5 Cosas que cambié cuando comencé a cuidar de mí

El camino hacia la realización personal y la calma espiritual es arduo y, a veces, extremadamente angustioso. Es tanta cosa que vivimos y que procesamos que a veces, estar en paz con nosotros mismos y con los que nos rodean parece casi una misión imposible.Quien ya tuvo que enfrentarse a situaciones dolorosas, la mayoría de las veces, arriesgó su comodidad y apostó por la superación en detrimento del estancamiento personal y emocional, pudiendo venir a encontrar esa calma en el momento y en las circunstancias más inesperadas.

Puede ser que, de forma inconsciente, nuestra lucha interior se haya cristalizado en conquistas imperceptibles para nosotros, pero al acumularse una detrás de la otra, dieron frutos maravillosos.De repente usted no necesita que todo sea ideal y esté controlado,usted simplemente aprovecha lo que tiene

e ignora lo que hace mal. Quien ha luchado para mejorar se da cuenta de que una de las mejores formas de alcanzar el bienestar es, simplemente, saber cuidar de sí mismo.Y eso requiere una serie de decisiones sabias, que equilibran lo que queremos y lo que no queremos en nuestra vida.Saber escucharme, en vez de oír lo que otros dicen de mí

No hay nada peor que subordinar su vida y su personalidad a la aprobación constante de los demás.Es muy fácil convertirse en una muñeca rota si se adhiere a todo lo que la sociedad supone que es mejor para usted.Su personalidad nunca estará integrada en un todo, pero será una construcción de sobras e ideas viejas impuestas a usted, incluso sin que usted haya cuestionado el verdadero significado que ellas tengan para su alma.

Saber oír a sí mismo, prestar atención a su intuición, perderse por donde los demás dicen que no vale la pena ir y encontrarse al final del camino con la parte más auténtica de sí, para guardarla y decidir llevarla, siempre contigo. Eso es una victoria.

Alejarme de todo aquello que no es bello, útil y divertidoSí,

escogí ser un poco hedonista y el resultado fue mejor de lo que esperaba.

Seguir esta premisa me ha traído buenos sentimientos y ha evitado la mayor parte de las malas vibraciones que giran alrededor de mí. "El placer es el primero de los bienes: es el principio de toda preferencia y de toda aversión, es la ausencia de dolor en el cuerpo y de inquietud en el alma."

-Epicuro-

Si alguien no es capaz de entregarse a los placeres de la vida, debería preguntarse profundamente sobre lo que es la vida para él, y quién lo hizo creer en lo que estaba bien o equivocado. Disfrutar es un verbo con una conjugación positiva en lo singular y en el plural: yo disfruto, tú disfruta y disfruta. Coincidentemente, si yo soy la primera persona a practicarlo, voy a contribuir para que esa conjugación se extienda a los que están a mi alrededor. No tengo que sacrificarme por nada ni por nadie

Luchar por lo que quiero y por quien quiero es un placer y un privilegio. Nuestra sociedad nos ha impuesto la idea de que todo lo que vale la pena implica sacrificio, pero para mí esa palabra transmite angustia. Prefiero sustituirla por pasión, perseverancia o tenacidad.

Las cosas que mejor aprendí en mi vida fueron enseñadas en un ambiente relajado, de una concentración agradable en la que yo hacía eso porque estaba siendo interesante. Trabajar por algo que no nos gusta se llama estrés. Trabajar por algo que nos gusta se llama pasión.Los conceptos más difíciles de la vida académica y de mi vida personal sólo entraron en mi mente y en mi espíritu cuando se acompañaban de una explicación dulce y una actitud empática. En realidad, observé que las personas que optaron por el sacrificio diario, por los dogmas sociales, por apartar todo lo desconocido por poder ser peligroso, son personas con un aura gris, sin brillo, con una cara cerrada y lengua viperina.

Comencé a entender que mi locura era más sana que la sanidad rígida de los demás.

En el amor a veces hay que perder el orgullo, pero nunca la dignidad. Cuando me regía por reglas y no por sentimientos, mi corazón y mi mente estaban heridos, y mi alma estaba encarcelada.

Comencé a cansarme de esa forma tan mediocre de amar y sentir y decidí jugar en la piscina, aunque estuviera vacía. A veces esto resultó en golpes tremendos, en otras ocasiones acabé navegando.

No hay nada peor en la vida que sentir miedo de experimentar un sentimiento tan emocionante como el amor. Gracias a esos golpes, sigo tirando en piscinas vacías, pero con una técnica que me impide sufrir contusiones y lesiones graves, aunque yo todavía perdono una u otra lesión, porque no hay herida peor que nos haga sentir el vacío que nos hace sentir el vacío la de no atreverse a nada.Tengo que cuidar de las personas que amo y que me aman, y eliminar de mi vida todas aquellas que me hicieron mal intencionalmenteLa vida nos da un tiempo limitado para que la disfrutemos, así que no voy a perder ningún segundo de mis pensamientos y de mi tiempo para intentar entender por qué algunas personas me lastimaron con su indiferencia, trataron de humillarme, me traicionaron o me juzgar.

"La honestidad es un regalo muy caro, no la espere de personas baratas."

-Warren Buffet-Desde que tomé esa decisión, esa parte destinada a esas tareas absurdas e inútiles quedó vacía de resentimiento y abierta y lista para ser llenada con todo lo que me hace feliz. Ninguna de esas personas que creaban dificultades en mi camino volver a emplear la maldad sobre mi vida.

Todo lo que sé ahora es un privilegio que no compré con dinero.

Simplemente vino a mí cuando comencé a cuidar de mí, y eso es verdaderamente un regalo.