad, el sentido crítico y la apertura a todo lo que nos rodea, es un pensamiento libre y capaz de traer más felicidad.

Hace poco, hablamos en nuestra escuela de pedagogía sobre María Montessori. Sin duda, podemos utilizar sus enseñanzas para estimular en los niños un pensamiento más libre y más creativo. Sin embargo, la escuela es tan importante en la educación de nuestros hijos como las madres, los padres, los abuelos ...

¿Qué tal empezar a poner en práctica estos consejos para "enseñar a los niños cómo pensar"?

1- El niño es único e importante

Un grave error que percibimos en la educación escolar actual es que trata a los niños como iguales, como si tuvieran la misma mentalidad y las mismas experiencias. Tenemos entonces "mentes en serie" y niños que se comportan de la misma forma.

Debemos animar al niño para que se sienta única, especial e importante; es una persona capaz de aprender muchas cosas.

Los niños tienen, sin duda, un potencial muy grande para aprender y explorar, y como padres atentos debemos darles apoyo y confianza, desde muy pequeñas. Si delante de cada palabra, idea o cuestionamiento, se sienten apoyadas y valoradas, se sentirán seguras para seguir adelante.

2- Educar las emociones

Para que aprendan a pensar, es esencial que los niños aprendan cómo funciona el mundo de las emociones. Por ejemplo, desarrollar la empatía es una clave esencial para su desarrollo como "una persona sociable".

Un pensamiento que entiende lo que es la tristeza y sabe cómo administrarla, que identifica la rabia y aprende a canalizarla, es un pensamiento sabio porque logra entenderse a sí mismo ya los demás.

La educación de los niños comienza alrededor de los 3 a 4 años, cuando comienza su vida escolar. La educación que enseña a pensar comienza tan pronto como llegan al mundo.

Un niño que recibe cariño, que se siente amada desde el nacimiento, desarrolla en su cerebro un tipo de aprendizaje emocional y social muy importante para su futuro.

3- La importancia de saber reflejar y entender los propios pensamientos

Aprender a quedarse sólo consigo misma es otro pilar de ese pensamiento maduro y equilibrado; saben lo que quieren y toman sus decisiones por sí solas.

Aprende a reflexionar y pensar en las consecuencias antes de hablar; son independientes, maduras y evitan los apegos y la sobreprotección.

Un niño seguro puede quedarse sola sin ansiedad.

Ofrezca libros, aunque no sepan leer. Déjelo tocar, manipular y enfocar en los dibujos. Más tarde, cuando aprendan a leer, tendrán más facilidad para imaginar, reflexionar y aprender sobre los variados asuntos.

4- Incentive su creatividad

No deje que los niños pierdan su "niño interior" conforme crecen.Es interesante incentivar actividades que desafíen y estimulen su curiosidad, para que aprendan mientras se divierten.

Un niño creativo será un adulto libre mañana. Desarrolle su capacidad imaginativa, su voluntad de aprender y su curiosidad.

5- Desarrollar su sentido crítico

Su hijo no es como usted desea; que tiene una personalidad propia que debe ser respetada en todo momento.

Permita que él tenga sus ideas y sus opiniones, y que sepa argumentar. No deje que acepte solamente una visión de los hechos. Si está estudiando sobre un determinado asunto en la escuela, le animará a ser crítico, a buscar otras opiniones y otros enfoques.

Ayúdelo a desarrollar su voz activa para que tenga opiniones propias sobre todo, y para que su forma de pensar sea crítica y flexible, no una mente "estándar" que se deja llevar.

Sólo existe una libertad: la del pensamiento.- Antoine de Saint-Exupéry -Compartir