Soy el héroe de mi historia, no la víctima

Finalmente llega el momento en que decidimos dar ese paso,decidimos ser el protagonista de nuestra historia, y no la víctima. Cambiamos nuestra vida para crear con valentía y coraje nuestra propia realidad: donde no encajan humillaciones, chantajes o ofensas.

Muchas vecesla palabra "víctima" puede incorporar una connotación irrespetuosa. Algunos definen este perfil como una persona que se caracteriza por una actitud pasiva que simplemente culpa a los demás por lo que sucede en su vida. Sin embargo, el "victimismo" no tiene nada que ver con las "víctimas reales" . Estos son dos aspectos completamente opuestos que deben diferenciarse con respeto y sensibilidad adecuada."La paz interior comienza cuando usted opta por no permitir que otra persona o acontecimiento controle sus emociones".

-Provérbio Oriental-
Muchos de nosotros fuimos víctimas de una persona o circunstancia en un determinado momento de nuestras vidas.

Existen injusticias en las áreas públicas, pero especialmente en los espacios privados. No importa cuánto somos respetuosos, si somos sólo niños, si tenemos un alto status social o si somos muchos experimentados, eso puede suceder con cualquier persona. La vida nos lastima cuando así lo desea. Y por un tiempo podemos ser víctimas de un fraude, de un accidente, de la hipocresía, de una mala relación, de nuestras propias decisiones, o de cualquier nube oscura que padezca sobre nuestros corazones.

No siempre podemos controlar los hilos conductores del destino.

Sin embargo, podemos elegir la mejor respuesta para dejar atrás a la víctima y convertirse en el héroe o heroína de nuestra propia historia. El "yo" separado "que la víctima construye

La víctima no siempre escoge su posición o no puede salir sola de la prisión personal y psicológica que creó

. Para entender mejor, vamos a dar un ejemplo. Elena es un nombre ficticio, ella tiene 18 años y sueña con estudiar Derecho en Budapest, Hungría. Sin embargo, los problemas financieros y especialmente los familiares la alientan a aceptar una oferta de trabajo.Ella ve un anuncio donde solicitan empleadas para trabajar en España. El salario es bueno y, si se ahorra lo suficiente, podrá comenzar sus estudios después de un tiempo. Ella no vacila y acepta el trabajo. Sin embargo, esa decisión que, inicialmente, fue un acto de coraje, días más tarde se transforma en la peor elección de su vida: se convirtió en una víctima de la trata de personas.

Cuando llega a España, percibe que no tiene ninguna opción a no ser prostituirse para pagar el viaje. Entonces, termina guardando sus sueños y viviendo la realidad injusta que existe en ese país de destino.

Cuando es finalmente rescatada de ese mundo por una organización social,

Elena sigue siendo una víctima. Todo esto por una razón muy simple: ella construyó un "yo" separado, con el cual se identifica ahora . Esta entidad que fue creada dejó de confiar en las personas, se siente culpable por lo que ocurrió y cree que no tiene control sobre nada, absolutamente nada de lo que le rodea.Su condicionamiento es tal que no vive más en el presente y no tiene esperanza de un futuro.

La identidad de la víctima se ha enraizado en todo su ser. Sin embargo, Elena puede "reconstruirse" y volver a ser ella misma, para ser lo que desee. Reconstruir las identidades, curar las heridas y convertirse en héroes La historia aquí citada es sólo un ejemplo de las muchas realidades que los hombres y las mujeres sufren todos los días. Los facilitadores y expertos en este tipo de proceso de reconstrucción personal indican que esta es una especie de herida que no siempre cicatriza. Sin embargo,

las víctimas pueden reintegrar este "yo separado" a su identidad en el momento en que encuentren un propósito para sus vidas

; una alternativa, un sentido. Los expertos dicen: "Usted puede ser lo que quiera. Usted puede ser todo lo que usted se propuso ". Pero para convertirse en héroe o heroína es necesario, en primer lugar, dejar de lado la identidad de la víctima. Es necesario romper los condicionamientos y emerger con un firme propósito: ser feliz de nuevo.Estrategias para seguir adelante y dejar de lado nuestra identidad de víctima

Cada persona pasará o ya ha pasado por algunas circunstancias que la colocaron en esa situación de vulnerabilidad. La última cosa que debemos hacer es culparla o hacer comentarios como "fue ella que buscó cuando inició esa relación" o "esas cosas suceden porque usted no tiene carácter".

Una víctima no elige ser víctima.

Ella no lucha sólo para escapar de un foco externo que causa dolor, también es una lucha interna porque su autoestima está totalmente fragmentada.

  • Las personas que han sido heridas no pueden salir de un día para el otro de su abismo personal. Es un proceso lento, sufrido y delicado de reconstrucción de la identidad, donde hay que volver a sentir confianza: la confianza en sí mismo y en su ambiente.
  • La persona que es víctima de una determinada circunstancia, sea cual sea, cree que no hay como escapar.En el momento en que dejar de lado esta actitud, y dejarse guiar en un proceso de acompañamiento y apoyo, descubrirá que hay otros caminos. Hay otras opciones que pueden cambiar su realidad.
  • Para concluir, la vida puede hacernos daño cuando lo desee, y seremos víctimas durante un cierto tiempo. Sin embargo, sólo hasta cuando nuestra fuerza interior dice que basta, que ya sufrimos lo suficiente; sólo hasta tomar las riendas de nuestra vida y convertirnos en los creadores de nuestra propia realidad y de nuevos horizontes como auténticos héroes.