Una mentira repetida mil veces se vuelve verdad?

¿Será que una mentira repetida mil veces se vuelve verdad? El asunto de la verdad y de la mentira es más complejo de lo que puede parecer a primera vista. Lo que la gente admite como verdad depende de muchos factores. Hay una verdad científica, pero también una filosófica, religiosa, personal, ideológica, etc.

No todas estas "verdades" tienen el mismo grado de validez. En la ciencia, por ejemplo, no se puede postular algo como verdad si no hay evidencias físicas o teóricas de que lo sea. Algo parecido sucede con la filosofía. Sin embargo, esto no se aplica a otros campos. En esas áreas, como la ideología o la religión, algo es cierto si una figura de autoridad lo dice. No importa que sea incapaz de probarlo. "Con una mentira generalmente se va muy lejos, pero sin esperanzas de volver". - Proverbio judío -

Entre una verdad no comprobada y una mentira a veces no hay una gran distancia. Sin embargo, muchas personas no están interesadas. En realidad, están dispuestas a creer, incluso contra todas las evidencias. Esto sucede porque, a veces, la mentira consuela, mientras la verdad inquieta.
Es porque hay miedos o culpas involucrados. También porque la mentira es generalmente más fácil de entender que la verdad.

Esta realidad abre una grieta que muchos han explorado a fondo. En muchos casos, basta con decir a la gente lo que quieren oír, porque todos queremos creer en los mensajes que nos gusta, independientemente de su paralelismo con la realidad. Pero no sólo eso. También garantizan que una falsedad se establezca cultural y socialmente. Además, que muchos sean capaces de todo para sostener esa mentira. No perciben, o no quieren ver, que eso no los beneficia, sino los que los dirigen. El poder y la mentira

Se asigna a Joseph Goebbels la frase "una mentira repetida mil veces se vuelve verdad. No hay evidencia alguna de que haya sido su autor, pero definitivamente es una buena síntesis de lo que este propagandista hizo durante la Segunda Guerra Mundial. Tan eficaz fue su trabajo que hasta hoy existen aquellos que todavía defienden las "verdades" del Tercer Reich.

Tan exitoso fue el trabajo de Goebbels que se puede decir que

sus mecanismos han sido copiados repetidamente por muchos líderes del mundo. Los sectores poderosos continúan confiando conscientemente en la mentira como un medio para manipular las mentes de las personas que desean influir y así hacer que acepten lo inaceptable y apoyen planes que siguen el interés de pocos. Los grandes sectores de poder se dieron cuenta, gracias a la experiencia nazi, de que las sociedades eran capaces de creer en cualquier mensaje si ésta fuera presentada de manera correcta. Sólo era necesario ejercer control absoluto sobre los medios de comunicación social y todas aquellas instituciones que transmitían la ideología, entre ellas, la escuela. Bastaba enfocarse en los miedos, los odios y las inseguridades. A continuación, construir una "verdad" conveniente y repetirla para la sociedad, La mentira repetida mil veces

Lo que sucede con la repetición es que genera creencias muy profundas. Cuando el cerebro capta una nueva situación, hay un desequilibrio, seguido de una asimilación, un acomodamiento y luego una adaptación. Como cuando llegamos a una ciudad que no conocemos y al principio nos sentimos desplazados, pero poco a poco, de tanto ver los mismos lugares, nos vamos familiarizando hasta apropiarnos del nuevo ambiente. De hecho, vamos haciendo una especie de mapa propio, a partir de lo que conocemos. Con la mentira repetida, sucede algo parecido. La mente se va adaptando para oírla, para percibirla y acaba incorporándola en su esfera de pensamiento.

Es el familiar, el conocido, lo que todo el mundo afirma. En el caso de las grandes mentiras del poder, es también la respuesta al miedo oa la inseguridad. O la explicación comprensible de lo que se ignora o no se comprende. No es gratuito que haya una relación tan estrecha entre el poder y los medios de comunicación. Tradicionalmente,

en casi todos los países, son los grandes grupos económicos o políticos que tienen el control de la prensa.

Hasta hace poco, los medios independientes eran una flor exótica. Con el surgimiento de las redes sociales, eso ha cambiado. Las voces independientes se han multiplicado y se han ampliado las alternativas para informarnos. Sin embargo, las redes sociales también han aparecido con sus propias mentiras.

Finalmente, no importa a través de qué medio se transmite un contenido, pero de qué intención se narra y comenta. Además, y sobre todo, importa cómo el receptor está interesado en lo que es cierto. "No hay peor ciego que el que no quiere ver", dice el dicho popular. Y eso siempre funciona en el terreno de la verdad y de la mentira social.