Algunos aspectos de nuestra forma de ser, como nuestro comportamiento, nuestra imagen física, o incluso la vida, son imposibles de modificar.
Sofrer por aspectos que nos han sido dados por casualidad y que no podemos cambiar con el tiempo no tiene ningún sentido . En estos casos, ACEPTA A SI MISMO con todos sus defectos y fragilidades y SEA CAPAZ de diferenciar lo que podemos y lo que no podemos cambiar. Esas son las primeras lecciones que debemos fijar en nuestra mente para aumentar la autoestima y así ser capaces de valorar otras virtudes y cualidades innatas que también podamos tener.Cuando percibimos que algo a nuestro alrededor no nos gusta, y el poder del cambio está en nuestras manos, lo mejor a hacer es esforzarse para cambiar.
De lo contrario, temprano o tarde la frustración por haber consentido y aceptado situaciones perjudiciales o negativas cobrará su precio.La resignación es una de ellas. Es como si fuera una grieta en el camino, y si simplemente aceptamos esa grieta, comenzaremos a filtrar sólo insatisfacción. Esto disminuirá la autoestima y causará desprecio a sí mismo.
Nuestra altura, el color de nuestros ojos, así como el pasado, difícilmente pueden ser alterados, pero al mismo tiempo que tenemos que aceptar estas circunstancias, también debemos obligarnos a conseguir todo de más valioso, ya que así viviremos sin piedras y grietas en nuestro camino. Es decir,
aprovechar las posibilidades y vivir de acuerdo con nuestros verdaderos sentimientos , alterando sólo lo que es posible: los sentimientos, si no estemos felices con ellos.Las consecuencias de ser que usted realmente es acompañan implícitamente la no importancia a las opiniones ajenas. No temer críticas o reprobaciones y, por encima de todo, siempre procurar alcanzar una armonía conjunta, mostrando que estamos orgullosos de elegir ser quienes realmente necesitamos ser, sin sentir que tenemos más valor por pensar, sin miedo, sobre cada elección que involucra nuestro camino.