Vivir no es sólo existir y suplir nuestras necesidades básicas. Vivir implica disfrutar, llorar, amar, tener un propósito de vida ... Está probado que el ser humano necesita actividad, pero sobre todo, que necesita un objetivo suficientemente importante para valer la pena formar parte de este misterioso universo.
¿Cuántas veces no nos sentimos perdidos justamente por no saber lo que queríamos hacer de nuestras vidas?Compartir
No tener una meta clara puede hacerle perder el interés por casi todo, a punto de la vida parecer no haber sentido alguno. Es entonces cuando surge el verdadero problema. Realmente la vida tiene el sentido que queremos darle, pero para eso necesitamos ponernos en movimiento en pro de nuestros propios objetivos.
Estar perdido sin saber por qué queremos vivir es un camino con un solo acompañante: la tristeza. Una tristeza que es capaz de robar las fuerzas necesarias para emprender nuevas acciones, nuevos caminos.
Encontrar nuestro sentido en la vida
Cada uno de nosotros tiene un sentido en la vida. Para algunos es aprovechar el trabajo bien hecho, para otros son los hijos o la familia, y para otros puede ser ayudar a los demás.
Sea cual sea, lo importante es que esté claro y, una vez definido, que empecemos a actuar para ello. De nada sirve saber que una cosa me mueve por dentro y por la que tengo gran interés, si no realizo las acciones que necesito para conseguir cosas que tengan que ver con mi meta.
Entre el interés y la conquista hay que existir la acción. Podemos conseguir casi todo lo que nos propusimos, pero entendiendo que nada cae del cielo.Compartir
Para encontrar su propósito de vida, pregunte si lo que usted está haciendo le acerca al lugar en que quisiera estar dentro de algunos años. Esto es, si usted quiere continuar preservando lo que usted tiene hoy dentro de cinco años. También puede echar un vistazo al pasado, específicamente en su infancia, y recordar lo que usted adoraba en aquella época.
Los niños siempre buscan hacer lo que realmente les gusta, mucho más allá de sus expectativas o obligaciones, hasta que la sociedad se encarga a menudo de robar sus propios sueños.Compartir
También es necesario contar con una pizca de realismo. Si ese sueño que tuvimos en el pasado ya no puede hacerse realidad, será bueno vivir el luto y finalmente adaptarse a la situación, además de buscar otras alternativas que también nos permitirán poder vivir con sentido. La clave está en regocijarse con lo que realizamos y que, a su vez, nos permite superar a nosotros mismos, descubrir nuestras experiencias y hacernos ganar confianza y autoestima. Por lo tanto, incluso si la voluntad no está a nuestro lado, hay que poner un pie delante del otro, ignorando muchas veces la forma en que nos sentimos en ese momento.
Continuar caminando para vivir Como dijimos,la clave esencial para conseguir ir de este mundo con la sensación de haber vivido la vida merecidamente es tener un porqué y uno para qué.
Las personas que sufren de depresión a menudo se preguntan por qué están en este mundo.
Compartir Ellos carecen de ese sentido del que hablamos a lo largo de este artículo, tal vez porque aún no lo han encontrado o quizás porque, aun teniendo claridad, la propia tristeza les impide levantar y actuar. Los pensamientos negativos y las creencias irracionales también desempeñan un papel importante en este sentido.
Es muy difícil levantarse y dar el primer paso si sólo vemos oscuridad.Los pensamientos determinan nuestras emociones y, a su vez, la forma en que nos comportamos. Por lo tanto, hay que cuestionarlos y, dependiendo del caso, intercambiarlos por otros más racionales.
Aunque los pensamientos son responsables en gran parte de nuestras acciones, también pueden modificar nuestra manera de interpretar el mundo. Compartir
Por eso es tan importante ignorar, en algunos casos, la emoción perturbadora, aceptarla o dejarla ahí, mientras seguimos nuestro camino.
Con la repetición, con mucha fuerza de voluntad, finalmente los pensamientos comenzar a cambiar,y lo que parecía oscuro empezará a ganar color en nuestros ojos.