La elección de carrera y profesión pasa muchas veces por una crisis de cuestionamiento: ¿sabes lo que amas? ¿Sabes lo que te gusta hacer?
Usted es tomado por una desesperación. ¿De qué sirve querer huir de donde se está si no se sabe siquiera a dónde ir? Después de pasar por eso por años, hoy consigo traer una luz que puede servir para quien está en ese momento.
En primer lugar, la educación tradicional no valora las individualidades y las particularidades. Es una educación masificadora, orientada a crear mano de obra antes de seres humanos satisfechos y autoconscientes. No se respetan aptitudes, intereses, inclinaciones, autoconocimiento. Segundo, muchas veces ya sabemos las respuestas pero no admitimos porque ellas no tendrán el apoyo de las otras personas (asunto para otro texto). Ansiosos e inmediatistas que somos, principalmente mi generación en adelante, entramos en pánico.
Queremos la respuesta cuanto antes, para ahora, para anteayer. Y entonces sufrimos ... nos sentimos impotentes, sin conseguir tomar una decisión para sacarnos del sufrimiento. Y en esa desesperación, menos aún vemos la respuesta. Descubrir lo que usted ama no es un proceso inmediato No es de hoy que se habla mucho que los grandes inventores tuvieron sus ideas geniales en un momento de no pensar. No es novedad que muchas inspiraciones artísticas surgieron de momentos de ocio, de relajación.
Cada día más crece la corriente del mindfulness y de la meditación en el occidente, cultuando la necesidad de esos espacios de vacío mental. Y hay gran razón en esto: sobrecargar nuestro mental con preocupaciones y pánico drena energía de la tarea principal de resolver efectivamente el desafío.
Entonces, en un primer momento, RELAX. No se cubren las respuestas todas de súbito. Cultiva la paciencia, como la naturaleza tiene, de aguardar el tiempo de los ciclos y procesos naturales. Cada ser tiene su tiempo personal y particular, que se mueve con un reloj muy único. Entonces los cobranzas, en la mayoría de las veces de origen externo, no pueden acortar la cronología de nuestros procesos interiores.
Apaciguada la mente, viene el segundo paso: no piense que sentarse debajo de un árbol y esperar caer una manzana en su cabeza irá (al menos la mayor parte de las veces) hacer brotar la visión más increíble de la nada. La serenidad mental no quiere decir pasividad mórbida. Defiendo que tenemos que tener una ESPERA EN MOVIMIENTO: tener paciencia, pero ponerse en contacto con ambientes, personas y materiales que te van a hacer caminar hacia las respuestas. Muchas veces sabemos de cosas que amamos mucho, pero no ejercitamos suficientemente esas habilidades e intereses para tener esa certeza firme de que es lo que queremos, de que tenemos aptitud y de que conocemos como es el cotidiano profesional de la función. En otras, nos gustan algunas actividades pero nunca pudimos, por mil razones, realmente ejercerlas con algún grado de dedicación. En cualquiera de estas situaciones, es esencial entrar en contacto con cursos, eventos, vivencias o incluso conversaciones con profesionales de esa área
, intentar actuar como freelance (o hasta sin cobrar) para validar sus sospechas (positivas o negativas) sobre la actividad . De esta forma, más materializado y menos imaginado, se da cuerpo y concreción suficiente para percibir si los caminos son éstos o no. Entonces se juegue: en el tiempo libre que tenga, envuelva en un poco de todo lo que su corazón e intuición digan que tiene sentido.
