"Las heridas que no vemos son las más profundas."William ShakespeareCompartirUno de los rasgos emocionales más autodestructivos que existe es la dependencia emocional de un compañero, amigo o familiar.
Cuando somos dependientes emocionales perdemos nuestra autoestima, el tesoro que cada uno de nosotros posee y que nos hace únicos y especiales. Por eso, hoy traigo 5 rasgos que causan la dependencia emocional en relación a una de las personas más importantes de nuestras vidas, el compañero (a).
La identificación y el conocimiento de cada uno de ellos le ayudará a recuperar su autoestima, trazar su propio rumbo y adornar su propia vida, sin la necesidad de dejarla en las manos de los demás. Con eso, usted se sentirá fuerte, mejor, y conseguirá lo que merece, que es ser libre. ¿Cuáles son los riesgos de la dependencia emocional de la pareja?
La pérdida de la autoestima.
Como hemos comentado anteriormente, la dependencia emocional genera la pérdida de nuestra autoestima personal y, lo que es lo mismo, la autoanulación.Las personas que sufren de dependencia emocional presentan normalmente graves problemas de autoestima. Cuando esto ocurre dentro de nuestra relación amorosa, corre el riesgo de perder gradualmente a la persona que amamos por no ser conscientes de esta situación o no tener herramientas para superarla. Genera la pérdida de identidad.
Una persona dependiente emocionalmente probablemente está viviendo en un mundo donde su compañero es el centro de todo. Todas sus acciones, todos sus deseos y actos serán en función de lo que el otro cree. Esta situación nos transforma en una extensión de nuestro compañero, perdiendo nuestra identidad, la personalidad que nos caracteriza, y generando la dependencia total. De esta forma, podemos correr el riesgo de ser maltratados física y psicológicamente. Cuando esto sucede, se recomienda buscar ayuda profesional a través de la terapia, que puede ayudarnos a superar y evitar la situación.
"Quien no te ama como tú eres no merece ser recordado." (Niki Lauda) CompartirAbuso físico y psicológico.
En algún momento el compañero puede percibir la dependencia emocional que está ejerciendo sobre el otro. Esta situación puede hacer que actúe bajo un papel dominante, aprovechándose fácilmente de ese estado y de esa situación.
Este perfil es muy común en las parejas donde está presente la dependencia emocional de alguna de las partes.La persona que no tiene dependencia emocional se siente libre, lo que puede hacerla sentirse capacitada para ejercer presión, mentir, ser hostil, irrespetuosa e incluso aprovecharse física, material o psicológicamente de su posición dominante.La persona que ejerce los malos tratos sabe que el
dependiente probablemente no se quejará y soportará todo sin ejercer fuerza contraria.Si ocurre de soportar un abuso físico, infidelidades y humillaciones es necesario e importante recurrir a un profesional con quien usted se sienta cómodo para realizar un trabajo personal.
Aislamiento y pérdida de habilidades sociales.
Estamos en una situación tan desagradable y desgastante que se consumen internamente en grandes niveles. No nos sentimos libres y nos quedamos sin fuerzas.La dependencia, poco a poco, va a hacer que nos aislamos de nuestro entorno social, de los amigos y de la familia
. Todo ello por voluntad propia, ya que para una persona dependiente su compañero es su mundo.Este aislamiento causa también la pérdida y el desgaste de las habilidades sociales personales. Aislarnos de nuestro entorno y de nuestra realidad nos invita a ser ciegos de nuestra propia vida, aumentando inconscientemente la dependencia emocional.Cambios repentinos de estado de ánimo.
La dependencia emocional es un trastorno psicológico manifestado por muchas y diferentes maneras. La persona dependiente sufre de "ánimo disfórico", o sea, cambios repentinos de humor durante su día a día.Sufrente con ese estado emocional puede llevar a cuadros de depresión, estrés y ansiedad. Todo esto traerá, internamente, un estado de culpa, sensación de vacío, celos en grandes niveles y, lo más importante: miedo. Estos síntomas pueden ser amenizados con la presencia de su compañero y, paradójicamente, son causados por la ausencia de éste.