En mis peores momentos, estuve solo. Vi como todo el mundo me dio la espalda, o al menos las personas que giraban a mi alrededor. En los momentos buenos es muy fácil encontrar compañía, pero los momentos malos, nadie los quiere. Para llenar mi tristeza, recibí críticas, desprecio y una frialdad que helaba mi cuerpo. Me sentí triste, muy triste. Dejé de creer en el ser humano, me escondí, como un pequeño caracol que se esconde en su casita, esperando que apareciera ese sol que nunca aparece. No quería hablar con nadie, no quería coger el teléfono, todas las conversaciones me parecían igualmente vacías e inhumanas.
A pesar de todo, hice el esfuerzo, el esfuerzo de aprender a ver las cosas de otra forma.
Utilicé mi pequeña inteligencia emocional. Pensé: ¡quién diera yo fuera un poco más viejo! Y comencé a dejar de lado a todas aquellas personas, todas esas grandes reuniones que me hacían sentir más solas y triste.
Porque ... No hay nada más desolador que estar en un lugar que para los demás es un paraíso, pero que para ti no es más que el desierto más vacío. Compartir
Entonces,empecé a ampliar mis horizontes y me apoyé en las personas que, con sus pequeños gestos, me hacían sentir bien: una palabra cariñosa, un abrazo, una mirada sincera y transparente.
Fue entonces cuando empecé a ver las cosas de otra forma. El caracol empezaba a vislumbrar la luz del sol dentro de su concha diminuta. "Me encuentro solitario cuando busco una mano y sólo encuentro puños" - Tom Wolfe -
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Tal vez la realidad sea que todos estamos solos en la vida y que necesitamos aceptar esto de una forma realista.Nadie puede estar protegiéndonos todo el tiempo. Cada uno de nosotros tiene sus propios problemas y obligaciones. Pero cualquier gesto sencillo, que tampoco cuesta tanto, puede ayudarnos enormemente en un momento malo que pasamos.Por suerte siempre encontramos personas que tienen la habilidad especial de consolar.Cuando usted menos espera, aparecen como ese sol tan esperado para levantar el ánimo con apenas algunas palabras. Y es algo tan simple, que no deberíamos olvidar jamás de practicar estos gestos sencillos con los demás. Gestos que nos engrandecen como personas. Porque el más triste que puede suceder es perder a la humanidad , algo tan fácil de olvidar en una sociedad en que los valores que imperan no son la bondad, el altruismo y el respeto. Una sociedad en la que impera el "Y yo más", "Yo, Yo y Yo" o "No te doy mi sonrisa, estoy ocupado con otras cosas".
La frialdad, la falta de humanidad no conduce a ningún lugar. En la máxima "No haga con los demás lo que no quisiera que hicieran con usted"
es una gran enseñanza que tantas veces nos olvidamos de recordar. Por eso, todos deberíamos mirar de vez en cuando nuestro propio ombligo y pensar "Todos necesitamos a todos". ¿Por qué no comienzo por mí mismo ofreciendo algunas palabras cargadas de flores y no de puñales que llegan directamente al alma y al corazón? ¿Por qué cada uno no coloca su grano de arena y formamos una montaña preciosa? "Estamos solos, vivimos solos y morimos solos. Sólo a través del amor y de la amistad podemos pensar, por un momento, que no estamos solos "- Orson Welles -
Compartir Dedicado a todas esas personas que, en este momento, se sienten identificadas con estas palabras. Dedicado a todas esas personas que dejaron de creer en el mundo en que viven. Dedicado a todas esas personas que se sienten tomadas por la desesperanza de un mundo que tiende a deshumanizarse cada vez más.