Hasta poco tiempo no he racionalizado mucho sobre la amistad. Amigos para mí eran las personas que me oían, sonrían y se divertían conmigo. Si todo iba bien, seguíamos viéndonos. Si las cosas empezaban a quedar extrañas, yo desaparecía y la amistad terminaba. Punto final. Una cosa que siempre he notado es que la mayoría de las "amistades" que tuve dentro de este esquema querían cosas absurdas (sé de eso hoy) a cambio: que yo pagara bebidas; de ese acceso a fiestas; o que fuera la amiga obediente ... Y yo lo hacía. Inconscientemente, yo sabía que si no hiciera eso yo no tendría a esas personas cerca. Encontró extraño cuando alguien decía que tenía amigos de infancia. Me preguntaba si tenía también. Entonces comenzaron las transiciones.
Hace poco más de 4 años empecé a ver el vacío de esas relaciones de manera consciente. Y fui limpiando lentamente. A poco fui notando que, entre las personas que estaban en mi círculo, había algunas que me amaban. He encontrado lo máximo. Pero estaba involucrada demasiado con trabajo, matrimonio y otras cosas que no tenía como enfocar mucho en eso. Pero ya sabía diferenciar quién era "de verdad" y quién "era de mentira". Y entonces vino el divorcio. El dinero acabó, el prestigio de los antiguos trabajos también, la autoestima fue para la basura y, creí, la lista de amigos saltó de decenas para muy pocos. Pero descubrí otra categoría: los ángeles. Cuando niños, aprendemos a creer en los ángeles rubios, con carita de bebé y alas blancas. A pesar de que nunca podemos verlos, sabemos que ellos están allí protegiéndonos, independientemente de las circunstancias. Entonces crecemos y descubrimos que tenemos diversos tipos de ángeles: espíritus, antepasados, nuestros padres ... Y espíritus encarnados, evolucionados, que están en la tierra para hacer el bien. Por más que parezca difícil encontrarlos en este mundo, ya que fuimos condicionados a ver siempre el lado negativo de las cosas, ellos están por todas partes. Pero usted necesita estar preparado.
Volviendo a hablar de amigos, cuando las cosas se hicieron más difíciles de lo que yo podría concebir en ese momento, mis amigos me dieron mucha fuerza. Pero los ángeles que estaban a mi alrededor me ayudaron a cambiar de vida. Yo bromeo que Dios preparó una fuerza de trabajo para aprovecharme en ese momento. Además de mi madre y tías, tres amigos que, no por coincidencia, son hermanos entre sí, me apoyaron dando soporte, auxiliados por una gran psicóloga, para que yo cuidara mi salud mental, en primer lugar, seguida de la salud física.
El proceso fue largo y emocionante. En el caso de que se trate de una persona que no sea de su familia, Creía que las personas que desaparecieron habían ido por mi causa y que yo no merecía la "amistad" de ellas. Entonces esos ángeles me presentaron otras excelentes personas que también se convirtieron en mis amigos. ¿Y sabes lo que esos ángeles, amigos y nuevos amigos me pidieron a cambio? Que yo fuera feliz. Que me encontrase. Que retomar el camino que yo sabía que había perdido. Que yo aprendiera a amar a esa persona que os escribe ... Y yo no los decepcioné. Si hoy escribo para ustedes y ayudo a mujeres y hombres a superar adversidades, es porque me ayudaron.
Si me amo y me valoro como valorizo hoy, es porque fui amada y valorada. Si me acuerdo de este Ser que vive dentro de mí y me guía para la evolución todo el tiempo, es porque este Ser no olvida de mí ni por un segundo, porque yo soy parte de él y él de mí. Por esta razón, mi página está abierta para que las personas que quieran hablar, conversar, descubrir nuevas cosas me puedan buscar. Tiene mucho amor en cada palabra que escribo. Perdí el miedo de las personas y pasé a confiar más en ellas. Sí, tengo grandes amigos de infancia
Descubrí que sí, tengo grandes amigos de infancia, y pasé a confiar más en ellos y abrirme para oír y ser escuchado. Descubrí que el cambio del mundo comienza por nosotros mismos.
Descubrí que cuanto más damos amor, más recibimos (así como cualquier otra cosa). Por eso me siento preparada para decirle que sí, estamos rodeados de ángeles. Basta con abrir los ojos de la mente y del corazón.
¡Muchas gracias!
Namaste