Estoy en un período bien corrido: lanzamiento de un proyecto, comecino de otro. Y, como todo ser humano en fase de cambio, termino olvidando de una u otra cosa. Mis meditaciones empezaron a ser más rápidas y me quedé menos atenta a mí misma y al proceso de evolución interior por el que estoy pasando.
Y es en este momento que empiezan las pruebas. En la relación con las personas principalmente. Poniendo en prueba lo que pasó por encima y creía que ya había superado. En mi caso, la impulsividad. Dicen que es una característica bien aria: golpeó, se llevó. Pero, ¿es que siempre vale la pena?
Podemos evitar ciertas situaciones y, sin embargo, muchas veces actuamos sin pensar. Y quien está infeliz, triste, o es amargo, percibe eso y se aprovecha de la situación creando fricciones, situaciones hasta embarazosas para que su felicidad y equilibrio sean, literalmente, puestos en prueba.
No, esas personas no merecen que usáramos nuestra energía con discusiones. Es nuestro Ego dando señales de que él todavía está allí queriendo ser alimentado. Y si usted deja puede arriesgar todo lo que usted conquistó en años de trabajo espiritual y mental. ¡No permita que esto suceda!
Vigile sus actitudes. Ore más, medite más e incluya en sus rituales el envío de energía positiva para esas personas. No las considere como enemigas. Ellas son pruebas. Y si te quedas atento, sabrás sacar lo mejor de la situación y auto-auto. Se pregunte: por qué estoy atrayendo eso? ¿Por qué, repetidamente, estoy siendo atacada por esa persona? ¿Cuál es el motivo de estar en mi vida?
Las pruebas por las que pasé en esos días me mostraron que todavía tengo un largo camino por recorrer y que el Ego, o la antigua Kásia, continúa allí, sirviendo para recordar que el trabajo interior debe ser continuo, persistente y eterno.
No desee el mal. No haga el mal. Cuídate. Haz el bien a ti ya los demás. Aléjese bien. Y, en consecuencia, las energías negativas se alejan y las positivas se acercan cada vez más. Se ve al bien y el bien se abrazará con tanta fuerza que nunca más va a poder soltar.
No se deje de lado por nada. Te mereces lo mejor. Su historia de vida es la prueba de ello. Y, cuando dude, recuerde todo lo que ha pasado y hasta dónde ha llegado. Después firme los pies en el presente y aprovecha el momento. Ama y será amada. Cuide y será cuidada. Acepta y será aceptada. Esforzarse y ser mejor cada día.
No dejes que las cosas malas de las que has luchado tanto para librarte vuelvan. Olvídate del Ego. ¡Quédate alerta!
Palabras de Osho: "Hay sólo dos estados de conciencia - el estado del ego y el estado del amor. El estado del ego es limitado, en forma de semilla, un estado atómico - el amor es toda compasión, el amor es divino. El centro del ego es el yo, el ego existe por sí mismo. El néctar del amor es el universo. El amor existe para todos. El ego es explotación, el amor es servicio. Y el servicio que fluye del amor, libremente y espontáneamente, es no-violencia. "
Bateó, llevó no vale la pena. Porque el que lleva, al final, es sólo tú.
Namaste