Si algún día estoy triste, no diga nada, sólo me ame

Si algún día estoy triste, no diga nada, sólo me ame. Porque a veces, cuando me siento quebrada por dentro, no necesito que nadie me recomponga, sino que alguien me acompañe mientras yo me recompongo sola. Si alguna vez usted nota disgusto en mi mirada día tras día, no corra para preguntarme qué pasa, cómo estoy o qué me hizo sentir así. Por favor, en primer lugar

trate de involucrarme con la acogida de su presencia. Haga menos preguntas, déme más abrazos. Porque cuando me siento triste y mal, cuando me duele la tristeza y mi mente se traba, sólo necesito estar sola me siento acompañada. No me pida que no quede así, que no llore o que no me sumerja en mi mundo.

Si algún día me venir llorando, recuerde, me extienda la mano sobre el hombro y me invita a conversar, aunque sea sobre el tiempo. Porque la complicidad que se intuye en la permanencia será suficiente para que yo sienta el confort del hogar.

Si algún día me venga triste, no huya de mi tristeza. No me transmita el mensaje de que soy indeseable, no me haga sentir prescindible, ni inútil. Porque si no soportan mis sombras, tampoco merece disfrutar de mis luces. Recuerde que el sufrimiento que hoy me molesta, me ayudará a examinar mi interior, a respirar ya poner en orden mis pensamientos.Compartir

Si algún día me ves triste y no sabes qué hacer, permítame que entienda que soy importante pero

respete mi necesidad de sumergirse en mí, de acogerme, de examinarme.No dejes que yo bloquee mi tristeza, pues ella me ayuda a reflexionar ya analizar mi mundo.

Si algún día estoy triste, no diga nada. Sólo me ame. Si me encontrar en la soledad de la noche oscura, no me pregunte nada, sólo me acompañe. Si usted me mira y no me mira, no piense nada, sólo me comprenda. Si lo que usted necesita es amor, no tenga miedo, me ame. Compartir, si algún día me siento triste, voy a hablar contigo cuando tengas fuerzas. Voy a tratar de sentirme importante, aceptar los tonos y apreciar la bondad y el afecto que residen en el hecho de que me habéis acogido cuando más lo necesité.

Este mensaje podría ser escrito por cualquiera ...Este mensaje podría ser escrito por cualquiera de nosotros atravesando un mal período. Dale en la misma si somos niños o adultos;

un abrazo sin cuestionamientos ni preguntas nos ayuda a equilibrar nuestras emociones y captar el mensaje que nos envían. Que nuestro entorno no juzgue, ni menosprecie el estado emocional que acompaña, y que nuestro valor no sea determinado por nuestro sufrimiento. Esto es fundamental para confiar en nosotros mismos. Hay abrazos, palabras, miradas y cientos de gestos que nos transmiten este mensaje. Lo que la reacción de los demás ante nuestra tristeza nos enseña social y emocionalmente toca mucho fondo en nuestra propia maleta.

Compartir

Si las personas que nos rodean responden con rechazo, es probable que acabemos sintiendo que hay emociones que no son merecedoras de respeto. Muchas veces, esto nos conduce a una falsa identidad de personas excesivamente alegres y optimistas. Pero la tristeza también compone una parte de nosotros y de nuestras circunstancias que tanto determinan los tonos que nos acompañan. Por eso, si alguna vez vemos a alguien de nuestro entorno triste, no podemos rechazarlo. Se trata justamente de hacer lo que nos gustaría que hicieran con nosotros. Ni más ni menos.