Todas las tardes vivimos la misma tragedia después de la escuela: hacer las tareas escolares. Lejos de la imagen idílica que se proyecta en los anuncios de la televisión, suele ser un momento de conflicto. La situación más común es cuando los niños no quieren hacer las tareas. Pero no tenemos otra alternativa, sino usar toda nuestra paciencia para que ellas se sienten, se concentren y, finalmente, hagan las tareas. Ellos golpean los pies, se quejan y tienen ataques de rabia tratando de deshacerse de un momento del que no les gusta .
Es común que los papás y las mamás terminen perdiendo la paciencia y se ponen bravos. Así, la pregunta es clara: ¿hay algo que podemos hacer para conseguir que esta situación sea más soportable? No hay una receta mágica, pero poniendo en práctica los siguientes consejos todo puede ser más fácil. ¡Continúe leyendo y descubra!"El genio comienza las grandes obras, pero sólo el trabajo las termina."-Petrus Jacobus Joubert-
¿Dónde los niños hacen las tareas?
El primer paso para conseguir que los niños adquieran el hábito de hacer las tareas escolares es establecer el lugar de la casa para hacerlas. A pesar de no parecer importante, la verdad es que
los niños van a adquirir mejores hábitos si siempre las realizan en el mismo lugar.
Pero cuál es el mejor lugar de la casa para hacer las tareas escolares? Todo depende de cada niño. En general, el ideal es un espacio tranquilo, como el cuarto o la sala. La elección variará en función de un hecho específico: lo que puede distraer al niño en cada habitación.
Siguiendo esta línea, hay que tener en cuenta otro factor: algunos niños prefieren trabajar solos , mientras que otros les gusta y necesitan que sus padres estén cerca si tienen dudas. Por lo tanto, es importante que tanto adultos como niños estén de acuerdo en este aspecto, así como tenerlo en cuenta a la hora de la elección de la habitación o de la sala como lugar de estudio.
"Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto, sino un hábito. " - Aristóteles -¿Cómo es el lugar en que sus hijos hacen las tareas escolares?
No sólo es necesario tener en cuenta en qué lugar sus hijos hacen las tareas escolares. También es necesario considerar cómo es ese lugar. Para ayudar a los niños a adquirir el hábito de hacer las tareas de casa, es importante proporcionar una mesa en la que pueda sentarse tranquilamente para estudiar.
También es positivo que esta mesa tenga todos los materiales necesarios para realizar las tareas.
Si es un área común de la casa, es posible tener una caja donde guardar los lápices, los bolígrafos, las reglas y los papeles que necesitan ser utilizados para hacer las tareas.
Si su hijo tiene un escritorio en la habitación y trabaja bien allí, todos estos utensilios se pueden guardar en los cajones. Además, puede ser un incentivo para que tenga cierta libertad a la hora de decorar el espacio de estudio. Como ya hablamos, en relación a las distracciones, es importante tener en cuenta que los niños no desvíen la atención de las tareas escolares a la hora de los estudios.
¿Cuándo los niños hacen las tareas escolares? Hoy en día, es normal que los niños tengan actividades extracurriculares varios días a la semana. Como consecuencia, en algunos días pueden retrasarse a la hora de sentarse para hacer las tareas. Es necesario tener en cuenta que, cuanto más tarde sea, más cansadas ellas estarán y más difícil será, principalmente, comenzar. Por lo tanto, es importante hacer las tareas lo antes posible. Pero eso no quiere decir que los niños deban hacer las tareas tan pronto como salgan de la escuela. Hay niños que prefieren eso, pero también hay otras que necesitan para luchar y descansar antes de empezar a hacer las tareas .
Lo importante es tratar de mantener un horario constante. Antes de sentarse, es conveniente tener un pequeño cronograma en el que se escribe lo que hay que hacer y el tiempo aproximado para cada tarea. De esta manera, vamos a cerciorarnos de que el niño entiende lo que necesita y de que tiene todo lo que necesita para ello. También es positivo establecer con antelación los momentos de descanso entre las tareas.
Por fin, no se puede olvidar una técnica que nos va a ayudar a crear ese hábito: el refuerzo. Puede ser desde separar un tiempo para jugar juntos después de la realización de las tareas hasta elaborar fichas en las que las recompensas sean mayores y sean concedidas posteriormente. Lo que necesita estar claro es que el trabajo duro tiene su recompensa y eso es algo que debemos transmitir a nuestros hijos.
"Nada es especialmente difícil si dividimos en pequeñas tareas." -Henry Ford-