Otro día me preguntaron:
¿Todavía crees en poesía, Clara?
Miré en los ojos sarcásticos del indagador y respondí:
Pues es ...
¿Qué es un poema frente a las elecciones norteamericanas?
¿Y qué está al alcance de mis manos más allá de una flor?
¿A qué distancia puede llegar mi grito que sea más impactante que la profundidad de un beso?
¿Qué bandera podría erguir que fuera más significativa que un abrazo?
En la balanza de medir las cantidades salgo de la cola y escribo un verso al azar.
En el silencio de las miradas, encuentro lados humanos.
¿Qué podría hacer a no ser mirar y bajar?
Cegar para las indelicadezas, llover y multiplicar el amor que me llega, acostarse en la comodidad de un regazo, huir de las ametralladoras de dolor y odio. Alienada de este mundo para construir otro.
Mientras quieren destruir todo nuestro entorno, voy con un arco iris en la planta de los pies, misionera del amor y de la libertad, o de lo que flota sin reglas.
... Surgió un pie de tomate en el cantero de lechuga, inesperado y bienvenido, fue por exceso de cuidado con la tierra, fue por la abundancia de abono.
Nacieron plantines repentinos en el suelo, deja.
Que crezca lo desconocido.
Sigo alienada de los hechos para construir sueños.
Despreocupada del futuro para capturar momentos.
Desocupada de las grandiosidades para embrollarme en delicadezas.
Sorda de las grandes palabras y resoluciones para tener empatía con las miradas indefensas.
Sin entender bien las agitaciones económicas, pero sintiendo los corazones injustificados.
Bien antes de que se atreva el miedo en mis venas, volatilizé mis sentimientos.
Poesía me sostiene el vuelo en un mundo de pies en el suelo.