Si usted era periodista y tuviera la oportunidad de entrevistarse a sí misma sobre la felicidad, ¿qué le preguntaría? ¿Está seguro de que tendría todas las respuestas?
¿Y si le dijeran que usted puede ser más feliz completando un simple cuestionario? ¿Usted aceptaría? Si creemos que, para encontrar la felicidad, debemos cumplir con ciertos parámetros y condiciones, entonces no seremos felices nunca en la vida. Por supuesto, porque someter nuestros sentimientos a algo o alguien ajeno a nosotros nos hace dependientes.
Nunca habrá una situación 100% ideal para tener una sonrisa de oreja a oreja.
La gente realmente feliz no es la que tiene más dinero o menos problemas.Imagine personajes como Gandhi o Madre Teresa de Calcuta. Ellos eran alegres sin tener cosas materiales, salvo el amor y la compasión por otros. No es necesario convertirse en uno de ellos, pero
usted puede trabajar en mejorar su vida sin depender de factores externos. "La felicidad huye de quien la busca. Ella proviene sólo del interior " - Mahatma Gandhi -
CompartirLas preguntas que le ayudarán a encontrar la felicidad dondequiera sean:1- ¿Estoy agradecido?La gratitud es una de las maneras que tenemos a disposición para ser felices. Cuando todo va "de viento en popa," es más fácil decir "gracias". El desafío surge cuando las noticias no son tan buenas. En todo momento tenemos cosas por las que agradecer. Si puede escribir una lista, pronto se dará cuenta.
2- ¿Qué aumenta mi felicidad?
Esta es una de las preguntas para las que es más difícil encontrar una respuesta. ¿Por qué? Porque los seres humanos están acostumbrados a enfocar sólo en lo que les hace daño. No sucede lo mismo con lo que nos causa alegría. Piense en todo lo que le da satisfacción y voluntad de vivir. ¡Es ahí donde reside la felicidad más verdadera! 3-
¿Cuáles fueron mis progresos?
Cuando nos centramos en los fracasos y en todo lo que todavía falta recorrer para cumplir nuestros objetivos, es fácil desmotivarse y "jugar la toalla". ¡No permita que esto suceda! Mire hacia atrás sólo para aprender y también para reconocer lo que ha logrado hasta ahora. 4- ¿Quién me ama?
Podemos tener cientos de contactos en las redes sociales, darnos bien con los compañeros del trabajo o recibir saludos cordiales de nuestros vecinos. Sin embargo, sabemos quién realmente nos ama, y contamos con los dedos de la mano (si tenemos suerte, con los de las dos manos).
El amor del otro nos da mucha satisfacción. Cuando se siente solo o triste, usted puede pensar en esas personas. Se convertirán en su fortaleza y le ayudarán a continuar.
5- ¿A quién puedo ayudar?
La felicidad suele escapar de los dedos como el agua del mar o la arena de la playa porque estamos muy centrados en nosotros mismos. ¿Y otros? ¿Acaso no merecen ser felices también? No estamos hablando de altruismo puro y de despojarse de todos los bienes como los personajes que hemos nombrado antes, sino de ayudar a quien nos rodea. Un simple gesto puede cambiar el día de una persona.
Esto permitirá el reencuentro con nuestra verdadera esencia. Usted será muy feliz el día en que haga otra persona feliz. 6- ¿Cómo puedo ayudar al mundo a ser mejor? Hay miles de opciones a su disposición, pero no se trata de elegir cualquiera por sorteo o porque la idea le suena bonita.
Se trata de elegir una contribución que lo defina, que le apasiona, o dé sentido a su vida, ayudándole a sentirse feliz. Usted puede encontrarla salvando a las ballenas, evitando la deforestación, reciclando la basura, dando de comer a un vira-lata, donando su tiempo a un hogar de ancianos o un orfanato de niños. Por último, no se olvide que la felicidad no consiste en tener todo lo que queremos, sino en saber apreciar lo que tenemos.