Su mente necesita un comandante, no un soldado

A veces nuestra mente puede ser como una verdadera prisión. Los propios pensamientos se transforman en enemigos implacables llegando hasta dejar que el estrés y la ansiedad devoren proyectos, esperanzas y fuerzas. Asumir el control de nuestros procesos mentales forma parte del arte de la supervivencia, de la calidad de vida y de la libertad.

Algo que estamos muy acostumbrados a escuchar es que la mente no es un vaso a ser llenado, sino una lámpara que se enciende, o incluso más, que es como un paracaídas, que sólo funciona cuando somos capaces de abrirlo. Estamos acostumbrados a leer y escuchar ese tipo de terminología, donde al final, se llega a creer que la mente tiene un interruptor que deberíamos apretar para empezar a trabajar "de forma optimizada. Necesitamos entender algunas ideas. La mente no es una entidad única, no hay interruptores y tampoco hay personas que nacen con una "mente más fuerte" y, por lo tanto, más adecuada para adaptarse a cualquier dificultad. Lo que existe son los procesos mentales.

Es como un complejo bosque de dimensiones cognitivas y afectivas que sufren altos y bajos , momentos de crisis, etapas de crecimiento y momentos de desafío.Podemos imaginar la mente como un barco que avanza a través de un mar que oscila entre la calma y la tempestad. Si somos simples clandestinos escondidos en el sótano, ese barco irá a la deriva. Sin embargo, el buen comandante no se limita a tomar el timón.

Quien tiene el control del barco es conocedor de múltiples técnicas de navegación para lidiar con ese mar agitado y con ese temporal. Comprender los procesos de la propia mente antes de ejercer el control

Todos hemos tenido en nuestras manos muchos libros de autoayuda o de gestión del cambio donde nos invitan a tomar el control de nuestra mente o ser más positivos. Ahora, hay que entender que no es seguro tratar de dominar algo sin primero saber cómo funciona. Es como incentivar a una persona con depresión a ser más optimista. Estos enfoques no siempre son útiles porque

la mente es compleja, es delicada y, aún más, es terco. El libro "Manual para la regulación emocional" del Instituto de Neurociencia Cognitiva de Massachusetts, ofrece un enfoque cognitivo y neurocientífico muy útil y al mismo tiempo sencillo de entender para estos procesos. En primer lugar, hacen una metáfora simbólica sobre esos momentos en que la mente funciona como nuestro peor enemigo: es como un espinero envenenado que emerge de nuestro subsuelo emocional invadiendo todo.

Apagando la luz.Son instantes en que empezamos a implementar estrategias de resolución problemas ineficaces, surgen el agotamiento mental, los pensamientos obsesivos-negativos y la falta de la autorregulación emocional. Como podemos ver,son múltiples procesos que moldean un "todo" que poco a poco pueden llegar a ser cautivos. Este espino envenenado ocupa todas las esquinas y nos empuja hacia abajo. No hay ningún uso en decirnos para ser positivos, porque en esos instantes vitales estamos justamente confrontados con la positividad.

Cómo transformarnos en comandantes de nuestra propia mente Todos hemos sido educados e incluso convencidos de que somos entidades libres hechas para crecer, para alcanzar nuestros sueños y ser los verdaderos protagonistas de nuestra felicidad. Sin embargo, poco a poco vamos percibiendo que el mundo nos va dando muchos baques, y más aún, que también tenemos ciertas limitaciones personales que nos impiden crecer y llevar una vida más plena.Vamos a descifrar un enigma. El mejor y más complejo de todos: el que se esconde en nuestra mente y que nos impide avanzar. Muchos especialistas en psicología emocional y cognitiva nos advierte que

todos tenemos un "patrón" de infelicidad.

Es decir, podemos aplicar algún tipo de proceso psicológico que va a actuar como la raíz del problema. A veces es la indecisión, a veces son las actitudes limitantes, la educación recibida, la falta de asertividad ... Es preciso descifrar ese misterio interior. Para ello, podemos seguir estas estrategias:

La regla de los tres "C" Ya sabemos que nadie puede tomar el control de su "nave" mental si antes no sabe cómo funciona y cuáles son los factores que impiden su funcionamiento correcto. Con el fin de arreglarla, la simple estrategia de los tres "C" será muy útil para nosotros.

Conozca.

Primero, tenga en cuenta que usted necesitará tiempo y mucha dedicación personal. Por lo tanto, busque momentos para sí mismo para conocer lo que sucede en su mente. Para hacer esto, nada mejor que tomar una hoja y colocar en una columna "lo que siento" y al lado uno "lo que provocó o lo que origina esa emoción".

Confronte. Ahora usted conoce lo que causó su malestar, su preocupación. Ya sabe lo que hace que su regalo carezca de una verdadera calidad de vida. Es el momento de confrontar. A la lista que usted hizo en el ejercicio anterior, vamos a añadir dos columnas más: la primera será "cómo me quiero sentir", y la segunda "qué estrategias debo poner en práctica para sentirme así".

  • Cuidado. La tercera estrategia es de mantenimiento, es la clave más elemental y simple que debemos invertir en el día a día. Se basa sólo en cuidar de la gente, en favorecer nuestro equilibrio y bienestar a toda costa.
  • Para desarrollar esta última clave, recuerde que no es saludable hacer o iniciar cosas que van contra nuestros valores o principios. Recuerde siempre que todo comandante tiene una brújula interna que le dice qué ruta es la mejor, qué mar no es conveniente atravesar o qué vientos son más favorables para soltar las velas. Practique la escucha interna, comprenda todo lo que sucede en su mente y aprenda con cada proceso, con cada dificultad superada.
  • Toda inversión en ti mismo siempre se traduce en una mayor capacidad de ser feliz.