Reciprocidad, uno de los cimientos de nuestras relaciones

Vivimos en una sociedad donde medimos todo lo que damos y lo que recibimos a cambio. Pasamos mucho tiempo evaluando lo que el otro nos devuelve a cambio de nuestra dedicación: transformamos la reciprocidad en una moneda de cambio.

Probablemente eso nos va a hacer sufrir, pues muchas veces recibimos mucho menos de lo que damos. Nos sentimos injustificados e insatisfechos con las relaciones interpersonales. La reciprocidad no es un sufrimiento si usted se da cuenta de que puede disfrutar de las relaciones, así como nuestra dedicación a los demás.

Esperar de los demás

Tenemos una tendencia y esperar demasiado de los demás, al menos la misma dedicación que les ofrecemos. Sin embargo, no siempre es así. Esto genera sufrimiento, frustración y nos sentimos usados, porque pocas veces somos correspondidos como nos gustaría.

El hecho de esperar algo de los demás, muchas veces de una determinada forma y manera, puede ser una dolorosa decepción; nos hace repensar nuestra actitud de continuar donándonos sin recibir nada a cambio.

"La amistad es una relación de reciprocidad".-Anónimo-Compartir

Agradar a los demás

Muchas veces lo que nos motiva a dar algo a los demás es la preocupación por su bienestar. Queremos que esté bien, que no le falte nada, etc. En principio, podemos decir que no queremos nada a cambio. Sin embargo,cuando nos sentimos solos y necesitamos apoyo, nos sentimos aún más tristes al percibir la falta de una respuesta.

Cuando necesitamos una mano y nadie está dispuesto a extenderla, empezamos a pensar que lo que tenemos no depende de lo que damos. Necesidad de valorización Muchas veces, incluso sin darse cuenta, muchos de nuestros comportamientos que buscan agradar al otro son generados por la necesidad de recibir

. Damos desesperadamente porque necesitamos algo a cambio.

De forma subconsciente, creemos que "si cuidamos del otro, él cuidará de nosotros". Esta es una creencia equivocada que nos lleva al sufrimiento ya los conflictos en las relaciones interpersonales. Ya comprobamos mil veces que esto no es así, pero estamos convencidos de que "debería ser así" y acabamos sufriendo por ello.Es mucho más sano cuidar de sí mismo sin esperar nada de los demás

. Esto no quiere decir que no vamos a ayudar a nadie, sino que lo haremos por voluntad propia, sin querer agradar y sin la condición de recibir algo a cambio. De esta forma, la satisfacción de ayudar a otros es la única motivación que nos mueve. La reciprocidad puede suceder, pero dejará de ser una tortura para nosotros cuando suceda, o no, de una forma diferente a la que esperamos. Tengo derecho a la reciprocidad "Tengo derecho a la reciprocidad" significa recibir con alegría lo que otros nos quieran dar. Si no esperamos nada de nadie, la gratitud y la satisfacción formarán parte de nuestra vida. De esta forma, entenderemos que la "reciprocidad es un acto de libertad y cada persona decide lo que quiere dar, cuando y como

. Respetando la decisión de los demás podemos disfrutar plenamente de los beneficios de la reciprocidad."Ingrato es quien niega el beneficio recibido; ingrato es quien lo esconde, más ingrato es quien no lo devuelve, y mucho más ingrato aún quien lo olvida.

-Lucius Annaeus Séneca-

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Cada uno decide cómo actuar

Cada persona decide si quiere hacer o dar algo a los demás . Nadie debe nada a nadie, somos libres y no tenemos obligación de retribuir.Entonces

vamos a parar de medir lo que los otros nos dan; eso es una decisión de ellos. No existe esa obligación de dar y recibir. Nadie está obligado a devolver lo que ya ha recibido.El equilibrio en las relaciones interpersonales

Cuando respetamos las decisiones de los demás, descubrimos otra forma de entender las relaciones

. Sin embargo, muchas veces recibimos mucho de personas que no esperábamos y probablemente esas personas no son las mismas que recibieron mucho de nosotros.Este es el equilibrio de las relaciones interpersonales; que existe de forma natural y nos sorprende a cada momento: muchas veces recibimos mucho y no damos nada o nos damos demasiado y no recibimos nada a cambio.

La reciprocidad es un instrumento de intercambio espontáneo, de satisfacción y de gratitud. Con el concepto de reciprocidad bien entendido, nos sentiremos más libres, dueños de nuestras decisiones, aceptando y agradeciendo lo que otros queran darnos, disfrutando las relaciones y todo lo que la vida nos traiga.Compartir