Hace unos días un amigo me decía que sería muy feliz si existiera la posibilidad de viajar en el tiempo, más específicamente al pasado. La seriedad con que él intentaba convencerme de los innumerables beneficios que podrían existir si pudiéramos volver atrás en una máquina del tiempo me sorprendió. Cambiar las cosas que no hizo derecho, cambiar decisiones, cambiar algunas palabras equivocadas, una reacción, un comportamiento, tal vez ... Cambiar, de forma definitiva, algo que actualmente genera arrepentimiento. Lejos de cuestionar la moralidad de su deseo, intenté exponer a él mi punto de vista, sin dejar de pensar que sería mágico viajar en un
DeLorean, cuyo combustible principal fuera la basura. En primer lugar, le pregunté qué valor tendría cualquier decisión tomada, si en cuestión de segundos, de acuerdo con el resultado, pudiéramos volver atrás y empezar desde cero. Soy un enérgico defensor del valor de las decisiones, pues son ellas las que nos permiten avanzar de un punto a otro, y sería una tragedia romper esa cadena que nos define. El camino fue escogido por ti y, queriendo o no, es tuyo. En segundo lugar, resalta aquí el absurdo que es arrepentirse. Por el simple hecho de que es injusto ir contra algo que, en el instante en que se produjo, parecía correcto, te representaba, era de su gusto o te convencía. ¿Tú error? Todo bien, todo el mundo se equivoca. Pero ¿por qué arrepentirse? Los momentos importantes de la vida de una persona pueden ser recordados por sus enormes fallos, pero no debemos renegarlos, pues en aquel momento parecía el correcto a hacerse. La elección es siempre nuestra. Una máquina del tiempo nos haría perder la energía y la posibilidad de tomar decisiones. Por último, te invito a reflexionar sobre la realidad en que nos encontramos. No tenemos una máquina del tiempo y ni necesitamos una.
¿Quieres cambiar algo? Vamos, empieza ahora. Hace un año que está en un trabajo que no le gusta y quería volver atrás para no haberse comprometido? Por favor, no sea mareado. Usted puede cambiar esto hoy, no hace un año. ¿Quisiera haber dicho a esa persona especial cuán maravillosa es ella? Que estas esperando? ¡Diga pronto eso a ella! La oportunidad perdida no volverá, pero de esa manera usted va a seguir perdiendo las que pueden aparecer.
¿Quisiera no haber gritado con su mejor amigo, pues fue así que perdieron el contacto? Haga el favor de coger el teléfono, el autobús, poner los zapatos y solucionar este problema ahora mismo. Si lamentar sin bosquejar ninguna reacción es pérdida de tiempo. ¡Reacciona!Todavía es tiempo! No espere que una máquina del tiempo sea capaz de resolver lo que usted mismo puede resolver. ¡Es ahora!