Es interesante tratar de comprender de qué forma la historia que vivimos define nuestra personalidad, y cómo una misma situación puede generar heridas o representaciones tan diferentes.
Es verdad que las personas que han sido heridas por el pasado suelen ser las más construidas, las más elaboradas y preparadas para enfrentar y transformar las adversidades. Como es obvio, sufrir nos obliga a contemplar otras realidades más diversas y menos centradas en nosotros mismos. Es decir, haber sido herido nos hace sensibles a las heridas del mundo
. "Las personas más bellas con las que me encontré son aquellas que conocieron la derrota, conocieron el sufrimiento, conocieron la lucha, conocieron la pérdida y encontraron su manera de salir de las profundidades. Estas personas tienen un aprecio, una sensibilidad y una comprensión de la vida que los llena de compasión, humildad y una profunda inquietud amorosa. La gente bella no surge de la nada. "-Elisabeth Kubler-Ross-Compartir
Transformar el dolor para poder seguir adelante La persona que ha sido herida necesita ciertos medios psicológicos para poder volver al mundouna vez que esté dispuesta a regresar. Esto es, debe lograr actuar de tal manera que su dolor sea mitigado.Así, transformar el dolor haciendo de estos recuerdos algo grandioso o divertido constituye un gran trabajo por parte de la resiliencia. El distanciamiento emocional se hace posible gracias a mecanismos de defensa que, aunque complicados, pueden ser necesarios. Las reacciones emocionales más comunes suelen ser éstas:
La negación: "no piense que sufrí"
El aislamiento:
"me acuerdo de cierto acontecimiento pero no lo dedico ningún afecto"
- La fuga hacia adelante: "vigilo de" que es una forma constante para impedir que la angustia se repita "
- Intelectualizar los acontecimientos: " cuanto más procuro comprender, más estoy dominado por una emoción insoportable "
- Heridos somos seres emocionales y sensibles Basta que la persona herida se encuentre en la vida con alguien que significa algo para ella. Así, la llama se enciende de nuevo y la guía otra vez hasta el mundo.
- Aún así, muchas veces en la persona herida se produce cierta vergüenza por haber sido víctima, ciertos sufrimientos y pensamientos de inferioridad, de destrucción del yo, de distinción y incredulidad. Compartir
Por eso, una persona herida sabe que ya no es como los demás ni nunca será. Además, digamos que mientras perteneciera a otro mundo, lo que ya conocía fue cambiando.
Esto añade a su estado un mayor desconocimiento y desorientación, pues
basta identificar un dolor para dotarse de sabiduría y tactoen relación a los vestigios pasados, a los pesares presentes ya los que se presientan para el futuro.
Las personas heridas, las más bellas
Obviamente nunca conseguiremos acabar completamente con los problemas, pues siempre quedarán huellas y el miedo de que los fantasmas que las dejaron recuperen la vida. Sin embargo, superar las heridas nos permite hacer nuestra existencia más soportable, más bella y con más sentido . Por eso, cabe decir que la fuerza que nace de la dificultad nos permite encaminar las huellas de aquellos fantasmas del pasado, dar voz a nuestros tormentos y más robustez a aquellas actitudes que implican amor y comprensión hacia el mundo.
Las personas que han sido heridas y salidas victoriosas tienen una sorprendente capacidad de gratitud. Ellos saben que no es posible ser lo que no fuimos, sino que podemos dar de nosotros mismos lo que hace a los demás felices.
Así, la fuerza que nace del sufrimiento es aquella que nos confiere una áurea peculiar, pues quien fue herido es perfectamente consciente de que el mismo mundo que hirió también curó. Y es por eso que su sensibilidad conforma su gratitud, construyendo así su grandiosidad única y excepcional.Compartir