No se siente mal por ser verdadero, por decir lo que piensa, por mostrarse insatisfecho, decepcionado, por ser quien usted de hecho es, por hablar no. No se siente mal por tener que ausentarse, por tener que alejarse, por tener que partir para otra, por resguardarse de todo lo que lastima y lastima.
Una de las reglas básicas de la convivencia es la tolerancia y el respeto hacia el otro, el entendimiento de que no todos pensar como nosotros o acordar con todo lo que decimos o hagamos. Evitar discusiones y conflictos nos ayuda a mantener el equilibrio necesario para vivir en paz, pero eso no significa en modo alguno que siempre debemos callar y guardar lo que pensamos, o enfermaremos en poco tiempo.En cierta forma, los conflictos son necesarios en todo tipo de relaciones
, ya que recorren los bordes espinosos, haciendo la convivencia más transparente y certera. Todo aquello que tragamos con contrariedad, expresando un sentimiento que no corresponde a lo que de hecho pensamos, quedará acumulado aquí, haciendo mal, molestando.Con eso, una hora u otra todo tendrá que salir, y de la peor forma posible . Una de las maneras de evitar estos estragos que acaban llevando a hablar más de lo que deberíamos, a alcanzar a quienes no merecían, a tomar actitudes inadecuadas en lugares inapropiados, es mantener la firmeza durante todos los días, actuando de manera más fidedigna posible a lo que tenemos dentro de nosotros. No siempre será posible, no siempre conseguiremos, pero hay que intentarlo.No se siente mal por decir lo que piensa, por mostrarse insatisfecho, decepcionado, por hablar lo que le desagrada y necesita ser cambiado.
No se sienta mal por amar con intensidad
, por ser quien usted de hecho es, por mostrar contrariedad, por hablar no. No se siente mal por tener que ausentarse, por tener que alejarse, por tener que partir para otra. No se sienta mal por resguardarse de todo lo que duele y lastima. El mundo está demasiado atado a las apariencias ya la futilidad en las posesiones y en los intereses que balizan las relaciones entre las personas, o sea, el diferencial humano que nos resguardará del vaciamiento de nuestra esencia siempre será la verdad que cargamos, la transparencia de nuestras acciones.
Jamás se pierde por ser verdadero, pues es así que mantendremos junto a quien nos ama sin frescura, sin más.