Una cosa que puede ser preocupante si tomamos en consideración que la depresión es uno de los trastornos que más ha aumentado en el mundo. Sin embargo, los síntomas a menudo pasan desapercibidos, incluso para la persona que los siente. Es posible que haya muchas personas en el mundo que necesiten ayuda, pero que aún no se han dado cuenta. El problema de esta situación es que una condición mental o emocional problemática tiende a ser más compleja y grave si no recibe la debida atención a tiempo. Esto sin contar todos los efectos colaterales que eventualmente provoca en el ámbito social y en la salud física.
"Las acciones nobles y los baños calientes son las mejores curaciones para la depresión."
-Dodie Smith-
Es importante no ignorar las sensaciones de falta de conformidad o desilusión cuando son persistentes. No ve en ellas un enemigo. Pueden estar alertándote de un problema más grave. También no ignore las siguientes señales, que corresponden a los síntomas típicos de depresión encubierta.
Querer mantenerse en la rutina: una señal de depresión encubierta
La gente tiende a establecer rutinas para dejar la vida más simple
, especialmente para simplificar aquellas tareas que forman parte de nuestro cotidiano. Si cada día fuera completamente diferente del día anterior, pasaríamos mucha energía mental para adaptarse constantemente. La rutina es positiva cuando está relacionada con acciones simples, para las cuales no vale la pena buscar una nueva perspectiva. También es normal buscar estabilidad en los aspectos más importantes.La rutina se vuelve problemática cuando produce aburrimiento o cuando hace que todo permanezca estancado.
La depresión encubierta existe si esa forma rutinaria de vivir no genera bienestar. Cuando cualquier cambio produce rechazo o, incluso, irritación. Hay problemas si su actitud se basa en "dejar pasar" el tiempo por falta de interés o de confianza en los cambios. Mentir con frecuencia
Quien mente a menudo sobre temas simples que están relacionados con su estilo de vida puede tener una depresión encubierta. Cuando preguntan a esas personas como ellas están, dicen que están bien, aunque esta respuesta esté muy lejos de ser verdadera. Si alguien dice que parecen "apagados", dirán que sólo están cansados.
Evitan hablar sobre su verdadero estado de salud y, a veces, inventan historias sobre lo que hacen en su tiempo libre. Es común que inventar alguna excusa cuando alguien propone algún programa. Esas personas tienen miedo de encuentros sociales y, aunque la rutina pese, temen hacer algo diferente de lo que están acostumbradas. No quieren que los demás realmente sepan cómo están. Oculta deliberadamente esa información porque, en el fondo, saben que algo no está bien y quieren ocultar.
Sentir molestias cuando están acompañadas
Las personas con depresión encubierta
tienden a ser solitarias. El aislamiento sistemático, sin un propósito definido, es una señal clara de que algo está equivocado con nuestras emociones. En ese caso, no se trata de personas tímidas o introvertidas, sino de individuos que se sienten molestos en tener a alguien a su lado. La mayoría de las conversaciones de las cuales participan suenan superficiales o artificiales, programadas y menos espontáneas de lo que sería común.
Hablan sólo sobre temas generales, que no los involucren personalmente. Si alguien quiere saber de su vida o sobrepasar la barrera que se considera de cortesía, para entrar en el ámbito de la confianza, esas personas huyen de la conversación. Ellas dan señales evidentes de que no quieren crear intimidad con nadie. Pueden ser sonrientes y simpáticas, pero siempre colocan una barrera cuando los demás pretenden conocerlas más a fondo. Consumo excesivo de algunas sustancias
Otro síntoma que alerta sobre la existencia de una depresión encubierta es el consumo de cualquier sustancia estimulante. El que sufre de ese problema busca, sin darse cuenta,
compensar su sensación de vacío y desinterés a través de estímulos químicos y biológicos que les permitan sentirse un poco mejor. El más común es comenzar a consumir alcohol, comidas con alto nivel de azúcar o cafeína en exceso. Estas tres sustancias ofrecen una estimulación que se considera necesaria. Lo que muestra que hay algo más allá de un simple consumo es la frecuencia y la cantidad con que se abusa de esas sustancias. En la depresión encubierta también aparecen otros síntomas como
dificultades para dormir, cambios en los hábitos de alimentación, sensación de vacío y de haber sido abandonado, falta de interés
en la mayoría de las actividades y molestia gastrointestinal. Si conoce a alguien que presenta varios de estos síntomas, trate de prestar atención a esta persona. Respete la distancia que ella coloca, pero muéstrese afectuoso y dispuesto a escucharla y apoyarla. Si usted desconfía de que usted mismo puede estar sufriendo una depresión encubierta, tome eso muy en serio. A veces bastan pequeñas acciones terapéuticas o una terapia breve para que ese malestar que no le permite disfrutar su propia vida desaparezca.