Lo que negamos nos sostiene, lo que aceptamos nos transforma

Los cambios más significativos comienzan a suceder cuandoaceptamos las cosas como ellas son; tanto la aceptación de lo que la vida nos da, en cuanto a la aceptación de nosotros mismos.En nuestras vidas que cambian constantemente, ocurren muchas situaciones en las que no tenemos otra alternativa, a no ser aceptar las cosas como se nos dan.

¿Qué sucede cuando nos negamos a aceptar las cosas de la forma en que son?A veces resistimos a los cambios, al que ya no forma parte de nuestro control; no podemos hacer nada para evitar, porque es algo que ya ha ocurrido o está sucediendo.La negación sólo nos traerásufrimiento

.Las circunstancias más claras, donde la aceptación tiene un papel fundamental, son la muerte, el amor y la falta del afecto.¿Cómo negar la muerte, cómo negar una pasión, cómo negar la falta de afecto?

Pues bien, en nosotros empezamos a negar estas realidades, contra las cuales nada podemos hacer si están sucediendo.

No se trata de situaciones buenas o malas;son realidades propias del ser humano, que forman parte de nuestras vidas; que producen alegría o tristeza, la emoción y su intensidad nos indican cuán significativa es esa experiencia para nosotros.Si usted no tiene fuerza para imponer sus propias condiciones a la vida, debe aceptar las que ella le ofrece.S. Eliot

Necesidad de entender Nuestra tendencia, cuando trata de lo que escapa de nuestro control, es tratar de dar una respuesta, conseguir una explicación que nos alivie.

Necesitamos entender todo lo que ocurre en nuestras vidas
.

Nos olvidamos de que todo lo que intentamos entender, va a ser el resultado de nuestras interpretaciones y experiencias

, de explicaciones a las que queremos dar un sentido para, finalmente, convencernos y creer que esa es nuestra realidad.Sorprender, extrañarse, es empezar a entender.

Jose Ortega y GassetNos perdimos en la razón y en las palabras, cuando en realidad toda la realidad está dentro de nosotros; está en lo que sentimos, está en la emoción que experimentamos.Ir a ese sentimiento que nuestro propio cuerpo se encarga de mostrarnos es aceptar la realidad de lo que nos sucede.Tendemos a ir al encuentro del raciocinio para explicar ciertas cuestiones como son las que tienen relación con el amor;nosotros mismos establecemos impedimentos y barreras para no aceptar la realidad.

El entendimiento es una tabula rasa en la cual no hay nada escrito.Aristóteles

¿Qué sucede cuando no aceptamos lo que sucede con nosotros?

Cuando enterramos estos sentimientos que no queremos atender, para que no nos quedemos hundidos en tristeza, lo hacemos por tener miedo de que ellos nos prendan y nos hagan muy mal; un mal que creemos no ser capaces de soportar y enfrentar. Así, estamos negando nuestra vivencia, nuestra existencia.Estamos enterrando nuestra esencia, dejamos presas muchas de las emociones que necesitan ser liberadas, necesitan ser vividas y experimentadas.Cuando hacemos esto, nos estamos olvidando de una parte esencial de nuestra humanidad:no aceptando nuestras vulnerabilidades, pensamos que estamos por encima de ellas.El cuerpo se encarga de darnos señales pertinentes en forma de alerta, para que, en algún momento, decidimos quitar todo aquello que hemos preso (rabia, tristeza, chateo, ira, etc.). Al no hacerlo, nuestra energía, a su vez, queda atrapada, y como resultado

aparece la enfermedad y la desconexión con nosotros mismos y con nuestra felicidad. Aprendiendo a aceptar

El desarrollo personal y el aprendizaje ocurren cuando
estamos dispuestos a aceptar nuestros

sentimientos

y emociones como ellos son, sin pasarlos por el filtro de la razón, de modo que los modifique, los reprima y los borre.

Podemos considerar que la razón va a necesitar ofrecer una explicación de lo que está sucediendo, pero al estar anclados estamos desviando la atención de lo que experimentamos.

El verdadero aprendizaje ocurre cuando estamos dispuestos a aceptar, dejándonos sentir cada una de las emociones que brotan ante cada una de las circunstancias por las que pasamos.Es así como

nos transformamos siguiendo el flujo de la vida. Ya que todo aquello que negamos y no estamos dispuestos a aceptar nos someterá a la desvinculación con nosotros mismos, con todo lo que eso implica.Cuando aceptamos los hechos inevitables en nuestras vidas, podemos sentir la tristeza con gran intensidad, pero sentirla es exactamente lo que nos libera de ella, para seguir avanzando y dar lugar a nuevas emociones, vivencias y experiencias. En el momento en que comenzamos a aceptar lo que nos sucede, empezamos a aceptar a nosotros mismos.Estamos preparados para perdonar a los demás ya nosotros mismos

, para seguir fluyendo hacia nuevas experiencias, dejando brotar la energía, dejando que nos sintamos vivos.

La razón no me enseñó nada. Todo lo que sé me fue dado por el corazón. Leon Tolstoi