Las mujeres de verdad, aquellas con M mayúsculo, no necesitan validación de nadie. Ellas saben lo que quieren, cuando quieren, y difícilmente conseguiremos hacerlas cambiar de idea. Las mujeres poderosas no esperan la suerte, ellas hacen que sucedan, cueste lo que cueste. Tener opinión propia, conocerse a sí mismo, tener plena conciencia de sus puntos fuertes y débiles hace a cualquier persona irresistible.
Ella no necesita a nadie, pero
quiere estar rodeada solamente de aquellos que desean su bien. Ella no va a sufrir ni por ti ni por nadie. Ella puede incluso llorar por uno o dos días, pero en el tercero ni recordará su nombre. Sin embargo, usted seguramente nunca olvidará su nombre.
Tengo profunda admiración por mujeres independientes, guerreras, que no se esconden en la sombra de nadie, que son las únicas responsables de su éxito porque trabajan duro, porque se dedican, y la mejor victoria es ser reconocida por ello.
Tengo pena de mujer que limita su valor a bienes materiales
, porque aunque nadie viva sólo de amor, creer que el dinero puede comprar todo es el peor de las ilusiones. Raridad hoy en día es ser amada, respetada y valorada por quien eres, porque regalos caros, cenas de lujo, son ventajas momentáneas, tanto como juventud y belleza. Nadie aquí está diciendo lo que es correcto o equivocado, porque pensamos, somos y queremos cosas diferentes, pero siempre vale recordar y reflexionar sobre lo que es realmente importante en esta vida.Una mujer de valor hace lo que quiere sin dar muchas explicaciones. Ella sabe ser elegante, sexy y marcada sin descender al nivel de la vulgaridad, sin exponerse al ridículo. Si conoces a una mujer de esas, no la dejes escapar porque las posibilidades de conocer otra igual son mínimas. Si usted es una de esas mujeres, felicitaciones por su horca, dedicación y por respetarse, valorarse. Si usted no es una de esas mujeres, todo bien, cada uno usa las armas que tiene.
Lo importante es ser feliz independientemente de todo lo demás.
Pero la sensación de ser capaz, la sensación de saber que usted puede conquistar todo lo que quiera sola, contando solamente con su propio esfuerzo, no tiene precio, literalmente hablando.