Discutir sirve para algo? ¿Es bueno o es mal estar en medio de tantas discusiones? ¿Es posible discutir sin pelear? ¿Cómo aprender a expresarse en una discusión? Creemos en la cultura de la discusión, de estar enojados por todo y no aceptar una opinión diferente de la nuestra.
Casi todos los días discutimos por algo, y más de una vez el mismo día. A la primera hora de la mañana discutimos con el conductor que estacionó bien encima de nuestra calzada, al mediodía discutimos con nuestro hijo porque se queda con la cara enterrada en el celular durante la comida, por la tarde puede ser el turno de discutir con aquella amiga que olvidó llamarnos para el programa del fin de semana, y para cerrar de noche discutimos con nuestro cónyuge ... Discutirnos acerca de los demás La idea popularmente establecida es que discutir es un enfrentamiento con otra persona y presupone acciones como gritar, humillar, pelear, falta de respeto o devaluación del otro. Si miramos, sin embargo, la definición del diccionario, veremos que
discutir viene del latín
discuter , que quiere decir "disipar" o "resolver" . La definición es la siguiente:discutirverbo
analizar cuestionando; plantear preguntas acerca de (algo); examinar detalladamente.
defender puntos de vista contrarios sobre (algo); debate. De este modo, discutir implica que dos o más personas traten un asunto de manera minuciosa, escuchando el posicionamiento del otro y levantando sus propios puntos de vista acerca del tema. Como vemos, el concepto de discutir no deja espacio para el enfrentamiento hostil, muy al contrario.
- En su definición básica discutir supone una conversación de demostración de opiniones, fundamentando un tema por la confrontación a través del esfuerzo de ambas partes para comunicarse. "Muchos gritan y discuten hasta que el otro se cale. Creen que han convencido a alguien. Y siempre están equivocados. "
-Noel Clarosó-
Discutir supone aceptar las diferencias La cuestión es: ¿el debate es beneficioso para nuestras relaciones? Generalmente, evitamos tener cualquier tipo de confrontación con los demás. Las relaciones humanas, sin embargo, implican interacciones y eso requiere asumir que cada uno tiene su propia forma de pensar y actuar.Este hecho se convierte en un problema en muchas ocasiones, ya que es normal caer en el error de pretender que los demás actúen o piensen de la misma forma que lo hacemos.
Las expectativas sobre los comportamientos de los demás y los juicios de valor sobre lo que está bien y lo que está mal nos conduce a enfrentamientos destructivos.
Esperar que los demás actúen como quisiéramos es querer que cambien sus puntos de vista, y eso establece una comunicación irrespetuosa y dificulta el florecimiento de nuestras relaciones. Porque en lugar de aceptar a quien tenemos delante de nosotros, lo que estamos haciendo en este caso es exigir que sean exactamente como somos y vivamos de acuerdo con nuestras creencias. No hay nada malo en desacuerdo y tener opiniones diferentes.
Hay que decir que hay dos ventajas que son esenciales en el hecho de discutir
, entendiendo el término de la forma en que hemos definido anteriormente. Y son las siguientes: Evitamos el aislamiento social: discutir significa establecer una comunicación, y toda comunicación lleva al establecimiento de una relación. Somos seres sociales y por eso necesitamos las relaciones con los demás para quedarnos sanos desde el punto de vista emocional. Tenemos el derecho de expresar nuestra opinión y también el derecho de ser respetados por ella.
Nuestros puntos de vista son enriquecidos: discutir de modo fluido nos permite abrir nuestra mente hacia nuevas perspectivas. Escuchar diferentes opiniones, lejos de distanciarnos del otro, nos coloca en su lugar y nos trae una visión distinta de nuestra realidad. Esto no presupone que una de las personas deba cambiar su forma de pensar o de actuar, aunque los acuerdos faciliten acercamientos. El simple entendimiento de la posición en la cual el otro se encuentra, con todas las emociones y actitudes que él siente y tiene, trae un gran aprendizaje personal.
"Que estemos siempre atentos a contradecir sin obstinación y dejarnos ser contrariados sin irritación." -Marco Tulio Cicerón-Cómo aprender a expresarse en una discusión
- La mayoría de los problemas en nuestras relaciones nacen de la ausencia de reconocimiento mutuo. Discutir nos permite conocer la diversidad de opiniones existentes.
- No siempre es fácil lidiar con personas que piensan tan diferentes de nosotros y de nuestro modo de actuar. La clave está en saber expresar nuestros pensamientos y gestionar los sentimientos que los conflictos despiertan en nosotros.
Al discutir, es fundamental evitar respuestas de ataque o pasividad y, por supuesto, respetar y ser respetado.
Esta cuestión implica un esfuerzo continuo en la construcción de los límites sanos con los que nos estamos relacionando. Ahora, ¿cómo podemos expresar nuestro punto de vista al mismo tiempo que respetamos lo contrario? Hay tres aspectos clave que facilitan la gestión de las discusiones:
Escucha activa y recíproca: para mantener un diálogo es esencial escuchar. Interrumpir, juzgar, descalificar o rechazar lo que el otro siente elimina por completo la posibilidad de entendimiento. Por eso, es importante mostrar atención por su lenguaje corporal, ya que generalmente la carga emocional de los mensajes es pasada por nuestros gestos. Las incongruencias entre el lenguaje corporal y la verbal pueden transmitir mucha información. También es importante silenciar nuestra mente cuando alguien está hablando con nosotros, o sea, evitar pensar en lo que vamos a decir a continuación, formulando nuestro habla en lugar de prestar atención. Esto impedirá una escucha completa del mensaje del otro.
Asertividad: es la capacidad de expresar nuestras convicciones sin agredir a otra persona, pero también sin someternos a su voluntad. Implica una expresión directa y equilibrada de nuestros pensamientos y emociones a través de la auto-confianza, y sin que otros estados emocionales nos limiten, como la ansiedad, la rabia o la culpa. Envolver responder defendiendo nuestros derechos sin adoptar una posición de pasividad ni una actitud agresiva o impositiva.
Empatía: capacidad para percibir, compartir y comprender lo que el otro puede estar sintiendo o pensando. Permite una comprensión de la relación que favorece la comunicación profunda y la conexión con los estados personales internos de quien está en la discusión. Como resultado, las posiciones polarizadas y egoístas son anuladas, ya que la empatía permite valorar lo que la otra persona está sintiendo. Definitivamente, la solución a los conflictos en las relaciones no es evitar las discusiones, sino desarrollar la capacidad personal de manejar las diferencias con los demás mediante una confrontación madura.
El primer paso está en asumir que no poseemos la verdad absoluta , ni la razón total sobre ningún hecho. Ella, en realidad, ni existe. "El objeto de toda discusión no debe ser el triunfo, sino el progreso".
- -Joseph Antoine René Joubert-