Namaste, el valor de la gratitud y el reconocimiento

Namaste es mucho más que una palabra originaria de ese antiguo y hermoso idioma que es el sánscrito. Ella contiene en sí una serie de conceptos que la hicieron universal y, a su vez, cruzaron fronteras.

Su significado va más allá del saludo y despedida comunes en la práctica del yoga;este término encierra en sus antiguas raíces una esencia que debería bombear todos los días en el corazón de la humanidad. Sin embargo, parece que todos sacamos de ella como las diversas etiquetas que rodean a nuestra sociedad consumista viciada de moda, perdiendo a veces su verdadero sentido, su valor más intrínseco.

¿Se practica en el día de hoy el sentido de la gratitud desde la perspectiva más noble de la humildad? ¿Tenemos la tendencia de reconocer a los demás de la misma manera que reconocemos a nosotros mismos? Esto es lo que realmente se funde en la palabra "Namaste", y es por eso que hoy queremos hablar de ella y de esos valores que no vemos tan fácilmente en nuestro día a día.

Namaste, me inclino hacia ti y te reconozco. Para la sociedad occidental, la palabra "Namaste" está íntimamente ligada a la yoga. No obstante, todos aquellos que tengan conocimientos sobre la siempre interesante cultura y religión del sur de Asia sabrán que

este término transita con normalidad en la vida diaria de hindúes, budistas y todos esos pueblos que asimilaron en sus rituales de saludo y despedida esta palabra tan llena de simbolismos, donde a su vez, se cierra el acto universal de agradecer.En realidad, es importante destacar que no se trata de una palabra única, sino que es el resultado de dos términos

: "namas" que podríamos traducir como "saludo" o "reverencia",y que tiene su raíz en "nam ", Que significa" inclinarse "el" inclinar ", y " te ", que sería un pronombre personal para configurar la expresión" me inclino o me inclina hacia ti ".Esta idea viene a configurar a su vez la espiritualidad que representa esta cultura, donde todos formamos en la realidad un todo, en unión con el universo.¿Qué significaría esto? Algo tan interesante como el siguiente:- Si todos formamos parte de una misma entidad, lo que le afecta la también me afecta. Por lo tanto, reconozco a los demás también como parte de mí mismo, de ahí mi respeto, de ahí que la palabra Namaste sea simbolizada a su vez con el gesto de juntar las manos.

Al hacerlo, indicamos a la otra persona que no hay diferencias entre ambos, que los dos somos lo mismo. Es interesante tener en cuenta que para el hinduismo la mano derecha representa la divinidad, el plano espiritual, mientras que la izquierda configura el terreno, y el devoto que se inclina hacia esa divinidad.

- Al pronunciar la palabra Namaste agradecemos a otra persona y la reconocemos por lo que hizo. No obstante, al agradecer a la otra persona también me reconozco a mí mismo, porque ambos creamos una unión mutua. Es decir, si yo ayudo por ejemplo a un amigo a solucionar un problema y él me agradece, ambos salimos beneficiados: él por haber resuelto su problema y yo por haber hecho ese acto de nobleza. Ambos formamos un todo donde nos reconocemos mutuamente.

Namaste, un valor a incluir en nuestra vida diaria Puede ser que usted no sea religioso, es posible que tampoco se vea como una persona espiritual capaz de utilizar la palabra Namaste a partir de ahora. No buscamos esto de ninguna manera, sólo pretendemos hacerle pensar en los valores integrados en esta palabra: la gratitud y el reconocimiento.

¿De qué manera podemos incluirlos en nuestra vida diaria? Refleja sobre estos aspectos:

1. Para aplicar el sentido de gratitud, primero tenemos que aprender a ser humildes, pero cuidado, ser humilde no significa de ninguna manera dar todo a los demás y quedarse sin nada. Ser humilde significa saber conocer nuestros propios límites, admitir nuestros defectos, saber disfrutar y apreciar las cosas simples teniendo siempre la mente abierta donde sepamos enriquecernos con los demás, con lo que nos ofrecen. Quien es humilde es agradecido, porque entiende como nadie el verdadero valor de las cosas.

2. Respete a las personas que le rodean, respete la naturaleza, y recuerde también respetarse a sí mismo. 3. Valorice los suyos, atienda, escuche, enriquezca de conocimiento.

Dignifica a los demás ya ti mismo como merecen, como parte de ese "todo". 4. Se alegre por cada cosa que haga, por cada aspecto que reciba de los demás y por lo que le rodea, por menor que sea. 5. Agradezca

, recuerde siempre agradecer por todo lo que ve, siente, recibe ... Porque todo es parte de usted, y su persona a su vez también forma parte de ese todo

donde usted podrá encontrar su verdadero equilibrio.