¿Qué necesitamos para alcanzar la felicidad?

Primera etapa: necesidades vitales o fisiológicas

Al principio es lo más obvio. Como somos seres humanos, para ser felices necesitamos ante todo, respirar y comer -en el sentido más primitivo de la cosa-, dormir adecuadamente y tener una vida sexual natural.Estos son los atributos fisiológicos que componen la pirámide de Maslow.Por encima de estos, los atributos empiezan a ser llamados de necesidades básicas ya medida que se van cumpliendo, pasan a los siguientes niveles.

Segunda etapa: necesidad de seguridadEste tipo de necesidad genera controversia. ¿Es la necesidad vital de sentirse seguro en sociedad o será un producto de una sociedad, en la cual la "ilusión de seguridad" es creada?

En esta etapa, se destacan la seguridad familiar, la seguridad profesional en el empleo, la seguridad física, así como la seguridad entendida como derecho, como a la salud y educación.

Tercera etapa: afiliación a grupos En los países occidentales, la necesidad de formar parte de un grupo ejemplifica bien la felicidad. Afiliarse a grupos marca las diferencias sexuales, la amistad, el amor, y hace a la gente más feliz.Sea en familia, entre amigos o en una relación amorosa, ésta es una de las mayores necesidades del ser humano.

Cuarto estadio: lucha por el éxito

Para Maslow, la medida en que algunas necesidades son satisfechas, otras aparecen. Es decir, la medida en que vamos conquistando la casa propia, amigos, un empleo y otros deseos, estamos en busca del éxito, reconocimiento y valoración de nosotros mismos por los demás. La cima de la pirámide: realización personal

Entonces, finalmente, llegamos a lo que La Mente es Maravillosa tanto busca. Lo que Maslow dejó bien claro y lo que queremos que la gente recuerde:

el secreto está en liberarse de prejuicios, en la auto-aceptación, en la creatividad, en la aceptación de hechos, en la solución de los conflictos internos que puedan aparecer así como en la creación de su propia identidad íntegra. Opositores la pirámide de Maslow Numerosos pensadores, psicólogos y filósofos se opusieron a esta escala propuesta por Maslow.

Alegaban que sólo nosotros mismos sabemos lo que realmente necesitamos para ser felices, porque al fin y al cabo, la autonomía de la felicidad es así. Afirma que una teorización de la felicidad era demasiado compleja para ser verdad.