Sentirse infiel puede provocar diferentes respuestas en las personas, principalmente en lo que se refiere al surgimiento de sentimientos como la culpa o la frustración. ¿Qué rasgos o sentimientos comunes podemos encontrar en el hecho de cometer una infidelidad?Hombres y mujeres
Según varios estudios, hombres y mujeres, además de tener varios puntos en común a la hora de cometer una infidelidad, también presentan algunas diferencias, sobre todo en el aspecto de sentirse infiel.
Para los hombres, la sensación de infidelidad viene acompañada de la culpa.
Para las personas religiosas, la culpa adquiere un matiz muy importante, ya que implica una situación de pecado.Pero para otras personas, la culpa está ligada al juicio social de los demás sobre ellas.
El miedo a perder el puesto de trabajo por mantener una infidelidad también implica culpa, incluso dedicar tiempo y recursos financieros a un amante también genera sensaciones de culpa. Mantener una relación de infidelidad, en el caso de los hombres, les cuesta tiempo y dinero, además de costar la tranquilidad. En las mujeres, las reacciones son distintas. Normalmente,
la infidelidad suele ser vista como una aventura amorosa,donde ellas sólo encuentran momentos de diversión. Se sienten como si estuvieran renaciendo al sentirse deseadas y amadas. En el comienzo de la relación de infidelidad, ellas hacen todo tipo de ejercicios y rituales para sentirse más bonitos y atractivos, pudiendo comenzar a ir al gimnasio, peluquería, salones de belleza, e incluso comprar ropa e intentar no repetir las mismas piezas . Es como si se reanudaran a valorar la autoestima debido al juego de seducción en que están involucradas, aunque la otra persona esté en una relación. La culpa y la frustración de ser infielA los pocos, tanto para los hombres como para las mujeres, el sentimiento de culpa es acompañado de manera intrínseca con dosis de ansiedad y estrés, constituyendo otros rasgos de la personalidad de la persona infiel.
Tal vez sea en los hombres que la ansiedad pueda ser controlada con el tiempo, cuando creen tener la situación bajo control. Por otro lado, los signos de ansiedad en las mujeres son uno de los indicadores que más las denuncian. Pero también podemos añadir a la ansiedad las preocupaciones de ser descubiertos, el miedo a tener hijos, a aparecer celos, etc. Además de la culpa, otra sensación común en la infidelidad es la frustración.
La frustración de no poder gritar al mundo entero que ama a otro hombre u otra mujer. Inclusive, la frustración por no poder hacer todo lo que desean en esos momentos, como ir al cine, cenar en un restaurante, dar un paseo o hacer un viaje. Es verdad que muchos lo hacen, pero siempre con la preocupación de ser atrapados. Esta situación implica vivir bajo la sombra y esperar que el amante rompa el vínculo formal con su pareja.
Podemos llegar a escuchar comentarios por parte de las personas infieles de que la relación de amantes es la relación "perfecta" para una pareja, ya que ejercen el amor en todos los niveles y no tienen que tolerar enfermedades, responsabilidades, mal humor, vidas en el mundo común, etc. Pero por otro lado, la infidelidad tiene consecuencias como las separaciones, los divorcios, o una pérdida de confianza que es difícil de recuperar, reduciendo en cierto modo la calidad de la relación de la pareja. Por eso, es importante tener conciencia de lo que estás haciendo y pensar en las repercusiones que esto puede tener, no sólo en nosotros mismos, como también en las personas que se encuentran a nuestro alrededor, e intentar tomar la decisión más adecuada.