Tenga el valor de meterse en ambientes totalmente nuevos y desconocidos. En el camino, algunas sospechosas serán abandonadas, otras confirmadas, otras sufrirán mutaciones. El camino es orgánico y dinámico, y se va moldeando naturalmente conforme usted sigue la pista de los intereses. Y el más hermoso: usted se da cuenta de que tiene respuestas que usted no concluía porque ni siquiera sabía que existían. El mundo, diverso y veloz de hoy, tiene un millón de nuevas funciones, profesiones y actividades que ni siquiera tenemos conocimiento. ¿Cómo llegar a una de ellas, si usted nunca ha oído hablar de? Cuanto más estás en contacto con ambientes y asuntos que envuelven lo que amas, más información de esas, privilegiadas y certeras, te llegar, de una forma u otra. En ese proceso, usted descubrirá muchas cosas de sí mismo y del mundo.Y va, mientras todavía esté sin decidir, al menos encontrar una razón para soportar la rutina difícil de no hacer lo que le gusta.
La elección no necesita ser definitiva Al final de esto, también puede ser que ya haya venido la luz. O puede que suceda lo que me pasó: Me he visto interesada, igualmente, en una multiplicidad de cosas. Y entré en la segunda crisis: ¿la respuesta nunca llegará? ¿Cómo elegir? Primero, una creencia limitante que tuve tuvo que ser extirpada: "tenemos que elegir y vivir para siempre con la elección que hagamos". ¿Cuál es el problema de cambiar de caminos más de una vez en el recorrido de la vida? Es una creencia aún muy común de que la profesión y el empleo que elegimos son para la eternidad; influencia de generaciones anteriores, que no tuvieron tanta elección por las circunstancias del tiempo en que vivieron. Pero eso no tiene más sentido (a menos que usted busque esa estabilidad, lo que es posible). Tal vez sin ese peso de una decisión para toda la vida, sin el cobro (muy grande) de perfección (no valoramos resiliencia, predicamos la cultura de rechazar los errores), tomaríamos decisiones más genuinas y mucho más ligeras. Entonces, si quieres ser algo hoy y después de un tiempo otra cosa, entiende que no hay nada malo con eso, eso no significa fallar o desistir. Por otro lado,
algo que puede ayudar a aclarar esa "multifacetariedad" de intereses es tratar de observar el patrón entre todas las cosas que hacen pulsar su corazón
, que te traen el flow *: qué situaciones, en esas actividades diversas que amas , causan una satisfacción particularmente palpable? Cuando las identifique, es muy probable que usted percibirá cuáles son los valores esenciales para usted en una carrera. Esto amplía las funciones y las profesiones, y por eso mismo te deja menos tenso en estar eligiendo algo en detrimento de otra cosa.
Doy mi ejemplo para ilustrar: me veo cada día más apasionada por escribir mis poesías y textos, feliz por hacer tazas personalizadas pintadas a mano, revitalizada con los voluntarios con que me envuelvo, motivada por mi trabajo organizando viajes personalizados para otras personas, inspirada por los cursos de educación democrática, psicología y terapias de curación con que me envuelvo, cada día más segura del sentimiento que fluye cuando canto y compongo. Momentos todos en que me siento VIVA, perteneciente e insertada de hecho en ese mundo, que no veo el tiempo pasar y ni ligo de estar cansada o con sueño.
Usted me preguntará: ¿qué hay en común entre tanta cosa diferente? (...), me di cuenta: en todas esas prácticas, los momentos "wow", de plenitud y satisfacción, envolvían 3 cosas: oportunidad creativa (crear en sentido amplio, artístico o no), utilización de mi sensibilidad y visualización clara del impacto positivo generado por mi actividad en la vida de otras personas. Es decir: hay una línea maestra en ese caos que parece desconexo (es caórdico!) Hoy, me siento tranquila en saber que
existe un enorme universo de actividades profesionales y de pasatiempos, desde los más simples hasta los más complejos, que pueden llenar estos valores, hacerme sentir completa y todavía traer una vuelta financiera. Abrace el (supuesto) caos, sumérjase en las profundidades de sus pasiones, y extraiga las respuestas que siempre estuvieron dentro de usted.Aprenda más sobre el trabajo de Marian Koshiba, autora de este artículo, en su página Sentimientos Errantes.