Aristóteles siempre atribuyó un valor especial al tema de amistad en su obra. Para él, era un bien valioso y un incentivo para una vida feliz. Sin embargo, especificó que en la vida podemos encontrar tres tipos de amistad, tres tipos de vínculos, donde sólo uno puede elevarse a una forma superior de relación, a un vínculo excepcional lejos del interés y de la simple casualidad.
Como se sabe, Aristóteles era un polímata. Su conocimiento, o mejor, su amplia curiosidad le permitió adquirir un conocimiento en áreas bien diversas como la lógica, la ciencia, la filosofía ... Así, algo que sin duda es muy marcado cuando abordamos trabajos como 'Ética a Nicômaco' es que él describe en aquella época al ser humano como una criatura rigurosamente social.Él nos describe como animales sociales, donde la amistad supone, sin duda, la forma más satisfactoria de convivencia. "Sin amigos nadie escogía vivir, aunque tuviera todos los demás bienes". En su tiempo el sabio no tenía acceso o posibilidad de conocer los misterios del cerebro, pero si hay algo que la ciencia moderna ha sido capaz de demostrar es que este órgano necesita la interacción social para desarrollarse, sobrevivir y, se beneficie, a su vez, de una salud adecuada. Somos, sin duda, animales sociales, criaturas que necesitan fuertes lazos con nuestros semejantes. Sin embargo, los vínculos a los que debemos aspirar deben, ciertamente, basarse en una serie de pilares.
Los tres tipos de amistad que caracterizan al ser humano
Muchas veces vemos a los filósofos clásicos como repletos de sabiduría respetable, pero distantes. Son las voces de ayer que podemos citar de vez en cuando con fines informativos, pero pensando, a su vez, que muchas de las cosas que nos dejaron en esos legados milenarios tienen poco que ver con las necesidades y características actuales. Nada está más lejos de la realidad. Además,
en medio de nuestra ansiedad existencial es realmente oportuno reconectarse con ellos para descubrir textos auténticos de crecimiento personal. "Ética a Nicómaco" es uno de ellos, un trabajo revelador sobre cómo alcanzar la felicidad y sobre el lugar que nuestras relaciones sociales ocupan en nuestro día a día. Para Aristóteles, la amistad es un intercambio donde se aprende a recibir y donar , pero lejos de ser concebida como un sistema de pago, debemos recordar que
"no es noble desear recibir favores, porque sólo el infeliz necesita de bienhechores, y la amistad es, ante todo, libertad. El estado más virtuoso del ser ". Por otro lado, algo que Aristóteles nos explica en este trabajo es que existen tres tipos de amistad que, de alguna forma, todos encontramos en más de una ocasión.
La amistad interesada El hecho de que las personas se instrumentalizan unas a otras es bien conocido.
Algunas lo hacen con más frecuencia, otros no lo conciben y algunos entienden la amistad de esta manera: " comienzo una relación de falsa amistad con usted en la esperanza de obtener algún beneficio". Aunque tengamos uno o varios amigos, todos esperamos recibir algo a cambio: apoyo, confianza, construir buenos momentos, compartir situaciones de ocio, etc.
Hay quien utiliza la adulación y la manipulación para obtener dimensiones más elevadas: posición social, reconocimiento ...
La amistad que sólo busca placer
Este es uno de los tres tipos de amistad que, sin duda, nos será bien conocida. Es una interacción que generalmente ocurre mucho durante la adolescencia y al inicio de la juventud. Más tarde, cuando nos volvemos más selectivos, cautelosos y aplicamos filtros apropiados, es menos común ver este tipo de amistad de dos caras surgiendo. Ahora, ¿en qué se diferencia la amistad interesada de la que busca placer? En la primera, la persona busca obtener un beneficio, sean favores, acceso a otras personas, reconocimiento, etc.En el caso de la segunda dimensión, lo que se desea es simplemente "aprovechar el tiempo".Son personas orientadas a un hedonismo vacío e inconsecuente, que buscan estar con los otros exclusivamente para compartir momentos de relajación, alegre complicidad y agradable bienestar. Así, cuando la otra persona necesita un apoyo sincero ante un problema o cuando las cosas se complican, el falso amigo se disuelve en la nada, como azúcar en una taza de café.
La amistad para Aristóteles consiste en anhelar y buscar el bien del amigo, favoreciendo, a su vez, nuestra propia realización individual al cuidar de ese vínculo especial. Compartir la amistad perfecta
Entre los tres tipos de amistad definidos por Aristóteles, existe la ideal, la más sólida, la más excepcional pero aún posible. Es aquella en que, además de la utilidad o del placer, hay una apreciación sincera por el otro como él es.
Hay un tipo de altruismo en este vínculo donde no se busca sacar provecho, donde simplemente se desea compartir los buenos momentos, las cosas cotidianas y ser también la referencia permanente a quien recurrir para recibir apoyo.
Es la amistad basada en la bondad, a la que Aristóteles describió casi como una relación de pareja. Porque, al final de cuentas, los amigos perfectos, los amigos de corazón son muy pocos, son escasos, son las referencias para construir un sentido de intimidad profunda, donde esperamos no ser traicionados, donde se valoran experiencias, recuerdos y promesas que ni el tiempo o la distancia pueden destruir. Para concluir,
es muy posible que muchos de nosotros tengamos en este momento los tres tipos de amistad descritos por Aristóteles:
personas que quieren algo de nosotros, amigos que sólo nos buscan para compartir momentos de diversión, y personas excepcionales que están presentes para lo que dé y venga. Amigos que no cambiaríamos por nada y que hacen de esa vida un viaje más divertido e interesante.