Cuantas veces escuchamos a ciertas personas que se quejan una y otra vez, con motivo o sin él, de cómo su vida es difícil, de cómo tienen mala suerte de cómo es complicado salir para luchar contra el mundo día tras día?
La queja es, sin duda, la madre de los problemas emocionales que tenemos hoy en día. Ciertamente, si dejáramos de quejarnos tanto por aquello que no funciona como nos gustaría y nos fijáramos más en todas las alegrías que tenemos, no estaríamos tan amargados. Vivimos en la era en que cuanto más cosas y facilidades tenemos, más infelices.
Estamos acostumbrados a hacer un drama cuando esa necesidad inventada por nosotros mismos no es cumplida. Y en consecuencia, nos quejamos una y otra vez sin llegar a ninguna salida, porque la queja no sirve para nada, además de hundirse aún más en la amargura.
"Quejarse es inútil y una pérdida de tiempo. Compartir
No pienso en hacer eso nunca más "- Stephen Hawking -Compartir¿Cómo son las personas que se quejan?- Piensan negativamente siempre.
Las personas que se quejan todo el tiempo nunca están contentos con nada. Desean algo, se quejan si no consiguen lo que quieren y, cuando logran, encuentran otra razón para quejarse. Aunque la situación en que vivan sea positiva o haya obtenido grandes ganancias personales o profesionales, siempre tendrán en la boca el complemento "Sí, pero ..." Esta actitud hace que nunca aprovechen nada y con que traigan amargura para sus vidas y para de los que las rodean.
- No buscan soluciones.
Es mucho más fácil reclamar o criticar lo que no salió como me gustaría que buscar soluciones para modificar lo que sea posible modificar. Buscar soluciones a los problemas implica dejar de caer en el victimismo y empezar a luchar por lo que queremos, aunque este es un esfuerzo que muchas personas no están dispuestas a hacer.
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Son chiflados y lo critican.
Las personas que se quejan, normalmente, critican todo en relación a los demás.
Eso es producto de su propia infelicidad y carencia.Recordemos que siempre criticamos en los demás nuestros propios defectos.
Ciertamente, el problema no está ni en el criticado ni en el hecho de que está sucediendo, sino en ellos mismos, que no saben apreciar ni valorar las cosas buenas de los demás y de la vida en general.Su atención está plenamente enfocada en lo que ellos consideran como negativos, sin ser capaces de ver el lado positivo que todo tiene.
- No aceptan que hay cosas que no se pueden intercambiar. Para este tipo de personas, la aceptación no existe. ¡No pueden tolerar que las cosas no salgan como ellos quieren y se dicen a sí mismos que es insoportable, intolerable o horroroso que el mundo funcione como funciona! El resultado es un empeoramiento de los problemas sin encontrar ninguna solución para los mismos, provocando una ansiedad y sufrimiento con los que es difícil lidiar.
La queja acabará cuando la persona se siente cansada o aburrida de quejarse y percibir que, además de una gran irritación, no puede obtener nada con eso. ¿Qué hacer para dejar de quejarse?1.
Deje de juzgar todo lo que sucede:
Usted no es juez de nada ni de nadie, por lo tanto, el más inteligente y sensato es mantener la boca cerrada de vez en cuando y adaptarse a las circunstancias. Además, antes de juzgar, mire en el espejo: usted tampoco es perfecto.
2. Promueva la aceptación en su vida:
La aceptación es un bálsamo para lograr la paz interior y la salud mental. Si nos damos cuenta de que hay varias situaciones, personas o hechos sobre los cuales no tenemos ningún poder y control, aprenderemos a dejar de tener expectativas y aceptar todo lo que la vida nos da.
3. Aleja los pensamientos negativos:
las palabras son el producto de nuestros pensamientos, de lo que decimos a nosotros mismos. Si se sabe combatir las ideas negativas e irracionales, será muy difícil caer en el victimismo, en las críticas y en la queja continua.
La clave está en confrontar nuestras ideas con la realidad y en darnos cuenta de que, muchas veces, somos nosotros mismos los que anticipamos, generalizamos y aumentamos las cosas. 4. Foque en el positivo: todo tiene su lado bueno, pero parece que no somos capaces de fijar nuestra atención en todo de bueno que tenemos a nuestro alrededor.
Si usted hace un esfuerzo consciente y empieza a enumerar todo de positivo que hay en su vida, se dará cuenta de que hay más cosas agradables y buenas de lo que usted imaginaba. Practique diariamente estos consejos y usted percibirá cómo, poco a poco, su vida comenzará a cambiar. Recuerde que
el cambio siempre empieza en nosotros mismos, no empieza por ahí. Reclamar del mundo no servirá de nada; ¡comience a amar la vida como ella es!