Algo así va mucho más allá de una simple sincronía, y significar que
nada ocurre por suerte, sino por determinación personal. ¿Qué hace que algunas personas piensen así? Al final, estamos a merced del destino o somos libres para elegir nuestro propio camino? Casualidad o causalidad?
Es verdad que a veces ocurren cosas que nos sorprenden: conocer a alguien en determinado lugar y circunstancia, una suerte que, un día, aparece inesperadamente, una elección que hacemos sin saber muy bien por qué motivo ...
Es mera casualidad? ¿O se debe, quizás, a una misteriosa causalidad?Es verdad que es necesario disponer de una mente muy abierta, de una forma de pensar que nos libere y no crea obstáculos ante toda información y todos los estímulos que nos rodean. Sin embargo, la cuestión se centra en el hecho de que
si aceptamos la existencia del destino, asumimos también que gran parte de lo que nos sucede huye de nuestra comprensión y tal vez incluso de nuestra propia conciencia. Entonces, ¿dónde están los eslabones de nuestra responsabilidad? ¿Cómo ser responsables de algo que no controlamos?Libre albedrío y una pincelada inexplicableHay científicos que afirman la existencia de un destino "casi obligatorio" que está relacionado con la herencia: la genética de nuestros progenitores, a veces, determina quiénes son en muchos aspectos, como carácter, rasgos físicos, enfermedades ... el contexto social y personal en el que somos educados también puede afectarnos en mayor o menor medida, con probabilidad de 30% a 40%. Pero, por otro lado, también tenemos la concepción indispensable del
"libre albedrío", donde cada persona está condicionada por sus propias elecciones, por su propia historia personal y por su vida, en una sociedad que le permite inclinarse por una determinada trayectoria u otra, reconociendo errores, confiando en sí mismo y asumiendo nuevos desafíos o proyectos.
Es como dijo una vez un viejo escritor italiano,
"El destino no reina sin la secreta complicidad del instinto y de la voluntad" ; porque la vida de una persona no es tejida en las estrellas, sino en nuestra propia realidad y en el día a día que nos prueba y en los desafíos que nos prueban como persona. Somos libres para establecer metas y conseguir nuestras propias conquistas ... pero sí, la casualidad existe y, a veces, es tan singular que no podemos evitar sentir ese clima de magia inexplicable.Pues, como personas, por más racionales que seamos, siempre nos gusta esta pincelada única que contiene todo de extraño e inexplicable ...
Nuestras vidas, a veces, son un caos de casualidades y hechos ilógicos, pero el hecho de tomar las riendas de nuestro el propio destino, de ser dueños de nuestra dirección, nos permitirá ser más responsables.