"Mi corazón duele", una frase profunda que suele expresar el sentimiento de una persona que está sufriendo y se encuentra en una (o varias) de las siguientes situaciones: shock emocional, término de una relación amorosa, pérdida de un ser querido o discusión seria con alguna persona, etc.
Lo que mucha gente no sabe es que, después de varias investigaciones hechas al respecto, podemos afirmar que el dolor emocional trae efectivamente consecuencias físicas y corporales.
Estudios sobre el dolor emocional
Diferentes estudios cerebrales constataron que la misma parte del cerebro que funciona como procesadora de dolor físico también tiene la tarea de procesar el dolor emocional.Varios expertos en el tema afirman que, de la misma forma que existen lesiones físicas causantes de dolores crónicos, existen también heridas emocionales, de las cuales mucha gente no consigue recuperarse nunca y llega a sentir un sufrimiento cada vez más doloroso.
Entre las causas más comunes de esta "condición", podemos mencionar la exclusión social, el término de una relación y la pérdida de un ser querido.
Y entre los síntomas más recurrentes de las personas que sufren de tales dolores, podemos citar:
- Dolor en el pecho.
- Principios de desesperación y demencia.
- Dispepsia (o indigestión).
- Pérdida de sentido en la vida y qué hacer diariamente.
Las opiniones de los expertos
Según el profesor David Alexander, Director del Centro de Investigación de Trauma en Aberdeen, Escocia (un profesional comprometido en ayudar a desastres, como el tsunami de Asia y la guerra en Irak), el dolor emocional crónica se traduce, sin dudas, en un dolor físico. Alexander afirma que así como las investigaciones médicas tienen el deber de concentrarse en el dolor físico,
todos los pacientes expresan sensaciones como "dolor de estómago" y "dolor de cabeza", lo que deja claro que la mayoría de las veces las enfermedades comienzan en la esfera emocional. Por lo tanto, los científicos sostienen la teoría de que las personas que no logran adaptarse y superar el dolor emocional son las que deben pasar por un mayor nivel de dolor físico. Y se puede incluir en ese grupo el 10% de aquellas personas que sufrieron la pérdida de un ser querido. La investigadora Mary Frances O'Connor declara que el malestar emocional se convierte en una "pena compleja", que trae como consecuencia sentimientos de amargura y enfado, además de una pérdida de visión de futuro y expectativa de vida. Así, cierto número de personas puede adaptarse a estas situaciones, pero muchas otras no alcanzan esos niveles de resiliencia.
Conclusiones
En pocas palabras, es posible morir de "corazón partido".Martin Cowie, profesor de cardiología del Hospital Brompton de Londres, afirma que
esta realmente es una tendencia muy común entre los hombres, y cuyo mayor riesgo se encuentra en el transcurso de los seis meses posteriores a la pérdida del ser querido.
Esto ocurre porque el estrés correspondiente a este tipo de situación aumenta, así como las probabilidades de sufrir un infarto.
Cambiemos la perspectiva Con toda certeza, en nuestro paso por la vida, tendremos que enfrentar algunas situaciones difíciles, pues nadie está libre de ello.Lo importante es que podamos superar esas situaciones para así remediar nuestros dolores emocionales y físicos.
Además, si nos interesamos por nuestro bienestar, también podremos contribuir a "curar los corazones" de los demás.
Créditos de la imagen: Hayley Bouchard