Casi todos nosotros experimentamos la ansiedad una vez u otra (o siempre). Usted no está solo en esta cruzada. Pero vale la pena hacer el esfuerzo para revertir esta situación que es tan incómoda y perjudicial.
La intranquilidad, el nerviosismo, el insomnio y el agotamiento pueden formar parte de su pasado. Respire profundamente con los ojos cerrados y comience a trabajar para reducir su ansiedad.
Nada de consumir ansiolíticos (u otras drogas similares), hacer un retiro espiritual en medio del Tíbet, ni mudarse al campo ... la mejor técnica para reducir la ansiedad es hablar en tercera persona.
"Aunque la ansiedad sea parte de su vida,nunca deje que ella controle sus movimientos"Compartir
- Paulo Coelho -Compartir
¿Qué quiere decir? Es muy sencillo. Cada vez que usted tiene que referirse a algo que va a suceder, haga como si narrar el caso a otro. Por ejemplo, en vez de decir "Me siento afligida por los preparativos de mi matrimonio", en tercera persona sería: "(su nombre) está afligida por los preparativos de su matrimonio". En lugar de exclamar "¡Cómo es difícil dejar de pensar en mis vacaciones!" Hable "(su nombre) tiene problemas para dejar de pensar en sus vacaciones".
Siempre como si estuviera contando lo que sucede con alguien que no es usted.
Usted incluso puede cambiar el nombre y usar un "genérico" como María o Juan, o utilizar el pronombre "él" o "ella", según sea el caso.Este método puede ayudarnos a aliviar la ansiedad
, y también a mejorar nuestra actitud en situaciones de conflicto o de mucha tensión.Esto se debe al hecho de que, al evitar usar el "yo," creamos cierta distancia del acontecimiento. En vez de ser el centro del problema, nos volvemos espectadores.Es un pequeño cambio en el discurso que sirve para ver la situación de otro ángulo, como si sólo fuésemos observadores de las noticias o de algo que sucede muy lejos de nosotros.
El diálogo con nosotros mismos
Si, además de esta técnica, consideramos el hecho de que el diálogo interior es muy importante para reducir los niveles de ansiedad, podemos realizar un tratamiento más "integral" y abarcar el problema desde varios frentes.Las modificaciones en el lenguaje al referirse a nosotros mismos, a lo que nos sucede ya lo que sentimos, pueden tener una influencia positiva en la capacidad de regular pensamientos, emociones y actitudes.
Esto es realmente útil en situaciones de muy estrés.
Además de decir las típicas frases de motivación, como por ejemplo, "Él puede hacerlo", "Ella tiene capacidad para lograr lo que se necesita", vale la pena intentar conversar más con nosotros mismos.
Puede ser en voz alta o no, delante del espejo o en el refugio de su almohada, cuando usted está en casa o mientras va para el trabajo en el coche. Poco importa los detalles, lo que interesa es darnos a nosotros mismos las instrucciones adecuadas para poder avanzar y dejar de lado la ansiedad y el nerviosismo. Si, cuando pasamos por situaciones muy estresantes, dirigimos nuestro diálogo interno, podremos:
Concentrar la atención.
Focar en los aspectos importantes .
Regular el esfuerzo al tomar decisiones.
- Tener claro qué debemos hacer, cuándo, cómo y por qué.
- Controlar las emociones que suelen gobernarnos.Por supuesto, usted puede ser su propio entrenador! El diálogo interno y hablar en tercera persona son dos técnicas muy útiles para reducir la ansiedad.