¿Cómo influye el deporte en nuestro cerebro?

El deporte es beneficioso para nuestra salud, nos ayuda a estar en forma, nos protege de muchas enfermedades, fortalece nuestro sistema inmunológico, etc. De esta forma, el deporte es uno de nuestros mejores aliados para llevar una vida sana y para que nuestro organismo funcione mejor.

El cerebro es uno de los grandes beneficiarios del deporte. Para llegar a esa conclusión se realizaron diversos estudios que apoyaron esta hipótesis. Además, estos estudios se complementaron con otros, cuyo objetivo era simplemente especificar esta relación de forma más detallada.

Entonces, vamos a enumerar a continuación algunos de los estudios que encontraron en sus resultados la influencia positiva de la actividad física en los diferentes procesos cognitivos. 1. Ejercicio aeróbico regular para mejorar la atención

Un grupo de investigadores de la Universidad de Granada, liderado por Luque-Casado, comparó dos grupos de adultos jóvenes: uno con un alto nivel de acondicionamiento físico y otro con un estilo de vida sedentario, durante la ejecución de una tarea cognitiva de vigilancia psicomotora de 60 minutos.

Se registró la actividad electrofisiológica en los participantes y se descubrió que aquellos con alto nivel de acondicionamiento físico mantuvieron una mayor amplitud en el potencial P3, que está asociado con la capacidad de enfocar la atención de forma eficiente durante toda la tarea, en comparación con los participantes sedentarios.

La atención es una función cognitiva de alto nivel y está relacionada con todos los procesos cognitivos. Los resultados sugieren que los individuos que se practican ejercicio tienen un funcionamiento bidireccional entre el sistema nervioso central y autónomo más eficiente, es decir, entre el cerebro y el corazón.

2. Recuperar la función cognitiva después de un AVC Una revisión sistemática publicada en la Revista de Neurología estudió la relación entre el ejercicio físico y la recuperación de las funciones cognitivas dañadas debido a un accidente cerebrovascular.

El entrenamiento de fuerza / resistencia mejoraría aún más la función cognitiva.

Así, la actividad física es una terapia prometedora para la recuperación de personas que sufren un accidente cerebrovascular, no sólo en la función motora, como es de esperar, pero los beneficios también pueden ser extendidos al nivel cognitivo. 3. Instrumento de prevención contra la demencia

Franco-Martinez realizó otra revisión sistemática enfocada en conocer la influencia que la actividad física ejerce sobre la función cognitiva en individuos ancianos, tanto sanos como con disfunción cognitiva. Estos estudios indicaron que una mayor tasa de actividad física estaría relacionada a un menor deterioro en ambos grupos.

El ejercicio físico es una estrategia psicosocial prometedora para la intervención de adultos mayores con y sin signos de disfunción cognitiva. Apoyando tales resultados, fue publicado en la revista científica

BMC Psychiatry que

mantener una vida activa puede ser un factor de protección para la disfunción cognitiva y, en algunos casos, con mejores resultados que una intervención específica. Este descubrimiento sugiere que tener un estilo de vida activo puede ser diferente de las intervenciones de entrenamiento en la dosificación y en la variedad de las actividades, así como la motivación intrínseca y la diversión para la realización de estos. El ejercicio influye en la función cognitiva, la salud vascular y el metabolismo cerebral. 4. Las migrañas y los dolores de cabeza tensionales pueden ser combatidas con el deporte. Un estudio publicado en la Revista de Neurología por Gil-Martinez realizó una revisión sistemática de todos aquellos estudios dirigidos a combatir las migrañas y los dolores de cabeza a través del aumento de la enfermedad actividad física. Ellos concluyeron que

el ejercicio terapéutico reduce la intensidad y la frecuencia del dolor

en comparación con la situación anterior.

El análisis cualitativo mostró una fuerte evidencia en relación a la ausencia de efectos adversos después de la aplicación de ejercicios terapéuticos. Esta falta de efectos colaterales puede tener ventajas sobre el uso de algunas drogas. Además, se ha comprobado la eficacia del tratamiento fisioterapéutico, incluido el ejercicio terapéutico, para reducir la intensidad, la frecuencia y la duración del dolor en la cefalea tensional. 5. Ayuda a mejorar la memoria

En el Instituto Radboud, del Centro Médico de la Universidad Donders, en Holanda, se realizó un estudio con el objetivo de conocer el efecto de la práctica deportiva después de memorizar cierta información.

Para ello, participaron 72 individuos que estudiaron la posición de 90 dibujos durante 40 minutos, para luego asignar a cada uno de los participantes uno de los tres grupos. En el primero, los individuos realizaron ejercicios después de terminar la tarea de memoria, el segundo grupo 4 horas más tarde, y el tercero no realizaba ninguna actividad física. 48 horas después, los individuos volvían a hacer una prueba para ver lo que ellos recordaban la tarea de memoria, mientras realizaban una resonancia magnética.

Los resultados indicaron que

los individuos del grupo que había realizado ejercicios 4 horas después de memorizar la tarea retuvo mejor la información en comparación con los otros dos grupos. Las resonancias magnéticas también mostraron representaciones más precisas en el hipocampo, el área del cerebro relacionada con el aprendizaje y la memoria, cada vez que el individuo respondía de manera correcta.