Siempre he disfrutado de las películas con final abierto en el cine, la televisión o la literatura. Estos finales son supuestamente un estímulo para imaginar cómo la historia va a continuar, y también permiten entender que esa historia no terminó totalmente. Simplemente se escribió un capítulo más, cerrando una etapa que puede comenzar otra. Finales para comprender que un fin es sólo otro comienzo.
La vida está llena de ciclos que empiezan y terminan, de modo que todavía vivimos innumerables principios y finales. Algunos de ellos vamos a sentir en la propia carne, serán etapas de nuestra vida; pero otros vivimos a través de las historias de otras personas, ya sean historias reales o no. Vamos a vivir en la propia carne los amores y desamores, las aprobaciones y reprobaciones en Ciencias o Matemáticas, las caídas para aprender a caminar o andar en bicicleta, las amistades que haremos en el camino y algunas que perderemos, etc. Con otras personas del entorno aprenderemos a través de relatos de sus propias experiencias y, finalmente, vamos a tener la oportunidad de aprender también con los personajes del cine, la televisión o la literatura. "Tenemos que tener muchos finales para tener muchos comienzos".
-Laura Chica- El final abierto de un libro
Una vez más, cierro la capa y voy desde el final hasta el comienzo, desde la contraportada hasta la portada. Para redescubrir la historia, mirar con atención la ilustración que acompaña el texto, sostener ese libro en los brazos y permanecer unos minutos en silencio, mientras mi mente viaja nuevamente por las palabras, páginas, en fin, toda la historia. Pero tengo que volver a la realidad, quiera o no; ya llegó al fin, ese fin que siempre tiene un sabor agridulce cuando usted se aferra a una historia y, de forma silenciosa, el desenlace de esa narrativa se mezcla con su vida.
Da en la misma si estas historias son contadas a través de películas, libros o series de televisión. Historias largas o cortas, que pueden durar horas, días, meses o incluso años. En cualquier caso, todas ellas llegan a su fin, a su temido y, al mismo tiempo esperado, final.
A veces un final abierto
que da alas a la imaginación para continuar con la historia cuando ya no existen escenas o palabras escritas de manera formal. Otras veces, simplemente, un final repentino
debido a una huelga de guionistas de series televisivas oa un escritor que deseaba publicar más libros, pero que nunca está satisfecho.
O, incluso, un final que no parece realmente un final, porque después de una historia fantásticala persona que dirigía la trama no sabe muy bien cómo terminarlo. "No todos los finales son felices. Pero todos los finales son nuevos comienzos, con nuevas oportunidades para ser feliz ". -Albert Ureña- Tristes o felices, finales que ni siquiera pueden ser definidos, pero finales a pesar de todo. Finales que no marcan nada más que nuevos comienzos.Llegó la hora de despertar, de despedirse de esa historia que se mantendrá en mi memoria y en mi corazón, y embarcar en nuevas aventuras.
Cuando un libro es cerrado, cuando una película termina, cuando una serie ya no tiene más temporadas, llega el momento de conocer nuevas historias y dejar que sean otros personajes aquellos que nos enseñen a soñar ya vivir. Como cualquier final, un final es sólo otro comienzo, una oportunidad para abrirse al nuevo, al desconocido.
"Despedir nunca es fácil, pero es necesario".
Compartir Un final es sólo otro comienzo
Enfrentar el final de una historia apasionante nunca es fácil. Ni siquiera suele ser fácil cuando se trata de una historia de ficción, donde acabamos identificándonos con los personajes. Por lo tanto, debemos aceptar que la vida está compuesta de ciclos, y que cada etapa tiene su momento.
Cuando esta etapa llega a su fin, no hay más remedio que aceptar que a partir de ese punto no existe más continuación y abrirse a nuevas oportunidades.Todo comienza y termina, incluso la vida.
Todo ser vivo nace y muere. Y durante su vida se enfrenta a diversas etapas de crecimiento y evolución. Como seres humanos, desde el momento en que somos concebidos y la mamá se queda embarazada, empezamos a crecer, para que podamos nacer, unos nueve meses más tarde, cuando el embarazo llegue a su fin. Nosotros abriremos nuestros ojos al mundo como bebés y continuar creciendo, desarrollándose hasta ser niños, de niños a adolescentes, por fin, adultos, y finalmente, encontrar la vejez.
Cada comienzo de un nuevo paso va unido al final de la anterior. Un fin es sólo otro comienzo . Nada más ... y, al mismo tiempo, todo eso. "Cada vez que algo se va, deja lugar para lo que continúa".-Jorge Bucay-