Las familias narcisistas son verdaderas telarañas de araña. En ellas, parte de sus miembros, especialmente niños, están atrapados en los hilos del sufrimiento emocional. En esta dinámica, hay siempre alguien que plantea sus propias necesidades antes de la del resto, erigiendo así un poder absoluto. Este poder, en muchos casos, sirve para boicotear y manipular con un único propósito: ser nutrido, reconocido y validado en todos los niveles.
Aquellos que crecieron en un ambiente disfuncional con este tipo de características tienden a coincidir cuando se trata de reflejar una realidad: "De fuera, todos pensaban que mi familia era perfecta, pero detrás de las puertas vivíamos en un infierno". No es fácil salir de esas situaciones y, aunque estos tipos de vínculos generalmente tienen sus propias huellas digitales y sus particularidades, podríamos decir que, en esencia, las familias narcisistas comparten varios puntos en común.El más característico es, sin duda, la existencia de un conjunto de reglas tácitas muy específicas que crecen dentro de esas casas tóxicas y, sobre todo, patológicas. Son normas levantadas alrededor de una persona y donde al resto es vetado cualquier derecho, cualquier reconocimiento. Así, es común que los niños no tengan acceso emocional a los padres, sean dejados sin vigilancia y sujetas a un abuso miserable y permanente.Por otro lado,
es muy común que todos estos tipos de dinámicas sean silenciadas para siempre en las ramas de nuestro árbol genealógico
. En realidad, en el momento en que el niño ya se ha convertido en un adulto y finalmente logra dejar este ambiente degradante, es común que el padre, la madre o ambos lo califiquen como un "hijo mal" por abandonarlos, por osar cortar esa conexión. Familias narcisistas y "chivos expiatorios"Sara tiene 20 años y estudia psicología. Hace un año ella no vive más con sus padres y ahora, a la distancia, intenta reconstruir su vida. Toma esta perspectiva y reconstruye fragmentos internos para superar el pasado y tratar de avanzar. Su herida está concentrada en aquella familia narcisista con la que creció y donde el juego de las fuerzas comenzó y fue compartido entre los dos padres.
Su padre sufría algún tipo de trastorno de personalidad. Ella sabe ahora, gracias a sus estudios. Sin embargo, nadie jamás se atrevió a recomendar que él fuera a un profesional para pedir ayuda. Él no lo hizo porque
el contexto en que vivía hizo su posible enfermedad narcisista tremendamente funcional
. ¿La razón? La madre era la pieza instrumental, pero también una víctima más, alguien que cedió a cada una de sus necesidades y que nunca logró imponer límites. Sara, por otro lado, era el "chivo expiatorio", la pantalla de proyección de un padre narcisista, el receptáculo de sus frustraciones, fracasos y rabia. Su hermana mayor, sin embargo, era la "hija de oro", es decir, la figura que el narcisista usa para moldearla a su propia imagen y, por algún motivo, sentía que estaba dotada de mejores talentos que Sara. La situación la afectó tanto que pensaba que realmente había algo "defectuoso" en sí misma. Dinámica común en familias narcisistasCuando el retrato está hecho, podemos asumir que
no es una tarea fácil dejar esos ambientes. No es porque el hecho de haber crecido en ellos supone haber integrado muchos esquemas y retóricas destructivas que crean un impacto considerable en la mente infantil. Estas serían algunas de las principales dinámicas:
Su familia es la mejor, y no diga al mundo exterior lo que sucede.
La familia narcisista cuida mucho de su imagen. En realidad, uno de sus mensajes más repetidos es que "no tenemos problemas, somos una familia perfecta". Disfunciones parentales.Si en una familia normal el objetivo de los padres es nutrir emocionalmente a los niños, ofrecerles seguridad, cariño y educación, en las familias narcisistas los niños sólo tienen una obligación: nutrir a los padres.
- Falta de comunicación eficaz. Estos datos son muy característicos. La
- triangulación es el tipo de comunicación más común en las familias narcisistas. Es decir, la información nunca es directa y se aplica un comportamiento pasivo-agresivo claro basado en tensión y desconfianza. Por ejemplo, en el caso de Sara, nuestra protagonista, cada orden, deseo o comentario emitido por su padre vendrá a ella a través de su madre, que actuará como intermediario y usará todos sus esfuerzos para conseguir que Sara obedezca.
- Cómo salir de un ambiente moldeado por una familia narcisista Mark Twain escribió en su libro Huckleberry Finn , que no necesitamos definir por las heridas sufridas por los sistemas familiares
. En un rincón de nuestro corazón siempre hay un pedazo de nuestro propio ser que permanece como "optimista", vital, y eso debe permitirnos correr desde el "absoluto absoluto" hacia la felicidad. Para alcanzarla, salir de ese ambiente estéril y venenoso que las familias narcisistas crean, nunca es demasiado reflexionar sobre esas dimensiones.
Entiende que alguien con una historia de comportamiento narcisista generalmente no cambia fácilmente. Sin embargo, hay terapias para ello, pero hay muchas personas que dan el paso para admitir que hay algo en ellas que no está bien.Vamos a intentar no sentirnos culpables por lo que nuestros padres narcisistas pueden hacer o no hacer. Ponga protecciones cognitivas suficientes para no llegar al punto en que Sara llegó, que es el de pensar que hay algo "mal con ella". Hablar de tus emociones o cómo te sientes es inútil con un narcisista. Esto puede incluso dejarnos más heridos. Por lo tanto, nos limitaremos a usar frases como "Yo entiendo lo que usted me dice, pero no lo permitiré ...", "
- usted debe entender que usted no tiene derecho de ...", "pregunto de ahora en adelante ... " . Debemos establecer límites con asertividad. Busque aliados en su familia o en su entorno social, personas que puedan entenderlo y apoyarlo.
- Ponerse a la distancia de la familia narcisista.
- Distanciarse no siempre significa romper lazos, sino tener una idea clara de qué situaciones podemos tratar, qué podemos tolerar o con qué frecuencia los veremos.Para concluir,vivir en un ambiente donde los principios emocionales son mal interpretados no es sano o tolerable, y menos aún si en ese contexto disfuncional hay niños . El más común es que cuando lleguen a la edad adulta, se convierten en aquellas personas incapaces de decir "no" o de entender que tienen el derecho de establecer límites, decir lo que quieren, lo que necesitan y lo que no tolerarán.Entonces, debemos tener esa información muy presente en nuestras mentes.