Hoy he decidido que voy a dar un descanso a mi corazón y dejar que los acontecimientos fluir y las cosas suceden como tienen que suceder. Tal vez sea el momento de no ocultar tanto mis emociones, permitir que nacen espontáneamente sin miedos y sin censura. Creo que necesito darme la opción de no forzar las cosas y no seguir nadando contra la corriente.
Muchas veces he buscado experiencias que no eran buenas para mí, y en vez de intentar librarme de ellas, deseé que ellas fueran como yo quería. Entonces me olvidé de los efectos negativos y traté de adaptarme para encajar lo que no encaja, y esto me causó mucho sufrimiento.
Deje que la vida llegue, con las puertas entreabiertas, con los pies firmes en el suelo y sin cadenas. Las prisiones nunca fueron buenas, principalmente aquellas invisibles que nosotros mismos nos colocamos y luego olvidamos dónde guardamos las llaves. Adiós a las prohibiciones, el miedo, la presión, la frialdad, el pánico y el control excesivo de las situaciones. Dejen las cosas.
Que llegue quien tiene que llegar, que se vaya quien tiene que ir, que dona lo que tiene que doler ... que pase lo que tiene que pasar.
-Medido Benedetti-
Los efectos secundarios de forzar una situación
La mayoría de las veces en que creo que tengo mis emociones bajo control estoy completamente equivocado. Interacción con ellas con tanto cuidado que acabo forzando las situaciones y perdiendo el control. Reprimir, ocultar, negar o disimular lo que sentimos en vez de demostrar el sentimiento no nos permite oír y conocer mejor a nosotros mismos.
Yo percibí que en algunas situaciones yo quería parar o acelerar el tiempo, salir corriendo para luego arrepentirse, negar la sinceridad mientras la buscaba allá afuera ... Y tengo conciencia de las oportunidades perdidas que podrían haberme ayudado a ser mucho más feliz. Forzar las cosas siempre nos lleva a un estado de incomodidad e insatisfacción camuflada que se transforma en energía negativa
. Pagamos un precio muy alto por eso, esa incomodidad nos lleva a un desgaste físico y mental: los sentimientos bloqueados siempre encuentran una salida, aunque sea a través de una enfermedad.
La clave es dejar que las cosas sucedan naturalmenteAhora percibo que cuando nos liberamos del deseo de que las cosas sucedan de la forma que deseamos y no cómo deben suceder, todo empieza a acomodarse. De esta forma, los acontecimientos empiezan a fluir, crecer y encajar de forma natural.
No tengo más que un puñado de besos,
y un ejército de caricias sin una razón para invadirlo,pero vi ciudades enteras
naufragar por sonrisas mucho menos lindas que el suyo.
Entonces vamos a continuar, barajando de nuevo
porque vamos a seguir jugando.
-Pablo Benavente-
Es necesario esperar, con la ayuda del tiempo, para no tomar decisiones precipitadas ante el inesperado y disfrutar de las situaciones.
No se preocupe por lo que aún no ha ocurrido y deje que el futuro suceda armoniosamente, sin intentar cambiar los acontecimientos.
¿Cómo actuar?
La primera cosa es tener en cuenta que "dejar fluir" o "dejar crecer" no es equivalente a no esforzarse o no hacer nada, pero es estar consciente de que hay muchas cosas que no podemos controlar.
La vida cambia constantemente y de forma imprevisible, arrastrando con ella nuestros planes, los proyectos, e incluso nosotros mismos. Tenemos que pensar que todo es temporal e incluso el tiempo necesita nuestra atención:
la prisa, las obsesiones y las exigencias que tenemos con él pueden volverse contra nosotros mismos. Necesitamos tener paciencia para que lo que tiene que suceder suceda. "La felicidad está en las cosas que usted no planea, en las que usted no ve llegar".
-Serie Grey's Anatomy-